Los educadores y auxiliares de la empresa Ixuri, que presta servicios al Centro de Menores Bideberri de Vitoria, pedirán la intervención de la Fiscalía ante la situación de desprotección que padecen los menores extranjeros no acompañados, también conocidos como los Menas-acogidos en la red de centros de la Diputación alavesa. Estos trabajadores declaran que esta situación en la que se encuentran estos chavales no es nueva. Desde que las Institución foral iniciará una políticas de recortes hacia esa área a duras penas se cumplen los objetivos educativos y de protección recogidos por la ley hacia estos chicos. Aseguran también que el ratio de trabajadores por usuario es insuficiente.
Ante la falta de respuesta y reacción por parte de Bienestar Social ante estas deficiencias y después de la orden de despidos de un tercio de la plantilla han decidido recurrir a la Fiscalía para que intervenga. “La situación ha degenerado de tal manera que nos hemos convertido en meros contenedores de estos chicos. No cumplimos con los objetivos educativos pero con la reducción de personal que nos imponen, difícilmente podremos hacer esas otras laborales de contención de los chicos. No seremos capaces de preservar la paz social en los centros”, advierte Andoni Basterra, responsable de Intervención Social y Discapacidad de Comisiones Obreras.
Saturación de usuarios
El Departamento de Bienestar Social ha ordenado el despido de 16 de 53 trabajadores, que deberán hacer efectivo en febrero. Los trabajadores afectados han convocado jornadas de huelga que celebrarán cada jueves del próximo mes y que prolongarán en marzo si la dirección del departamento no se replantea la decisión “No se ha reducido el número de usuarios pero deciden que quieren rebajar el número de trabajadores. No nos quedaba más salida que ir a la huelga”, confesaba el portavoz de CCOO. Andoni Basterra ha explicado que el número de menores acogidos es en ocasiones superior al establecido para el centro, que dispone de 24 plazas más otras seis prevista para picos de ocupación. “Hemos tenido que improvisar camas en los pasillos, en los sofás del salón porque han llegado a coincidir hasta 40 chicos acogidos”, revela uno de los trabajadores.
El portavoz de CCOO asegura que toda la red de centros de menores de Álava padece estos problemas de falta de recursos.