Nueva York
Con más de ocho millones de habitantes, Nueva York es una ciudad en constante movimiento. Nunca se detiene, ni siquiera al caer la noche y, por ello, las posibilidades que ofrece son casi infinitas. No en vano, su metro abre las 24 horas, todos los días del año, de igual modo que el ferry que conecta la isla de Manhattan con la de Staten Island, y son muchas las cafeterías y restaurantes que jamás cierran. Cortarse el pelo a las tres de la mañana, comprar un iPhone en el cubo acristalado que Apple posee en la Quinta Avenida después de la medianoche o dar un paseo por Central Park cuando aún no ha amanecido. Todo esto y más es posible en Nueva York, ‘la ciudad que nunca duerme’; un apodo, por cierto, popularizado en 1977 gracias a la canción que Fred Ebb compuso para Frank Sinatra, ‘New York, New York’. Pero, en realidad, su autoría corresponde a un periodista del diario Fort Wayne de Indianápolis, quien en 1912 introdujo esta expresión en un artículo que aludía a la mayor planta de gas y electricidad del mundo que había sido instalada para abastecer a NY.
Madrid
La oferta nocturna madrileña no tiene demasiado que envidiarle a la neoyorkina. Cierto es que el transporte público no permanece abierto toda la noche, pero muchos de sus bares y discotecas sí. Por no hablar de sus innumerables ‘afters’. El Portal Oficial de Turismo de la Comunidad de Madrid sugiere un recorrido por algunos de estos locales, ubicados en diferentes zonas de la capital (Argüelles, Lavapiés, Malasaña, o Huertas).
Al margen de esta propuesta, pasada la medianoche en Madrid también se pueden realizar planes culturales (Noche de los Museos), ir al gimnasio, o simplemente acudir a un restaurante y cenar.
Las Vegas
La Ciudad del Pecado tampoco duerme nunca. Gracias a sus casinos temáticos y a sus innumerables espectáculos nocturnos, el lugar también recibe el sobrenombre de capital mundial del entretenimiento. Pero no solo es posible apostar a cualquier hora del día o de la noche en Las Vegas; casarse en alguna de sus conocidas capillas (es el segundo lugar del mundo donde más casamientos se producen al año, por detrás de Estambul) o comprar alcohol en cualquier momento (no impera ningún tipo de restricción al respecto) son otras de las opciones que ofrece.
Berlín
Berlín es una de las capitales más atractivas de Europa en lo que a ocio nocturno se refiere. Sus opciones son numerosas y muy variadas, desde grandes discotecas tecnho, el genero musical preferido por buena parte de los jóvenes, casas ‘okupas’, bares ilegales, galerías de arte improvisadas, o fiestas clandestinas que requieren contraseñas para acceder a ellas. Pero, sin duda, uno de los pilares de la noche berlinesa son sus antiguas construcciones industriales, reconvertidas hoy en día en centros culturales. Kulturbrauerei, antaño una fábrica de cerveza, es una de ellas.
Tokio
Tokio, una de las ciudades más extravagantes del planeta, cuenta con una oferta nocturna tan variada como estrambótica: allí es posible bailar con androides en el Robot Restaurant del barrio de Shinjuku; visitar y comer sushi en la Lonja de Tsukiji; o pasar horas en el barrio electrónico de Akihabara, donde abundan salas con maquinitas de juegos de finales de la década de los 80 y principios de los 90.
Ibiza
Otra urbe española conocida por su frenética actividad nocturna es Ibiza, isla a la que cada año acuden miles de turistas con el fin de disfrutar de sus conocidas macro-fiestas celebradas a pie de playa. Pese a que las discotecas son la gran atracción de la localidad, en Ibiza también se pueden contemplar espectáculos callejeros nocturnos, o probar suerte en alguno de sus casinos.