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Arcadi Oliveres, catedrático de Economía que fue maestro en justicia social
Matilde Pont Cullell
Barcelona, 6 abr (EFE).- El catedrático de Economía de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB) y activista social, Arcadi Oliveres (Barcelona, 1945), fallecido este martes a los 76 años, será recordado siempre por sus lecciones de justicia social, pacifismo y derechos humanos.
Profesor de Economía Aplicada y experto en relaciones internacionales norte-sur y el negocio de la guerra, Oliveres se implicó desde su época estudiantil en todas las causas de justicia social y global, de progreso de la dignidad humana y de catalanismo, que le llevaron a participar en La Caputxinada, en la Assemblea de Catalunya o, más recientemente, en el movimiento 15M y en la constitución de la plataforma política Procés Constituent.
Hombre de profundas convicciones izquierdistas y católicas, Oliveres está considerado una persona “sabia y buena” por todos los que le conocieron, especialmente entre sus alumnos, que le han dedicado en las últimas horas miles de mensajes de admiración y agradecimiento.
Entre sus luchas destacan tres en las que fue incansable: contra la pena de muerte, contra la industria militar y a favor de la acogida de refugiados y la regularización de inmigrantes.
En la trayectoria vital de Arcadi Oliveras destaca su medio siglo de vinculación con la organización católica de promoción y defensa de los derechos humanos en el mundo Justicia y Paz, que presidió entre 2001 y 2014.
Desde esta ONG impulsó la primera campaña para destinar el 0,7 % del PIB a la cooperación en el desarrollo de los países del Tercer Mundo en España.
Demostró su decidido activismo pacifista en las campañas y manifestaciones del movimiento anti OTAN, contra el comercio de armas, por la objeción de conciencia al servicio militar obligatorio, contra la deuda externa de los países empobrecidos y contra la guerra de Irak, entre otras.
Es autor de centenares de escritos y decenas de obras sobre las relaciones norte y sur, el comercio internacional, la deuda externa y la economía de defensa que forman parte de la bibliografía imprescindible para las personas interesadas en estas cuestiones.
Gracias a un discurso combativo y coherente con valores universales en el que unió protesta con propuesta, Oliveras ha sido referente indiscutido de numerosas iniciativas en favor de los derechos humanos y la justicia social, entre ellas del movimiento de indignados 15M, que apoyó públicamente.
En su libro “¡Digamos Basta! (2012), sobre las connivencias entre la política y la banca, propone acabar con el sistema capitalista, lo que lo convirtió en libro de cabecera para muchos de los 'indignados' y lideres sociales y políticos de hoy.
Hasta el final de sus días ha sido miembro activo de diversos organismos y entidades, entre las que destacan el Patronato de la Universidad Internacional de la Paz de Sant Cugat del Vallès (Barcelona), el Consejo Catalán del Fomento de la Paz y la Federación Catalana de ONG por la Paz, que presidía.
Oliveres, que fue alumno de Josep Maria Xirinachs, mostró su compromiso con la democracia a través del activismo político y la desobediencia civil combatiendo contra la dictadura de Franco.
En los 60, estando en la universidad, participó en las asambleas clandestinas del Sindicato Democrático de Estudiantes y en la Caputxinada, la asamblea de estudiantes que se celebró en los Capuchinos de Sarrià en 1966 con sitio policial.
Se integró en la Assemblea de Catalunya, desde donde promovió al principio de la Transición, en 1976, la “Marcha de la Libertad” para reclamar “Libertad, Amnistía y Estatuto de Autonomía”.
En 1977 participó en la creación de la Asociación Catalana de Solidaridad y Ayuda al Refugiado (ACSAR), de la que nunca se desvinculó.
En 1986 fue nombrado vicepresidente de Justicia y Paz y, cuando murió Joan Gomis, le sustituyó, en 2001, en la presidencia de la entidad, cargo que mantuvo hasta abril de 2014.
Entre 1986 y 1999 también fue vicepresidente y presidente de la Comisión General de Justicia y Paz de España.
En la década pasada impulsó junto a la monja Teresa Forcades la creación de la plataforma popular para la independencia de Cataluña “Procés Constituent” y estuvo en los movimientos a favor de la celebración de un referendo de autodeterminación.
En la campaña de las últimas municipales participó en actos electorales de Barcelona en Comú, la candidatura que encabezaba la alcaldesa Ada Colau.
Oliveres estaba casado con Janine Künzi, una enfermera, maestra y filosofa suiza, con la que tuvo cuatro hijos varones, uno de los cuales murió joven a consecuencia de un cáncer.
En 2014, se estrenó en cines Mai és tant fosc (Nunca es tan oscuro), una película sobre la figura de Arcadi Oliveres dirigida por la cineasta Èrika Sánchez Marcos.
Autor de una docena de libros sobre la deuda externa, las relaciones norte-sur, el armamentismo o la crisis económica, siempre enseñó a sus alumnos que una economía más justa socialmente es posible y denunció incansablemente la connivencia entre empresarios, banca y política.
Entre los numerosos reconocimiento y premios que recibió destacan la medalla de oro al Mérito Cívico del Ayuntamiento de Barcelona (2012), el premio Memorial Lluís Companys de la Fundació Josep Irla (2000), el premio de la Fundació Lluís Companys de ERC (2001), el premio Internacional Alfonso Comín (2011), el premio Pere Casaldàliga para la solidaridad (2013) y el Premio Internacional per la Paz del ICIP (2017). EFE
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