Franco Battiato se encuentra esta semana por España presentando su nuevo álbum, Ábrete sésamo, que ha sido adaptado al castellano por Jota, de Los Planetas, y Manu Ferrón. El autor de algunas de las canciones electro-metafísicas más tarareadas de los ochenta como Centro de gravedad, Yo quiero verte danzar o La estación de los amores y de otras que podrían encuadrarse en la canción protesta como Povera Patria, aprovechó su paso por nuestro país para conceder entrevistas a varios medios españoles en las que ofreció su visión de lo que está ocurriendo en estos momentos en el planeta, en su país y en ese pequeño territorio romano llamado el Vaticano.
“En realidad, la música no tiene necesidad de hablar de temas sociales. Es una disciplina que mira alto. Pero, por otra parte, somos humanos y la compasión por la gente es necesaria. En este momento, son muchos los que no tienen dinero, y los músicos tenemos el deber de hacer algo al respecto”, decía en El Mundo. Algo parecido contestó a El País cuando le preguntaron por su experiencia como consejero de Cultura en Sicilia, a cuyo Parlamento acude sin corbata: “Yo les digo que la corbata forma parte del uniforme de los grandes ladrones”. Un genio.
Battiato no ha perdido ni un ápice de su retranca italiana. No evitó las preguntas sobre Beppe Grillo, el cómico que ha revolucionado el panorama político de los italianos en las recientes elecciones, ni sobre el nuevo Papa. Al primero se refirió simplemente como “el cambio” en Italia y del segundo, apenas unas palabras que remitían principalmente a Nanni Moretti y su película Habemus Papam: “No me interesa si hay uno u otro, porque siempre hay una clase política dominante dentro del Vaticano” (…) “la salida de escena de Ratzinger fue extraordinaria. Al fin hizo algo. En ese sentido, Nanni Moretti fue un poco visionario con su película”.
También se refirió a la indignación que recorre España y la comparó con el estatismo y el individualismo italiano, a pesar de Grillo. Así lo destacó El Periódico de Catalunya en una entrevista publicada en su Dominical: “Nosotros somos individualistas. En España la gente protesta todos los días en la calle. En Italia ni eso, nos da todo igual”. Por eso quizá siga acudiendo a nuestro país. Y nosotros lo disfrutamos.