En Andalucía, en la última década, se ha producido un incremento sin precedentes en la tasa de creación de empresas, que ha sido apoyado por las iniciativas adoptadas por los distintos poderes públicos y privados. Y detrás de cada empresa creada, hay una historia, esfuerzo, ilusión y mucho sacrificio. Lo que nosotros llamamos ADN emprendedor.
Proyectos Minerva: “¡Fuera complejos! Somos capaces de producir y crear”
Las ideas de negocio pululan en el aire, en las conversaciones. Hasta que una, con más brillo que las demás, prende. Emprender es eso, el momento inicial. Después viene la verdadera labor: dar estructura y desarrollo a la idea para transformarla en un proyecto o empresa viable. Camino para el que, además de energía y horas de dedicación, se necesita contar con el apoyo y las herramientas adecuadas. Así la llama, lejos de apagarse, se mantiene encendida brillando a pleno calor.
Durante un año han estado 14 proyectos empresariales transitando este camino, avivando el fuego de sus ideas de la mano de Minerva, el programa de formación para el emprendimiento tecnológico liderado por la Junta de Andalucía y Vodafone, en su edición 2016 con el que cierran su cuarta convocatoria. Son proyectos que han presentado públicamente sus modelos de negocio durante la tarde del jueves en el Espacio Box en Sevilla, en el marco de Minerva Day 2017: un encuentro entre los participantes del programa, los empresarios locales y el ecosistema de innovación y tecnología de Andalucía. Trending Topic en Sevilla, por cierto, durante el evento.
“Tenemos muchos retos que abordar en una sociedad que está apostando claramente por el emprendimiento”, expone Gracia Catalina Piñero, directora del Programa Minerva, tecnóloga y sevillana que ha vivido en diversas partes del mundo e incide en una idea: “En Andalucía nos sobra talento pero nos faltan muchas otras cosas: creérnoslo y habilidades empresariales, comunicativas y comerciales. Aquí no tenemos nada que envidiarle a nadie del mundo, tenemos capacidad y formación de sobra. ¡Fuera complejos! Somos capaces de producir y crear si nos lo creemos. Falta que el ecosistema empresarial que aún está verde se termine de formar, sobre todo en el acceso a financiación y en el capital relacional, sin miedos. El no, sin escribirlo, ya lo tienes”.
De ahí que la intención del programa sea generar empleo en Andalucía, fomentando el emprendimiento y contribuyendo al tejido empresarial de la región con empresas sostenibles en el tiempo. Para ello, prosigue la directora, “hay que darle a los emprendedores las opciones y herramientas que necesitan. Nuestro objetivo principal en Minerva es apoyarles para que conviertan sus ideas en negocios reales, sostenibles y con las máximas garantías de éxito, sin miedo a fracasar por el camino. Fracaso es no haberlo intentado, recalcamos en el programa. Emprender es difícil”.
Para llevarlo a término, en Minerva se centran en acompañar los proyectos desde tres pilares básicos: el negocio, la comunicación y la comercialización. Una formación intensa porque “emprender no es sencillo, por eso nosotros no garantizamos, sino que aumentamos las posibilidades de éxito y les dotamos de herramientas no solo para la duración de la formación, sino para toda su vida empresarial”.
Soltando miedos
En primer lugar, en el programa validan que la idea de negocio que trae el participante tenga sentido y cabida en el mercado, trabajando con una metodología muy práctica, la Line Startup, con la que “empujamos a los emprendedores a salir del enamoramiento inicial del producto para enfrentarlo con la realidad, testando desde el primer momento en la calle si es viable. El método científico de toda la vida de prueba error”.
Después, a los emprendedores se les forma en comunicación, algo estratégico en una empresa y “para la que solo hay dos vías: se hace bien o se hace mal. En Minerva casi todos los perfiles son tecnológicos, que suelen infravalorar la comunicación hasta que se dan cuenta de lo importante que es. Aquí hacen notas de prensa, presentaciones públicas… les damos todas las claves para que utilicen la comunicación a su favor y no en su contra”.
