Estas son las tres rutas de ibones en Aragón que no te puedes perder

En el norte de España, varias comunidades autónomas destacan por sus singulares joyas naturales. Desde escarpados acantilados hasta prominentes bosques e imponentes cascadas, la zona septentrional de la Península alberga infinidad de parajes y lugares únicos esperando ser descubiertos.

Al nordeste del país, el territorio de Aragón no solo destaca por el notable número de fronteras que alberga, llegando incluso a bordear el acceso a Francia desde la provincia de Huesca; sino también por la gran cantidad de paisajes y destinos naturales que ofrece, entre los que disfrutar de varias rutas de senderismo mágicas y con un atractivo especial.

De este modo, los montes y caminos aragoneses albergan una peculiaridad muy llamativa, puesto que son varios los recorridos naturales a lo largo de la comunidad autónoma que albergan o finalizan en los denominados ibones. El término hace referencia a unos pequeños lagos de montaña, de origen glaciar, repartidos a lo largo de la zona pirenaica que alberga la región.

Estos accidentes naturales están derivados de procesos de glaciares, en los cuales el hielo se derrite y el agua -a muy bajas temperaturas- erosiona la roca del monte hasta hacerse un hueco en el mismo. Asimismo, son una gran alternativa para cualquier amante de la naturaleza, ya que a lo largo del territorio existen múltiples caminos entre los que poder llegar varias de estas joyas naturales.

Son varias las rutas senderistas en los Pirineos que se distinguen por finalizar o conectar entre recorridos varios de estos lagos de origen glaciar, definiéndose como opciones únicas para disfrutar de la naturaleza aragonesa. Estas son las tres rutas de ibones en Aragón que no te puedes perder.

Ruta por el Ibón de Anayet y el valle de Tena

A lo largo del valle de Tena, existen varias rutas para acceder hasta el Ibón de Anayet, aunque una de las más destacadas parte desde Formigal, un recorrido circular de diez kilómetros de longitud y poco más de cuatro horas de duración. Además, el camino se encuentra totalmente señalizado, facilitando la experiencia notablemente.

La ruta comienza desde el aparcamiento de Portalet, en Formigal, a la entrada del valle de Espelunziecha. Desde ahí, es posible acceder hasta el Collado de Batallero, donde habrá que flanquear la Cresta de los Farallones y el balcón natural sobre el Barranco de Culivillas hasta enlazar con el sendero GR-11, que marcará el resto del camino.

Ruta a los Ibones de Bachimaña desde Baños de Panticosa

La ruta alpina a los Ibones de Bachimaña comienza en el refugio de la Federación Aragonesa de Montañismo Casa de Piedra, en el balneario de Panticosa. Desde ahí es posible aventurarse en un recorrido lineal de una dificultad moderada y de 12 kilómetros y medio de distancia.

La excursión forma parte del sendero GR-11, desde el cual asciende por el río Caldarés, donde será posible disfrutar de algunos saltos de agua y cascadas. A lo largo del territorio señalizado, es posible detenerse en varios puntos clave, como en el Mirador de la Reina o en la Pradera de Bozuelo.

Al finalizar el camino será posible disfrutar del Ibón Baxo de Bachimaña, aunque si se continúa por el refugio ubicado a la derecha por el mismo lado del valle, será posible acceder al Ibón Alto de Bachimaña. De esta manera, accediendo a ambos enclaves y descendiendo tras ello por el mismo recorrido hasta el punto de inicio.

Ruta por el Ibón de Estanés

Uno de los recorridos circulares más reconocidos es el del Ibón de Estanés, una ruta lineal de 9 kilómetros de longitud y 3 horas y cuarto de duración. A través de este recorrido ubicado en la frontera con Francia, no solo será posible disfrutar de dos lagos glaciares, sino también de un bosque único, el Hayedo de Sansanet.

El camino comienza en el aparcamiento que da nombre a la arboleda, desde el que parte la senda en dirección al lago glaciar. El camino, totalmente señalizado, pasa además por un bosque de hayas durante el ascenso, aunque tras 45 minutos, este se despeja permitiendo avistar grandes praderas.

A partir de aquí, el itinerario se une al del sendero GR-11 proveniente de Candachu, facilitando aún más el trayecto. De esta manera, a 1790 metros de altitud -cota máxima de la excursión- será posible divisar el Puerto de Estanés, el cual alberga el ibón con el mismo nombre.

Si va a visitar espacios naturales, recuerda la importancia de respetar el entorno y sigue las guías y recomendaciones oficiales para no poner en peligro el lugar ni tu integridad física.