La portada de mañana
Acceder
Puigdemont estira la cuerda pero no rompe con Sánchez
El impacto del cambio de régimen en Siria respaldado por EEUU, Israel y Turquía
OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

Más cornadas da el hambre

DK

Se diría que la fiesta de los toros es como la celebración de la misa, que basta con dejarlas solas, sin atacarlas ni fomentarlas, para que se extingan de manera natural. Esa era nuestra impresión hasta que han llegado ciertos datos a través de Europa Press.

Según la Estadística de Asuntos Taurinos, incluida en el Inventario de Operaciones Estadísticas de la Administración del Estado, que ha hecho pública el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, en 2011 se celebraron en España 2.290 festejos taurinos, lo que supone un aumento del 13,6% con respecto al año anterior. De ellas, 561 fueron corridas de toros.

Elaborando esta noticia nos hemos enterado de que existe un Registro General de Profesionales Taurinos, donde tiene que apuntarse, se supone, todo el que quiera obtener el ¿carnet? de ganadero, matador de toros, picador, banderillero o rejoneador.

Pues bien, en 2011 se dieron de alta en este Registro 1.391 nuevas empresas ganaderas, lo que supone un 41% más que el año anterior y se inscribieron 9.293 nuevos profesionales del toreo, es decir un 7,7%, más que el año anterior. Los matadores de toros en particular aumentaron un 6,2%.

¿Será la crisis? Sabíamos que cuando las cosas van mal aumentan las vocaciones en el seno de la Iglesia católica y los alistamientos en el Ejército, receptores tradicionales ambos del excedente de mano de obra. ¡Pero lo que no sabíamos es que en los ciclos depresivos de la economía aumentaran también los toreros!