Brasilia, 19 nov (EFE).- La Cámara de Diputados de Brasil aprobó este martes una ley impulsada por el Gobierno que sienta las bases de un mercado de créditos de carbono y que busca incentivar la reducción de emisiones contaminantes por parte de las empresas.
La medida, que fue aprobada por una amplia mayoría y que ahora tiene que ser sancionada por el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, obliga a las empresas que contaminen por encima de determinado nivel a pagar por ello, un incentivo para que se vuelvan más limpias.
Una de las formas que estas empresas más contaminantes tendrán para compensar las emisiones será la de comprar créditos a las que contaminan menos.
El mercado de compra y venta de créditos será aplicado a las actividades que produzcan anualmente más de 10.000 toneladas de dióxido de carbono, aunque ciertos sectores podrán participar de forma voluntaria.
Es el caso del sector agrícola, que tiene mucha influencia en el Congreso brasileño y que no estará obligado a contener las emisiones pese a ser una de las principales fuentes de las mismas.
El mercado de carbono será implantado de forma gradual a lo largo de seis años, momento a partir del cual el Gobierno prevé que impulse el PIB en 5,8 % durante la siguiente década gracias a un aumento de las inversiones.
Tras la aprobación de la medida, el ministro de Relaciones Institucionales de Brasil, Alexandre Padilha, destacó en redes sociales que el proyecto proporciona al país “una regla estable para atraer más inversiones para la sostenibilidad”.
Lula ha hecho del combate a la deforestación una de sus principales banderas y ha logrado en el último año una caída del 31 % en la tala en la Amazonía, gracias a una mayor fiscalización y al aumento de las sanciones por incumplir la legislación ambiental.