También se les forma en la comercialización de los proyectos. “En Andalucía nos da miedo comunicarnos, pero más nos da vender porque hay un miedo al fracaso enorme. Los perfiles tecnólogos tenemos una zona de confort que es la de estar desarrollando el producto y se nos olvida que eso lo tenemos que vender. Una cosa tan de base como que si no vendes la empresa no vive. Hay emprendedores que se llevan 2 ó 3 años desarrollando una tecnología que después no saben cómo van a vender, que ellos creen que es muy valiosa y después al testarla en las pruebas comerciales comprueban que no”. También se les apoya con otras herramientas fundamentales como la financiación propia, dando visibilidad a los proyectos, facilitándoles espacios de coworking y oficinas, entre otros recursos. Asimismo, al término del programa, la relación con los participantes no acaba, se les sigue apoyando y asesorando y se les incluye en Minerva Forum, que acoge a todas las empresas de todas las ediciones para darles un punto de encuentro y sinergias.
El talento andaluz que resaltaba Gracia Catalina se ve representado en los proyectos participantes de la edición 2016, poniendo en evidencia que “emprender no es sencillo”, sino una tarea atravesada por la ilusión y consolidada en el trabajo del día a día, con el apoyo de las herramientas y los profesionales adecuados.
Mejorar la calidad de vida y el medio ambiente
“Mi proyecto es consecuencia de mi trayectoria profesional en la gerontología y de mi propia experiencia personal con mi padre. Percibí la necesidad de dar más independencia a las personas mayores”, explica Rafael Serrano, fundador y CEO de Beprevent, creado para dar soluciones domésticas e inteligentes a las personas mayores y sus familiares con etiquetas tecnológicas que se colocan en los objetos cotidianos que la persona mayor utilice (la puerta de la calle, el mando de la televisión, la mampara del baño, la medicación, la regadera de las plantas…). Los objetos llevan instalados un sensor que se activa cuando se utilizan, recabando datos de los patrones de conducta para prevenir situaciones de peligro. Datos que le aparecen en una aplicación con una línea de vida al hijo o la persona responsable de los cuidados, indicándole que todo está yendo correctamente o por el contrario hay alguna situación anómala. “Si entra en la ducha y pasadas las dos horas no ha salido, puede ponernos en alerta. O si todos los días riega las plantas, para él uno de los momentos más felices del día, y no lo hace durante un tiempo prolongado, puede indicarnos que algo no va bien. Que se sienta depresivo, por ejemplo”. Todo se hace previo acuerdo entre padres e hijos, “un pacto de confianza y cuidados en el que yo continúo mi vida y a la vez mi hijo se preocupa por mí” para los momentos en los que no pueda o no sea necesario que esté.
También con el fin de mejorar la calidad de vida de las personas, funciona la empresa de Dasware Tecnologies, creada en 2014 por Ignacio de Martín y Manuel Rivero, amigos de toda la vida, que explican que “nosotros no somos emprendedores, somos empresarios. El interés en emprender no debe partir de una necesidad o crisis, aunque de ahí nazcan grandes ideas empresariales, sino de la vocación”. En su empresa se centran en el diseño de productos y servicios en el marco del internet de las cosas. Concretamente, en Minerva han trabajado con su segundo producto: “OpenPark, un sistema inteligente de aparcamiento para abrir la puerta del garaje desde el móvil, con ventajas que no tienen los mandos tradicionales, que se pierden, estropean, se les gasta las batería y son mucho más costosos”. De la aceleradora, recalcan, además del “trato cariñoso y al detalle, su apoyo a la validación de los modelos de negocio para que las personas que los estamos poniendo todo en juego minimicemos el riesgo y tengamos éxito con nuestras iniciativas”.
