En los próximos días, la Dirección de Osakidetza ha planificado una campaña de información entre quienes tienen responsabilidades en los hospitales vitorianos para explicarles de primera mano la propuesta de reorganización.
Esta semana, los gestores del Servicio Vasco de Salud han convocado a los jefes de servicio, jefes de sección y supervisoras de enfermería de los hospitales de Txagorritxu y Santiago para explicarles en persona las medidas que se aplicarán, algo que ya les han comunicado por carta a través de un correo electrónico enviado a última hora de la mañana de este pasado viernes.
Además de este colectivo, el Departamento que dirige el consejero Jon Darpón también ha convocado al Consejo Técnico del Hospital Universitario de Álava (HUA) con el mismo fin.
De esta manera, el nuevo Gobierno Vasco quiere explicar los detalles de los numerosos cambios que conllevará la reorganización de los dos hospitales. La medida afectará tanto a pacientes como médicos y, en principio, también a personal de enfermería.
Pacientes perjudicados
Por otra parte, el documento con la propuesta de organización, al que ha tenido acceso El Diario Norte, señala entre las dificultades de aplicación del plan la posibilidad de que “la concentración de determinadas especialidades en una de las sedes, vaya en perjuicio de los pacientes ingresados en la otra”. Es decir, Osakidetza asume que si una persona está ingresada en un hospital con una dolencia cuya sede está en el otro centro podría no recibir la atención óptima, aunque eso no supone que no sea correctamente tratado. Esta situación es una de las dificultades que la propia organización sanitaria reconoce de la implantación de esta nueva organización y que ayer publicó El Diario Norte.
El resto de “dificultades” -término elegido por Osakidetza para definir los obstáculos que pueda encontrar en este proceso- se basan en la dificultad de encontrar el consenso político y social y en las aspiraciones laborales de muchas de las personas afectadas por este cambio.