“Me encantaría que Pablo Iglesias diera paso a Irene Montero en la candidatura a la Presidencia del Gobierno”
Antonio Maíllo (Lucena, 1966) acaba de anunciar que no repetirá como candidato a la Presidencia del Gobierno andaluz en las próximas elecciones. Será Teresa Rodríguez, líder de Podemos, quien encabece el proyecto de Adelante Andalucía. En esta entrevista recomienda a “toda una generación de tíos”, incluido Pablo Iglesias, que dé un paso a un lado para que las mujeres ocupen la primera fila de la política.
¿Le ha costado delegar en Teresa Rodríguez la candidatura a la Presidencia de la Junta?
Para nada. Lo he hecho por convicción y estoy muy contento. Pero permítame que le matice: yo no delego nada. La novedad de este proyecto es que la referencia política es coral. Teresa y yo somos complementarios. Adelante Andalucía está proporcionando hitos, no desde la conflictividad tan frecuente en la izquierda, sino desde la unidad y el esfuerzo colectivo, que es lo que la gente nos demanda.
¿La decisión ha sido suya o forma parte de una negociación con Rodríguez?
Es una reflexión colectiva de los dos equipos en torno a una pregunta: ¿Quién está en mejores condiciones de disputar el poder a Susana Díaz en el contexto histórico actual? Somos dos dirigentes que acuñamos gran patrimonio político, pero aquí hablamos de poner la guinda al pastel. Mi conclusión es que esa disputa debía hacerse en el campo del feminismo. Es tiempo de mujeres y no de hombres que hablen de mujeres; ese es el salto cualitativo. No está mal que la izquierda, por primera vez, sitúe delante a la mujer en esa disputa por el poder. Eso nunca se había dado en el campo de la izquierda, y ya era hora.
¿Ha pedido alguna contrapartida a Podemos a cambio del número uno?
Yo soy muy malo para las negociaciones porque no miro los contrapesos. Creo que la convicción es la mejor fuerza para lograr el mejor acuerdo. El esfuerzo de generosidad ha sido mutuo. La candidatura está muy equilibrada, es obvio que ponderada con la representación actual de cada grupo. Es verdad que hay gente que identifica la política como correlación de fuerzas, pero Adelante Andalucía trasciende lo que es IU y Podemos. Si no hubiéramos estado convencidos de esto, Teresa y yo habríamos competido en unas primarias.
¿No tuvo ni un instante de melancolía al pensar ya no volverá a ser candidato?
Bueno, el ego nunca está ausente en política. Ese sentimiento de ‘has sido candidato y ahora no lo eres’… Pero me compensa contribuir a un espacio de mucho amor político. Parece una renuncia, pero no lo es. Quienes hemos sido militantes siempre, cuando te llega el momento de tomar una decisión importante y lo haces en coherencia con lo que has pensado toda tu vida, me llena de orgullo. También me sirve -a mí que soy docente- para hacer pedagogía de la política.
Pero entiende que muchos se sorprendan y tengan otra percepción de lo que ha ocurrido en la confluencia. Su lenguaje político no es el que usan sus rivales…
Claro, lo común es que haya un lenguaje darwinista en política, de teoría de las especies, de la depredación, de homo homini lupus…Bien, pues que se queden con esa política y esa visión del mundo. Yo no la quiero.
“La IU de la que se fue Teresa Rodríguez no es la misma a la que ha vuelto para confluir”
¿Cómo cree que digiere IU tener ahora como candidata a alguien que se marchó de IU porque no estaba conforme con la acción política de su partido?