María del Carmen García es catedrática de nutrición y bromatóloga y Antonio García Parilla es ingenerio. Son hermanos y han creado Balanceat, que surge de la pura necesidad personal de “llevar una alimentación equilibrada”. Consiste en una plataforma que ofrece menús equilibrados elaborados con productos frescos y de supermercado. El usuario puede elegir un menú preconfigurado o ir indicando su consumo que para saber si su alimentación es adecuada. Entraron en Minerva “buscando verificar si el proyecto era consistente. Ahora estamos a punto de monetizarlo y centrados en buscar alianzas. Hemos firmado un convenio con la Universidad de Sevilla para integrarlo en los comedores y que los alumnos lleven un control de su alimentación con comida saludable”.
El proyecto Smart Biosystem es una tecnología aplicada a la agricultura que busca a su vez cuidar el medio ambiente. Se trata de sistemas de riego inteligentes que mejoran la explotación agrícola y su calidad de vida, 100% telemático para que la persona no tenga que desplazarse personalmente y planteado desde el cuidado al medio ambiente, ya que tiene una duración de vida de 10 años en los que no es necesario recambiar ningún tipo de componente. Un seguro retorno de la inversión al cliente. También se orienta a mejorar el rendimiento de los ciudades y los huertos grandes. Una idea que surge, cuenta su promotor Adrián Navarro, de su profesión como licenciado en ambientales y su experiencia personal, porque su familia ha tenido invernaderos. “Si queremos que la agricultura sea sostenible, necesita mucho trabajo. Por ejemplo, en cuanto al uso sostenible del agua”. En el recorrido de Adrián en Minerva, “he perdido el miedo a enfrentarme al mercado validando que mi idea inicial encaja en él”.
Localizando más allá de Google Maps
¿Nunca te has perdido por un museo o supermercado buscando dónde estaba la sala de Monet o los yogures naturales? Por no hablar de las tiendas para el hogar que parecen laberintos. La empresa 4DGeoservices de Juan Pedro Cano y Carlos Colomo está desarrollando el proyecto GeoIndoor con el que dotan de información interna a los edificios. Por un lado, ofrecen información a los usuarios mediante una aplicación móvil sobre la distribución interna el edificio, los recursos y servicios que hay en él. Por otro, a los gestores del edificio, mediante una plataforma, les proporciona datos para conocer el comportamiento de los usuarios de su espacio, sus preferencias e intereses, pudiendo así maximizar sus recursos. Funcional incluso para los trabajadores, por ejemplo, de un hotel para saber dónde está cada compañero, etcétera. “La formación ha sido para nosotros importantísima porque sabemos de nuestras áreas de especialización pero no de empresa”, cuenta Juan Pedro, al que se le nota ilusionado con su proyecto. “Pero lo que más valoramos es que hayamos podido contratar gracias a Minerva a dos trabajadores más, Ana y Alejandro. Ahora, al ser un equipo mulitidiscplinar, hemos mejorado y estamos avanzando más. Esperamos pronto hacer las pruebas finales y comercializar nuestro proyecto”.
También para localizar trabaja Rubén Corrales, el fundador de SiLoPierdes. “La idea nace de que yo suelo olvidarme de todo y he perdido más de una cosa”. Su proyecto es un sistema de identificación de esos objetos personales susceptibles de ser olvidados (bolsos, llaves, móviles…). El usuario se registra en una plataforma, dejando sus datos y estableciendo una recompensa destinada a la persona que lo encuentre. Quien lo encuentra, acercando el móvil al sistema que tiene un chip, puede saber quién es el dueño insertando el código identificativo de su dueño. “El usuario por colaborar recibe la recompensa y el propietario lo recupera”. También han diseñado otros sistemas destinados para que lo lleven niños y personas mayores, como una pulsera que almacena datos familiares y médicos. Rubén habla del programa como “una ayuda interesante para cualquier persona que esté empezando con su proyecto. Me ha dado muchos conocimientos empresariales que no tenía y para saber cómo madurar la idea antes de chocarme contra un muro”, entre otros beneficios.
