Bretaña gastronómica: un viaje de sabores, mercados y festivales

Hay destinos cuya gastronomía merece una mención aparte. Destinos en los que los ingredientes, los sabores, las recetas y las cocinas están entre las prioridades de sus visitantes. Y donde los mercados te hablan tanto de su cultura y sus tradiciones como lo hacen sus monumentos con más historia. La región de Bretaña, en el oeste de Francia, es sin lugar a dudas uno de esos lugares. Y aquí te contamos por qué.

 Para abrir boca te proponemos un viaje por sus productos más característicos, por sus mejores mercados y por festivales en los que se celebra el buen comer. Una pequeña introducción a una de las cocinas más ricas de Europa en la que los productores locales y de cercanía juegan un papel fundamental para que tu viaje se vuelva una experiencia sabrosa e inolvidable. Siempre llena de sabor.

Bretaña es particularmente propicia para la cría de ostras, tanto al norte como al sur. Las hay de todo tipo y se dividen en hasta 12 variedades, ya sean planas o cóncavas, cultivadas o salvajes. Y se consumen durante todo el año, pues incluso algunos productores cultivan variantes estériles para evitar las ostras lechosas durante el período de reproducción. Las podrás degustar tanto en restaurantes como directamente en los productores, e incluso en todos los mercados bretones los criadores de ostras montan un pasillo gourmet. Para empaparte bien de este mundo hay experiencias en parques ostrícolas en las que conocer su cría de principio a fin con degustación incluida.

La crepe es sin lugar a dudas el plato estrella de Bretaña. Y da igual que sea sentados en una crepería o mientras caminamos por un mercado, porque el tentador aroma que desprende sobre la plancha convence a cualquiera. Pero es importante diferenciar, porque si en la Baja Bretaña la crepe se elabora con trigo o alforfón (trigo sarraceno), en la Alta Bretaña la crepe es salada y se la conoce con el nombre de galette. Es tal su importancia que a lo largo del año se celebran varias festividades en torno a las crepes, como la Chandeleur (La Candelaria), el 2 de febrero, o la Fiesta de las Crepes en Gourin el último fin de semana de julio.

La mantequilla es básica en la cocina bretona, ya sea sobre un buen pan o como ingrediente en la mayoría de sus platos. Destaca la mantequilla salada, que aunque en su origen naciese como una manera de conservarel producto durante más tiempo, hoy permite desplegar todos los sabores de la leche de vaca pie noir con la cual se fabrica. Un buen ejemplo de su aplicación en la repostería es el kouign-amann, que literalmente significa “pastel de mantequilla”. Un delicado hojaldre, caramelizado y crujiente por fuera pero suave y tierno por dentro, que lleva tanta azúcar como mantequilla salada. Una delicia para los más golosos. 

Cinco mercados para descubrir y degustar los productos locales

Los mercados se vuelven una visita imprescindible cuando queremos conocer la gastronomía de un lugar. Y no solo por la oferta de productos que se despliega ante nosotros, sino porque además en muchos podremos aprovechar para picar alguna que otra y cosa y así, entre aperitivo y aperitivo, ir dándole bocados a la gastronomía más local. 

En Bretaña hay cinco mercados que conviene llevar apuntados antes de salir de casa. El Marché des Lices, en Rennes, es el más famoso de todos. Aquí cada sábado por la mañana entre comerciantes y productores tienes a tu disposición unos 300 puestos para curiosear entre todo tipo de productos frescos. Por su lado, el mercado de Dinard abre martes, jueves y sábados y combina calles de ropa con otras de frutas, hortalizas, pescados y pollos asados, además de puestos en los que empezar a abrir boca a media mañana. Pero si buscas algo totalmente distinto, merece mucho la pena pasar un lunes por la mañana por el mercado de Questembert, del siglo XVI y declarado Monumento Histórico, para visitar los puestos de sus comerciantes y productores locales. Para encontrar la mejor pesca local hay que ir al mercado de Merville, centro gastronómico de Lorient, que es el primer puerto pesquero de Francia. Y los sábados por la mañana la plaza del Viejo Mercado de Saint-Renan reúne a productores locales, pescadores y artesanos orgullosos de sus productos.

Y tres festivales gastronómicos a tener muy en cuenta en Rennes 

Pero si la gastronomía es una de tus prioridades en tus viajes, entonces es importante que no pases por alto varios festivales gastronómicos que se celebran en Rennes, la capital de la región de Bretaña. Quizá quieras aprovechar y vivir alguno de ellos desde dentro para conocer mejor la gastronomía local, sus ingredientes y a los chefs que le dan forma. Además de muchas más cosas que no solo implican comer.

Mythos es un festival que dura 10 días, con sus 10 noches, que en 2022 celebra su 25ª edición del 1 al 10 de abril. En él hay espacio para todo, pero sobre todo para la música, el teatro, la palabra, el espectáculo y la gastronomía. En él se dan cita 70 chefs de toda Francia y cada uno apuesta por una propuesta gastronómica diferente a la que te puedes apuntar reservando mesa tanto para almuerzos como cenas. 

También en La Criée, Les snackées de la Criée es otro evento gastronómico que se celebra el tercer viernes de cada mes de 18 a 22h. Su concepto es diferente y ofrece un plan alternativo (aquí tienes un vídeo 360º) igualmente atractivo: degustar aperitivos elaborados por chefs y comerciantes mientras se disfruta al ritmo de la música de un DJ.  

Cada primer domingo de mes Le Marché à Manger (MaM), en el mercado de La Criée, reúne a 14 chefs y 4 camiones de comida en el mercado central de La Criée, en Rennes. Aquí disfrutarás de cocina en vivo, de una gran diversidad de platos por menos de 7 €, de encuentros con los chefs y de grandes mesas compartidas en las que compartir experiencias con otros visitantes. Aquí todo invita a descubrir la riqueza de la gastronomía local inmersos en el ambiente relajado de un mercado auténtico.