Senderismo en Grazalema: una ruta en la Sierra de Cádiz para adentrarse en la naturaleza los últimos días del año
Disfrutamos de los últimos días del año, ya casi a las puertas del 2025. Un buen plan para cerrar el año es internarnos en la naturaleza, respirar aire de montaña, pasear entre los árboles. Y un destino perfecto para lograrlo es la ruta de las Charcones en la Sierra de Grazalema. Dicha cordillera está ubicada entre las provincias andaluzas de Cádiz y Málaga y hace de muro para los vientos cargados de humedad procedentes del Atlántico. Por ello, es uno de los puntos con el mayor índice pluviométrico de la península, a pesar de la aridez del verano. Al haber sido dibujada por las lluvias, esta sierra es una de las más abruptas de la geografía andaluza.
La composición del Parque Natural de la Sierra de Grazalema, básicamente de rocas calizas, genera los típicos fenómenos kársticos: como numerosas cuevas, desfiladeros o dolinas. Además, este parque natural es reserva de la Biosfera, distinción otorgada por la Unesco, desde 1977, la primera de estas características que recibió España. Encontramos bosques de encina, alcornoque y sotobosque, pero el protagonismo lo tiene el pinsapo, un abeto endémico andaluz exclusivamente presente en las cotas más altas de las sierras de Cádiz, Málaga y el Rif Marroquí.
El municipio gaditano de Grazalema está enclavado en la sierra homónima y también forma parte de la ruta de los pueblos blancos de Cádiz. Cuenta con unos 2.100 habitantes. Aunque existen huellas de asentamientos prehistóricos en la zona, el origen de Grazalema coincide con la ciudad romana de Lacílbula, cuyo nombre provenía del río Cilbus —actual río Guadalete.
El origen de la población, como en otros municipios de la zona, surge con la política de repoblación de las tierras conquistadas por Don Rodrigo Ponce de León en el siglo XVI.
Nieve sobre el Puerto del Boyar
En Grazalema se puede comprobar cómo es posible disfrutar de la naturaleza sin necesidad de hacer grandes caminatas, como la ruta de las Charcones que parte desde el campo de fútbol, tras el cual se atraviesa un pequeño puente de madera y se continúa ascendiendo hasta el puerto de montaña del Boyar.
El Puerto del Boyar suele cubrirse de nieve cuando hay bajas temperaturas y también es posible acceder a él en coche. Cuenta con pequeños aparcamientos. Desde aquí se pueden disfrutar de unas hermosas vistas de la depresión del Boyar y el Salto del Cabrero, mientras que en los días más despejados también se puede observar la bahía de Cádiz.
Este sendero que une Grazalema con el Puerto del Boyar es una maravillosa ruta a lo largo del río Guadalete. El camino era la antigua vía pecuaria Cordel de Arcos por donde se bajaba el ganado desde la sierra a los pastos que había debajo del pueblo. Durante el recorrido se cruza tres veces el río.
Se trata de una ruta fácil de recorrer para toda la familia y con una distancia de 1,8 kilómetros de ida y otros tantos de vuelta que, en total, se hacen en una hora y media.
El camino está repoblado con árboles de gran porte que también dan sombra en el verano. A lo largo del recorrido encontramos mesas y sillas de piedra que permiten hacer un alto en el camino. Una vez se alcanza el Puerto del Boyar y antes de terminar el sendero se puede observar una antigua calera.
Junto al puerto, se encuentra la fuente del nacimiento del río Guadalete. Es el curso fluvial más importante de la provincia de Cádiz. Durante su recorrido recoge las aguas de diferentes afluentes, hasta reunir un importante caudal en su desembocadura, en El Puerto de Santa María.
Al finalizar el sendero, es posible continuar por el Sendero Puerto de las Presillas y hacer la ruta circular para regresar a Grazalema.
Grazalema, pueblo blanco
Si se quiere disfrutar del paisaje de la sierra gaditana nada mejor que embarcarse por la ruta de los pueblos blancos de Cádiz que se viste de pueblos encalados, techos de tejas, suelos empedrados, paredes con macetas con flores y multitud de rutas en las que internarse en la naturaleza.
Considerado como uno de los pueblos más bonitos de España, el municipio de Grazalema está enclavado en el corazón de la Sierra. Su casco urbano ha sido declarado Conjunto Histórico y en él destacan diferentes iglesias, como la de estilo barroco de Nuestra Señora de la Aurora, San José, la parroquia de Nuestra Señora de la Encarnación, la iglesia de San Juan y las ermitas del Calvario y de los Ángeles. También cuenta con una calzada medieval y un lavadero público con 16 pilas.
Además de respirar aire puro, también podemos encontrar en este pueblo blanco las mejores mantas grazalemeñas, una tradición textil que cuenta con un museo en el pueblo. Éstas se exponen junto a otros oficios artesanales en el museo de Artesanía Textil.
En esta población gaditana destaca la elaboración del queso artesanal, que ha formado parte de la vida de los grazalemeño. Son quesos elaborados a partir de leches de oveja y cabra, cuya variedad es infinita e incluye curados, frescos y semicurados.
Relativamente cerca está el conocido Salto del Cabrero, una de las formaciones rocosas más singulares de la serranía gaditana.
Este sendero, que parte de la población de Benaocaz y finaliza en un mirador, permite contemplar de cerca un paraje de naturaleza insólita. El nombre hace referencia a una falla de impresionantes paredes verticales, con ochenta metros de caída, separadas entre sí por una distancia de cincuenta metros. El camino, de dificultad media, tiene una longitud de 3,4 kilómetros y una duración de dos horas.
El resto de pueblos blancos gaditanos que se asientan sobre la sierra de Grazalema son Algodonales, Arcos de la Frontera, Bornos, Alcalá del Valle, El Bosque, Olvera, Setenil de las Bodegas, Villaluenga del Rosario y Zahara de la Sierra.
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