Hablando de localizaciones, en las carreteras hay quitamiedos como comúnmente se les conoce. En estas biondas se fijó un día Óscar Pereira, que dirige el proyecto Garbionda junto a Ignacio. “Me dedico al sector carreteras. Estábamos cambiándolos y me di cuenta de que más del 80% estaban bien en su forma pero no en su estado”. Han creado una herramienta que da solución a esto sin necesidad de quitar la estructura. Un camión con unos rodillos que las limpia y aplica una resina especial, devolviéndo así su estado inicial. Fundamental para la visibilidad. El pilar básico del proyecto es la seguridad vial. “Al principio nos dieron un vuelco en nuestra forma de ver las cosas”, comentan hablando del programa de aceleración. “Ahora estamos con el prototipo fabricado, preparando una prueba piloto en San Sebastián y otra con el Ayuntamiento de Málaga”.
Ideas que surgen viajando
Una plataforma para crear audioguías turísticas es la propuesta de Egoduco, cuya idea “surgió en Roma haciendo turismo”, explica David Aldavero, CEO de la empresa. “Me di cuenta de que no existía nada que te permitiese elaborar tu propia audioguía”. La idea es “llevar las audioguías más allá de los grandes museos para que una persona pueda hacer un itinerario de la ciudad o para museos que no se puedan permitir pagar sus propios aparatos de audioguías. Los creadores de contenidos, guías y pequeños museos, elaboran sus propias guías en la plataforma, sin ningún coste y ganando dinero con la venta y con clientes porque obtienen visibilidad. Nosotros nos encargamos de la parte del marketing y ellos, de elaborar los contenidos”. ¿Puedo ser eso hacerse la competencia a uno mismo?, es una pregunta que les hacen habitualmente los guías. “No porque no tienes que volcar todo lo que sabes, puedes hacer rutas con itinerarios distintos al que hagas habitualmente, hacerlas temáticas… muchas opciones que no perjudican su clientela actual. Por el contrario, puede ampliarla”. David, Fundador y CEO de la empresa, se dio cuenta del ambicioso paso que estaba dando y por ello recurrió a Minerva. “Me enfrentaba a un lanzamiento nacional, que ya está siendo internacional, y con mis conocimientos y medios era difícil gestionar solo. Con el programa he podido localizar, validar el modelo de negocio y estar preparado para enfrentarme a su lanzamiento”.
También relacionada con el sector turístico es la propuesta de Ricardo Fernández Street Museum AR, que consiste en aplicar la realidad aumentada al turismo a través de una aplicación móvil centrada en la experiencia de la persona. “Vimos que los turistas no hacen visitas contextualizadas a las ciudades. Con nuestro producto la idea es facilitar el acceso a la información de una ciudad pasando del mapa tradicional a lo digital creando un entorno interactivo”. La persona, mapa en mano, puede ir escaneando y conociendo la ciudad, qué pasó históricamente allí, qué personajes formaron parte de los acontecimientos, qué servicios hay, etc. “Sevilla es la plataforma de salida. El siguiente paso es incorporarlo en 10 ciudades españolas en un plazo de 3 años y en 30 de las ciudades más relevantes de Europa en un plazo de 5”. De Minerva, en este proyecto han aprendido que “una cosa es la idea preconcebida y otra la aplicación a la realidad. Hemos tenido que ir readaptando el producto y modelo. La validación ha sido fundamental”.
Invitando a viajar se construye Tied Love, el proyecto de la empresa Auty. Se trata de una tecnología cuyo fin es actualizar la tradición de colgar candados al mundo virtual y de forma personalizada. Además, con realidad aumentada permite al usuario ver el resto de candados del mundo. “La gente cuando se enamora quiere que este sentimiento dure para siempre. Con la tecnología blockchain, nosotros lo hacemos posible”.
