Ahora que el ocio lleva tiempo vinculado a una vertiente más digital, los naipes suenan a reliquia. En España quedan, eso sí, algunos reductos: los bares que acogen las partidas de los veteranos del barrio, o las largas horas que los universitarios roban a las clases y entregan al mus. En este panorama, el Museo de la Baraja de Madrid se presenta como un templo de estos objetos.
La última exposición que acoge está dedicada a Mickey Mouse, el famoso personaje de animación. Los mazos de naipes más antiguos de Disney datan de los años cincuenta, aunque en esta muestra cedida por Enrique García el más antiguo pertenece al año 1966. Como el país que más barajas con ilustraciones de Mickey ha dejado es Italia, se pueden ver aquí las primeras cartas que editó la revista italiana Topolino. También hay mazos españoles, alemanes e incluso estadounidenses y, en todos ellos, los personajes más repetidos son Mickey y Donald.
Además de mantenernos en contacto con el mundo de los naipes, recordaremos la relevancia que Mickey Mouse tuvo a lo largo del siglo XX para animar las incipientes vidas de los pequeños. Personaje que, como dijo Walter Benjamin, “es la prueba de que una criatura puede sobrevivir aun cuando ha perdido todo parecido con el ser humano”. Y aún sobrevive.