Mire, yo soy militante de IU desde que se fundó. Eso me ha permitido recorrer esta organización durante sus 32 años de historia. Nosotros hemos aspirado siempre a espacios de unidad. Recuerdo cuando los líderes comunistas de entonces -Julio Anguita, Felipe Alcaraz- decían que IU Convocatoria por Andalucía tenía la voluntad de que el Partido Comunista fuera minoría en esa confluencia. Para que fuera un desborde lo que garantizara el éxito, que se incorporaran tantas alianzas sociales, que el PCA consituyese sólo una parte de esa unidad. Es verdad que hay gente que en su corazón habría preferido tenerme a mí como candidato, eso forma parte de la lógica emocional. Pero Teresa Rodríguez se ha ganado el corazón de los militantes y votantes de IU, por el debate interno que ha hecho en Podemos y por el respeto que ha tenido a nuestra organización.
¿La IU de la que se fue Teresa Rodríguez no es la misma a la que ha vuelto ahora para confluir?
Así es, no es la misma IU. Eso es verdad. Tampoco la sociedad es la misma.
Usted habla siempre de un proyecto colectivo, de un acercamiento de dos formaciones. Pero da la impresión de que ha influido mucho el papel de sus líderes y la relación personal entre ustedes.
En estos tiempos de nueva política, lo personal es político. Teresa me reconoce legitimidad por mi trayectoria política no profesionalizada y yo le reconozco su trayectoria de simpatía en torno a su mensaje. Luego hay una segunda condición sin la cual no habría sido posible avanzar en un proyecto tan complejo como éste: la confianza mutua. Sabemos que el otro juega limpio. El tercer vector es político: si Teresa hubiera defendido lo que defendió su contrincante en las primarias de Podemos, habríamos tenido un problema. Si Teresa, en lugar de hablar del reconocimiento de IU y otras fuerzas, dice que Podemos es el líder mundial de todo y los demás somos satélites confluyentes, pues habríamos tenido un problema.
¿Ese es el problema que tiene Alberto Garzón en el federal?
Yo creo que ese es uno de los problemas. Los procesos de unidad se hacen cuando cada formación se siente cómoda en esa unidad. Pero si se habla en términos de empresa, una OPA, una adquisición, entonces no estás acumulando fuerzas, sino superponiéndolas. No creo que IU federal haya sido absorbida por Podemos, ni mucho menos. El problema es que hay compañeros de Podemos que están convencidos de que ellos son el sol y los demás somos satélites. Yo no comparto ese heliocentrismo de Podemos.
Usted y Garzón han repetido mucho que el modelo andaluz de confluencia debe exportarse al conjunto del país. La idea de que un proyecto feminista lo encabece una mujer, ¿también debería inspirar a los líderes federales?
Sí.
¿Cree que Pablo Iglesias debería delegar o dar paso a Irene Montero como candidata a la Presidencia del Gobierno de España?
Sí, sí, sí. Me encantaría. Y creo que a Pablo Iglesias también. Pablo es una de las mentes más brillantes en la política española. Pero también ha habido mujeres brillantísimas en la política que nunca han podido ser número uno. Ahora estamos en una enmienda a la totalidad de la historia, y si toca que una generación de tíos ocupemos un espacio político de acompañamiento a las mujeres, se hace. Llevamos siglos de camino contrario. En Andalucía tenemos una mancha histórica: la primera fuerza política que presentó a una mujer como candidata en la historia autonómica fue el PP y Teófila Martínez. Y en IU, desde 1986 con Anguita, hasta hoy, nunca llegamos a presentar a una mujer como candidata.
También hemos visto cómo dos mujeres poderosas -Susana Díaz y Soraya Sáenz de Santamaría- intentaron ponerse al frente de los dos partidos que han gobernado España, y no han recibido el respaldo de las bases y sus compañeros.
La clave está en diferenciar el momento de las mujeres y el del feminismo. Susana Díaz y Soraya Saénz son dos mujeres con un perfil político que contravienen el espíritu del tiempo nuevo y del feminismo. Su condición de mujer no les hace representantes del feminismo ni del cambio de paradigma que se está dando, al contrario. Díaz arguye que es mujer, pero no forma parte de un proceso de conciencia política instalado en el feminismo. Más bien ha crecido en un partido con un paradigma patriarcal. Ojo, también ha tenido que luchar como mujer contra eso, pero asumiendo el patriarcado. No hay más que ver al equipo que rodea a Susana Díaz donde la única mujer es ella. Y el caso de Soraya es idéntico. Idéntico.
