'La vida breve', a través de sus creadores y protagonistas: “La historia de España está llena de momentos ridículos”

Adolfo Valor y Carlos Scholz, en el rodaje de 'La vida breve'

Pedro Zárate

Movistar Plus+ estrenó el pasado jueves 13 de febrero La vida breve, la serie que cuenta en clave de humor el reinado más corto de la historia de España. ¿Su protagonista? Luis I (Carlos Scholz), el primer rey Borbón nacido en suelo español y el primero que accedió al trono por la abdicación de su padre, Felipe V (Javier Gutiérrez), que decidió echarse a un lado condicionado por su delicada salud mental. Al fin y al cabo, no le resultaba fácil reinar cuando se pasaba los días triste, melancólico, añorando su Francia natal... y viendo ranas por todas partes.

Por desgracia para él, su descanso solo duró seis meses, los mismos que abarcó el reinado de su hijo. La nueva producción de Movistar Plus+ y Zeta Studios repasa tan efímero y olvidado periodo histórico de la mano de ambos, pero también de Luisa de Orleans (Alicia Armenteros), esposa de Luis I, y de Isabel de Farnesio (Leonor Watling), esposa de Felipe V y madrastra del breve rey.

“Lo que nos gustaba de todo esto era que muy poca gente conociera este episodio de nuestra historia”, cuenta a verTele Adolfo Valor, creador y guionista de la serie junto a Cristóbal Garrido. Ambos ya firmaron juntos otra comedia de 'reyes' para la plataforma de Telefónica, Reyes de la noche. Entonces no tenían a su lado al realizador argentino Diego Núñez (División Palermo), que asumió el “gran desafío” de dirigir los tres primeros capítulos de La vida breve (Valor dirige los otros tres) tras llegar al proyecto de una forma inimaginable en el siglo XVIII: “Le metimos fichas por Instagram. Este el nivel de profesionales que somos”, comenta entre risas Valor.

Una vez formado el equipo, tocaba ponerse manos a la obra y hacer una comedia histórica, un género apenas tocado en nuestra ficción. “Buscando referentes no encontrábamos muchos. Y es raro, porque la historia de España está llena de momentos ridículos e hilarantes. Si hiciéramos una serie sobre la invasión napoleónica o sobre Fernando VII estaríamos contando también cosas muy divertidas porque se presta. En los momentos más solemnes de la historia siempre hay alguien que mete la pata, o siempre hay alguien ridículo. Y más en España”, apunta Adolfo Valor al respecto.

“Hay cierto desencanto con España en la serie”

Tanto Garrido como él insisten en que mucho de lo que cuenta su serie ocurrió realmente, de ahí que en ningún momento se plantearan “hacer una parodia” de la España de 1724, pues estaban “seguros” de que en aquella época se vivieron “momentos loquísimos”. También otros más amargos, por supuesto. Sobre todo para Felipe V e Isabel de Farnesio, que llegaron de rebote a una España en decadencia donde “lo pasaron mal” y en la que “nunca llegaron a ser muy queridos” por el pueblo. “Felipe vino obligado a España. Nunca aspiró a ser nuestro rey, y cuando estuvo aquí intentó hacerlo lo mejor que supo y que pudo. A día de hoy, en Cataluña hay retratos de Felipe V puestos boca abajo. No hay un grato recuerdo de este señor”, apunta Valor en alusión a la victoria del monarca sobre las tropas catalanas en 1714, tras la cual suprimió algunas instituciones locales e impuso un nuevo régimen político en la zona.

Farnesio, por su parte, es recordada en los libros de Historia como “una pérfida manipuladora” pese a ser “una tía muy lista”. Los creadores de La vida breve ven similudes entre su caso y el de la reina Letizia. “Isabel dice en la serie que se la está criticando por hacer bien su trabajo. Creo que hay algo de esto que Letizia se encontró al llegar. Los primeros años, la opinión pública fue implacable con ella. Poco a poco la reina se ha ido abriendo hueco, pero los inicios no fueron nada fáciles”, señala el primero. “Puede que haya algo de dos mujeres fuertes con una agenda propia, y eso está muy bien”, dice el segundo, que se declara “republicano” pero “letizista”: “¿Os acordáis de los que decían 'no soy monárquico, soy juancarlista', que dónde estarán todos estos escondidos ahora? Pues soy muy 'letizista', y lo digo absolutamente en serio. Me parece una figura muy interesante”.

