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Las actitudes sexistas del profesorado condicionan la educación secundaria

Barcelona —

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Barcelona, 15 nov (EFE).- Las actitudes sexistas del profesorado condicionan la educación secundaria y fomentan que los chicos abandonen antes la escuela que las chicas, según un estudio del grupo de investigación Género y TIC (GenTIC) del Internet Interdisciplinary Institute (IN3) de la Universitat Oberta de Catalunya (UOC).

El estudio, que constata que los chicos abandonan la escuela un 8 % más que las chicas, revela que el personal docente apunta al intelecto de los chicos en contraposición al esfuerzo de las chicas como fuente de éxito académico.

“De las alumnas se espera más esfuerzo, mejor rendimiento académico y un comportamiento más positivo. En cambio, con los alumnos se es más permisivo y se espera menos de ellos, lo que desanima a muchos a ser buenos académicamente”, ha resumido Milagros Sáinz Ibáñez, investigadora líder del GenTIC.

El estudio, titulado 'Secondary School Teachers' Views of Gender Differences in School Achievement and Study Choices in Spain' y publicado en 'Sage Open', ha sido elaborado por Sergi Fàbregues, también de GenTIC, y Jordi Solé, investigador líder del grupo Laboratorio de Educación Social, ambos profesores de Psicología y Ciencias de la Educación de la UOC, con la colaboración de la profesora de la Universidad de La Laguna Sara García-Cuesta.

El objetivo del trabajo ha sido “constatar, de forma empírica, en qué medida una parte del profesorado de secundaria sigue teniendo actitudes sexistas respecto a los logros académicos diferenciales entre hombres y mujeres y la elección de estudios”, según Sáinz Ibáñez.

Los resultados, obtenidos a partir de una muestra de 36 profesores, indican que hay que “propiciar cambios en el sistema educativo para favorecer un entorno de socialización y de educación más igualitario”, según la experta, que subraya que muchas de estas actitudes son inconscientes, basadas en prejuicios, pero que condicionan, en gran medida, la trayectoria profesional del alumnado.

“Curiosamente, explicaban las buenas notas de algunos chicos en términos de su gran capacidad intelectual, pero no hacían ninguna referencia al esfuerzo. En cambio, para explicar las buenas notas o mejor rendimiento de las chicas, hacen referencia al esfuerzo que estas tienen que llevar a cabo porque son más trabajadoras y están mejor adaptadas al sistema educativo en comparación con sus compañeros chicos”, ha detallado la investigadora.

Algunos integrantes del profesorado consultado opinan también que el hecho de que las chicas maduren antes favorece su rendimiento, porque las hace ser más responsables y estar más atentas en clase.

“En general, se tiende a esperar menos de los chicos que de las chicas. Además, si un chico se porta de manera disruptiva en el aula, el profesorado suele ser más permisivo porque se justifica que muchos chicos son despistados o inmaduros, pero cuando una chica no tiene buen rendimiento académico y un mal comportamiento o mala actitud en clase, es doblemente sancionada”, ha concluido Sáinz Ibáñez.

El profesorado consultado en el estudio considera que con su docencia no influye en la brecha de género en la elección de estudios, y la atribuye a otros factores, como el papel de las familias o los medios de comunicación.

Según la investigadora de la UOC, “para la mayor parte del profesorado, las medidas para abordar las diferencias de género en rendimiento y logros escolares no tienen que pasar por segregar por sexos”.

Según los autores del trabajo, el de España no es un caso aislado ya que otros estudios demuestran que en muchos países occidentales los chicos se quedan por detrás de las chicas en varios indicadores académicos, como el rendimiento escolar y el abandono escolar prematuro.

Esta tendencia, sin embargo, no se observa en países en desarrollo como Bangladés, India, Pakistán o Malasia, donde las chicas se quedan por detrás de los chicos en estos mismos indicadores.

En España, durante la última década, los chicos han mostrado una predisposición más alta a abandonar la escuela antes de que sus homólogas femeninas.

En 2019, como ejemplo, el 21,4 % de los chicos y el 13 % de las chicas abandonaron sus estudios.

Además, el alumnado español sigue escogiendo caminos académicos congruentes con los roles de género: sólo el 27,4 % de las alumnas cursa estudios tecnológicos y sólo el 35% de los chicos opta por estudios de humanidades, aunque el número de mujeres en estudios relacionados con salud y ciencias ha aumentado un 74,29 % y un 58,75 % en los últimos años, respectivamente.