“La defensa de la República estará en el programa de Adelante Andalucía”
En el borrador del programa electoral de Adelante Andalucía no aparece uno de los imponderables de IU en todos sus programas: la defensa de la República como modelo de Estado. ¿Han renunciado a eso?
¿No aparece? A lo mejor es que no hemos difundido el documento entero. Creo que hay tres apartados que no se incluyeron al final. En el preámbulo aparece, ¿no? Quizá no lo hemos pasado porque el documento no es definitivo.
¿Adelante Andalucía defiende la República como modelo de Estado?
¿Perdón? Sí, sí. Totalmente. Pero en el preámbulo aparece, ¿no? [Interviene el jefe de prensa de IU: “Faltan matices al preámbulo que, una vez que esté terminado el documento, aparecerá explícitamente]. Aparecerá, seguro.
¿Adelante Andalucía es de izquierdas?
Claro. Donde está IU está la izquierda. Pero aspiramos a que sea un movimiento que trascienda la identidad de la izquierda. Que toda la gente de izquierdas forma parte de Adelante Andalucía, sí. Y que hay gente que aunque no se identifique de izquierdas puede estar en el progresismo de esta coalición, también.
En el programa no aparece esta definición. Se lo pregunto porque en las elecciones de 2015 usted insistió mucho en que IU era el único partido que se definía sin complejos como una formación de izquierdas, y puso mucho empeño en subrayar que Podemos, entonces su directo competidor, no se presentaba con un proyecto de izquierdas.
Es verdad, eso era así. Pero ahora podemos decir que si IU está en Adelante Andalucía es que Adelante Andalucía es un proyecto de izquierdas. Y lo que hace que este proyecto trascienda la izquierda es la presencia de otras organizaciones, como Podemos.
Usted trabajó para un Ejecutivo socialista antes y después de que se formase la coalición de Gobierno PSOE-IU en la legislatura pasada…
Disculpe, yo no trabajé para un Gobierno socialista. Yo soy funcionario A1 con derecho a acceder a cualquier puesto de libre designación. Faltaría más que por ser de IU no pudiera hacer carrera profesional. Tengo una trayectoria docente reconocida antes de ser coordinador regional de IU y no le voy a permitir que diga que yo he estado en ningún Gobierno socialista.
Me refería a que fue jefe de servicio en la Consejería de Educación de la Junta, un cargo de libre designación…
Sí, pero un puesto de libre designación no es lo mismo que un eventual. Hubo un concurso que se publicó en el BOJA, y de los funcionarios con requisitos que presentaron sus méritos -yo presenté los míos- me eligieron a mí. Yo he sido director general en la Junta y le puedo garantizar que de todos los que trabajaban en mi departamento, ninguno era de IU. Ni votaban a IU. Es una frivolidad decir que yo he participado del Gobierno socialista.
Voy a reformular la pregunta: Usted, en el ámbito profesional al que pertenece, gracias a su experiencia y con los requisitos administrativos exigibles, aceptó un puesto directivo en la Consejería de Educación de un Gobierno socialista. Mi pregunta es: ¿Se puede aportar a la política al margen de los partidos como plantea la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, para repetir como candidata?
No es lo mismo. Carmena no habla de rodearse de los mejores en términos administrativos, eso debe hacerlo todo gobernante. El problema es que en democracia, ¿quién decide quiénes son los mejores? ¿El criterio personal de Carmena o el criterio colectivo de la suma de organizaciones y personas que conforman Ahora Madrid? Yo pienso que lo segundo es mejor que lo primero. Lo primero huele a cesarismo, lo segundo es nueva política. Ambos casos tienen riesgos: el cesarismo y el partidismo. En los partidos tendemos a pensar que los nuestros, los que tienen carné, son los mejores, y esa caspa nos la tenemos que quitar.