En el marco de la ficción, las conexiones entre la España del siglo XVIII y la actual alcanzan a la Infanta Elena o a la Constitución, pero no a Juan Carlos I. “Hemos sido cucos”, dice Garrido sobre su voluntad por evitar hacer guiños al rey emérito. Aun así, cree que que La vida breve y Su majestad, la comedia sobre la monarquía española que va a estrenar en unos días Amazon Prime Video, “dialogan muy bien” y tienen “muchos paralelismos” con “el hecho real que está pasando aquí”. Por eso el pesimismo que transmiten Felipe V e Isabel de Farnesio sobre España suena tan actual. “Me gusta pensar que no somos muy cínicos, pero a lo mejor sí que hay cierto desencanto en la serie”, reconoce Valor, que bromea con la posibilidad de que Juan Carlos I venga a España a ver su recién estrenada ficción. Garrido directamente se la recomienda “a Victoria Federica”: “Si hicieran una serie de mi tatarabuelo, yo la vería”.

“He aprendido cosas de la monarquía, pero sigo sin entender otras”

Felipe V e Isabel de Farnesio soportan sobre sus hombros gran parte del protagonismo de La vida breve, aunque los verdaderos protagonistas son Luis I y Luisa de Orleans, cuyo matrimonio surgió en contra de su voluntad y por intereses de sus padres, como muchos otros en el mundo de la realeza. “Eso ahora mismo es impensable (...) Partiendo de esa premisa, todo es muy loco”, reflexiona Carlos Scholz sobre esta cuestión. Tan loco resulta aquella como el comportamiento que decían que tenía su esposa para la época. Alicia Armenteros no dudó en ponerlo en práctica para conseguir el papel: “Cuando vi la descripción de Luisa de Orleans, aun sin saber yo si era ella la Luisa de la serie, dije: 'En el casting voy a eructar'. Y de repente, eructé y me dijeron: '¿Cómo sabes que tu personaje eructaba?'”.

Tres siglos después, la monarquía (y los eructos) sigue formando parte de nuestra realidad, aunque con matices. Armenteros cree que la realeza española del siglo XVIII “está bastante lejos” de parecerse a la actual, aunque sí aprecia que ciertas cosas “no han cambiado” con el paso del tiempo, como “toda esta cosa de las proclamaciones, la parafernalia y los saludos en el balcón”. “Con la serie he aprendido un montón de cosas sobre la monarquía y lo que implica, pero sigo sin entender muchas otras”, añade la intérprete sin entrar en detalles. Scholz, por su parte, se muestra más comprensivo: “Lo que entiendo es que en aquella época, el pensamiento que tenían era que el Rey era el máximo representante y el representante de Dios en la Tierra. Entonces, esto te hace entender un poco de dónde venimos y el proceso que hemos pasado como humanos, cómo nos hemos organizado”.

Por fortuna, lo que sí ha cambiado es nuestra forma de vestir. Algo que ambos valoran muy positivamente después de haber trabajado con los trajes tan pomposos y característicos de la España de hace 300 años. “Era duro ponerse esos corsés. Para hacer pis era una odisea. Creo que siempre he hecho pis con las chicas de vestuario”, recuerda Armenteros, que también pone en valor un atuendo que le ayudó a hacer “un trabajo de inmersión brutal”. “Yo me sentía Mr. Potato por todo lo que llevaba puesto”, bromea Scholz, que pese a ello, coincide con su compañera que “a la hora de interpretar” y meterse en la pie de su personaje, tener un vestuario así era “toda una ventaja”. Una ventaja real... nunca mejor dicho.

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