Dibujos en cooperación
¿Un dibujo puede cambiar algo? La frase puede resultar dolorosa teniendo en cuenta el atentado perpetrado en enero en Francia contra el semanario satírico Charlie Hebdo. Tomeito, dibujante de Barakaldo pero afincado en Pamplona, tiene muy presente aquel ataque contra la redacción y la libertad de expresión cuando responde a la pregunta. Y él asegura que sí, que una ilustración “es más directa, más visual, más impactante”, y por eso puede lograr transmitir de forma efectiva un mensaje, y con más calado, incluso, entre el público joven. De ahí que, pese a que las viñetas a menudo se relacionen con el humor, también tengan que ser tomadas en serio. Por su capacidad para la crítica, la sátira, la acidez y, en definitiva, a “tocar la fibra”.
Tomeito fue uno de los dibujantes que, el pasado 14 de marzo, participó junto a otros artistas (como Belatz, Angélica López de la Manzanara, Berta Suescun y Agustín Ferrer Casas) en un maratón de cómic en Civican, en Pamplona, organizado por la ONG Intermón Oxfam. El título, Dibujos contra la intolerancia, refleja los objetivos de la cita. Se trataba de reivindicar precisamente la libertad de expresión. Tomeito recuerda que, originalmente, la intención era simplemente realizar un curso sobre dibujo, especialmente dirigido a jóvenes, pero “este tipo de causas me motivan bastante” y, al final, se convirtió en un taller abierto en el que cualquier persona mayor de 14 años pudo hacer su propia obra contra la intolerancia. Después, los resultados se subastaron para obtener fondos para proyectos de Intermón Oxfam.
Esta iniciativa, en realidad, se integra dentro de la campaña estatal Sí me importa de esta organización no gubernamental para, a través de diferentes lenguajes, poder trasladar una imagen en positivo de la cooperación al desarrollo. Demostrar que lo que se invierte en este fin (muy afectado por los recortes institucionales) logra resultados, que en definitiva “la cooperación sirve para algo”, apunta el responsable de Intermón Oxfam en Euskadi, Navarra y La Rioja, Enrique Abad.
Así, además de iniciativas previstas en torno al teatro, la escultura o la pintura, una de las patas de esta iniciativa es la actividad Viñetas de vida. Diez destacados dibujantes de todo el país (Miguel Gallardo, Sonia Pulido, Paco Roca, David Rubín, Cristina Durán y Miguel A. Giner Bou, Álvaro Ortiz, Antonia Santolaya y Enrique Flores) realizaron visitas a ocho países en los que se habían desarrollado proyectos de cooperación: Mauritania, Burundi, Filipinas, República Dominicana, Nicaragua, Marruecos, Colombia y Guatemala. Con los dibujos que salieron de esa experiencia se confeccionó un libro, que ya ha agotado sus primeros 1.500 ejemplares y que ahora se encamina hacia su segunda edición.
Una exposición hasta final de mes
No obstante, el resultado también puede apreciarse en la muestra expuesta en el vestíbulo de Civican (las diversas actividades incluyen, además, una charla sobre el impacto en el uso de imágenes por parte de ONG, que tendrá lugar el día 26 en el auditorio), donde permanecerá hasta el próximo día 31.
Uno de ellos, por ejemplo, es el trabajo La lucha por la dignidad, ilustrado por Álvaro Ortiz y redactado por Cristina Álvarez, que relata una iniciativa de cooperación para la defensa de los derechos laborales en Marruecos. En concreto, de las trabajadoras de la fresa en Larache y Moulay Bousselham, que cobran 4,5 euros al día (a los que se debe descontar el transporte, un viaje en camión en el que habitualmente hay hacinadas 45 mujeres) por jornadas de hasta doce horas en condiciones extremas. Bajo el sol y con la espalda cargada de fresas.
Con todo, este es uno de los proyectos en el que se han logrado avances, con más afiliaciones a la Seguridad Social gracias a la formación y el acompañamiento. Es solo una historia más, relatada con detalle y acompañada por ilustraciones, que siempre ayudan. Un trabajo sobre cooperación logrado a través de la cooperación.