Este año se cumplen dos siglos de la publicación de Orgullo y prejuicio, la novelaza de Jane Austen. Son esas cosas que hay que celebrar lo queramos o no. Jornadas gastronómicas, lecturas dramatizadas, simposios taladradores, reediciones comentadas, camisetas alusivas, rutas literarias y ediciones no venales. Todo es insuficiente a la hora de homenajear.
Hollywood se ha puesto manos a la obra, y en un resbalón cerebral o en un despelote de imaginación, ha decidido llevar a la pantalla el libro de Seth Grahame Smith, titulado Orgullo y prejuicio y zombis. Con ese nombre se dice casi todo. Las hermanas Bennet dándoles en toda la boca a los muertos vivientes, babeando por un buen bocado de masa encefálica.
Quien está detrás del asunto no parece bromear. El dinero saldrá de las productoras Panorama Media, Darko Entertainment, Handsomecharlie Films y Allison Shearmur. El guión lo escribirá David O. Russell, que acaba de dirigir El lado bueno de las cosas. Y estará protagonizada, si ningún zombi lo impide a tiempo, por Natalie Portman, que, como mínimo, invertirá una buena pasta en este proyecto.
Esta novela, que ya ha vendido más de un millón y medio de ejemplares, y que ha sido traducida por aquí y por allá, se viene a sumar al estado febril de la zombimanía. El Gobierno canadiense ya habló en su Cámara sobre sus planes contra un hipotético ataque zombi, hay empresas que venden kits para sobrevivir en un mundo apocalíptico y los manuales sobre estos muertos vivientes alcanzan las listas de los libros más vendidos. Ojalá que nos ataquen. Nos lo tenemos bien merecido.