“Si PP y Cs no suman mayoría absoluta nunca van a gobernar Andalucía”
Su discurso es muy duro contra el PSOE, pero Adelante Andalucía debe apelar a sus bases si quiere crecer.
Nosotros distinguimos susanismo de socialismo. Es una señora que ha estado gobernando durante tres años supercómoda con Albert Rivera, que está situado en la extrema derecha. Adelante Andalucía no sólo se sitúa a la izquierda del PSOE, también ocupa, se solapa, se superpone a parte del espacio político del PSOE. A los votantes del PSOE les dan arcadas de pensar que la alianza natural de Susana Díaz es con Cs. Ese es el espacio político que nosotros vamos a disputarle. Que los votantes socialistas se sientan cómodos en Adelante Andalucía, que es un espacio donde está IU, pero no es IU, está Podemos, pero no es Podemos…
¿Su rechazo a pactar con el PSOE puede provocar, de rebote, un Gobierno conservador?
Si PP y Cs no suman mayoría absoluta nunca van a gobernar Andalucía. Pero también tenemos claro que no vamos a gobernar con Susana Díaz.
Las encuestas que se han publicado hablan del estancamiento de Podemos e IU. ¿Le preocupa?
Acabamos de iniciar un proceso político, con un programa electoral. Déjenos que vaya madurando. En segundo lugar, asistimos a un momento de volatilidad donde todo es frágil. Lo que hoy está arriba puede hundirse, y lo que parece inerte puede hacerse fuerte. Adelante Andalucía es una novedad y una incógnita, es lo único nuevo en las próximas elecciones.
¿Tiene algún dilema moral por la venta de corbetas a Arabia Saudí?
Sí. El derecho internacional dice que no podemos vender bombas a Arabia Saudí. Entendemos la situación de los trabajadores de Navantia en Cádiz, son sus movilizaciones las que garantizan el empleo en la zona, pese a la irresponsabilidad del PP y del PSOE, que llevan 40 años sin una planificación de diversificación de la industria naval. Tienen posibilidad de reciclaje, hay mercado de trabajo en la renovación de barcos comerciales, y ni los gobiernos de PP ni de PSOE han actuado con esa planificación. No podemos asumir el chantaje de Arabia Saudí: corbetas a cambio de que les vendamos bombas.
Dos mujeres activistas en contra de la gestación subrogada acudieron el sábado a Málaga para protestar en el mitin de Albert Rivera. ¿Conoce a personas que hayan tenido hijos mediante este sistema? ¿Está de acuerdo?
Tengo amigos, sí. Y cuando estoy con ellos no puedo hablar de vientres de alquiler porque se pelean conmigo. Es una situación complicada, pero yo no comparto la pasta brutal que se han dejado, porque hay adopciones. No estoy de acuerdo con la gestación subrogada. Es un debate que ha habido en el movimiento gay con muchas contradicciones. El movimiento gay y el movimiento feminista siempre han sido aliados, y este tema ha supuesto una quiebra. En todos los partidos, al principio el movimiento gay estaba a favor de la maternidad subrogada, y las feministas a tope en contra. Al final el feminismo ha ganado el debate, tanto en IU como en el PSOE. El lobby gay en el PSOE ha presionado mucho, pero al final el feminismo ha ganado un debate que era de clase, porque esto no es una elección, sino una selección. Quien acabó con esas contradicciones en el PSOE fue Carmen Calvo, que es la única que siempre ha sido feminista de verdad ahí. Esto era un debate de clase. Cuando los guays -Miguel Bosé, Ricky Martin, Jaime Cantizano- gente de mucha pasta, pueden pagar un vientre de alquiler… Está la perspectiva del dinero, y luego está la perspectiva moral sobre la mujer, que no tiene relación biológica con el bebé, y se convierte en incubadora. Es una cosa chocante, pero después de una reflexión, estoy en contra.