También viajando, en este caso directamente por internet para entrar en el mundo de youtubers y bloggers, surge la idea del proyecto Crispfind, a iniciativa de cinco amigos liderados por Juan Miguel González. Uno de ellos “fue a una boda y no sabía hacerse el nudo de la corbata. Buscó en YouTube y buscando y buscando encontró a una persona que había colgado un vídeo. Apenas tenía seguidores pero nos encantó porque explicó genial cómo hacerse el nudo”. Así que pensaron en crear esta plataforma en la que los creadores de contenidos menos conocidos o nuevos “pero con la misma calidad que los más conocidos” pudieran tener visibilidad.
Proyectos para ahorrar, gestionar y simplificar funciones
“¿Por qué no se hace mejor la facturación de la electricidad?” Es una pregunta que se hacía con frecuencia Joaquín Rus, ingeniero industrial eléctrico con experiencia internacional. Su proyecto Voliot consiste en una plataforma para hacer visible la red eléctrica en internet. “Un dispositivo que funciona como un contador conectado a internet en el que con una aplicación visualizas toda la información. Su finalidad es triple: el ahorro, la eficiencia energética y la seguridad eléctrica. Interesante para empresas que necesitan mucha seguridad (grandes oficinas, fabricas) y que tengan interés en ahorrar porque con él conocen muy bien lo que pasa en la instalación”. Del escepticismo al máximo agradecimiento ha transitado Joaquín en su experiencia por la aceleradora. “Siempre he sido receloso del ambiente emprendedor. Yo he trabajado siempre por proyectos y solo centrado en vender. Acudí para valorar la viabilidad de mi proyecto con unos ojos externos y la experiencia me ha gustado muchísimo. No valoraba la comunicación y ahora sí. En mi caso, la formación ha sido fundamental”.
Para gestionar los problemas del hogar trabaja Sirae, un sistema que controla los aparatos del hogar de forma inteligente, por ejemplo “desconectando los aparatos para que no se vaya la luz, suponiendo un ahorro de unos 120 euros de media para un hogar. También controla el sistema de tarifas eléctricas cuando se tienen contratadas tarifas variables, programándose para conectar cuando el momento de la tarifa es el más bajo”. Los dispositivos no necesitan de instalación, solo de un gesto tan sencillo como colocarlos en un enchufe, instalar la aplicación en el móvil y gestionarlos desde ahí. En definitiva, se busca tener un mayor control del propio hogar por comodidad, ahorro, eficiencia y seguridad. “Teníamos la idea y la tecnología avanzada, pero nos faltaba el plan de negocio. El asesoramiento, el conocimiento, las herramientas y materiales… ha sido un programa fantástico”, comenta Victoria Parra, parte del equipo de este proyecto.
Por su parte Pibox, a la voz de Jose María González, nace también de la idea de gestionar y ahorrar aunando en un único dispositivo diversas funciones. Como ejemplo, convertirlo para que una alarma nos avise al móvil si salta y desde ahí hablar directamente para avisar con un micrófono que lleva integrado. Y se dice convertir porque el objetivo es “que cada usuario pueda crear sus propias funciones según las necesidades, todo en un mismo aparato”. A veces, partes de una idea inicial de un proyecto y te das cuenta de que estabas totalmente equivocado gracias a la mirada de otros. “Ha sido una experiencia muy enriquecedora. Cuando vienes de un campo como la informática no tienes experiencia en empresa, ventas, marketing… En el programa han sabido orientarme perfectamente.”
Las ideas de negocio pululan en el aire, en las conversaciones. Hasta que una, con más brillo que las demás, prende. Emprender es eso, el momento inicial. Después viene la verdadera labor: dar estructura y desarrollo a la idea para transformarla en un proyecto o empresa viable. Camino para el que, además de energía y horas de dedicación, se necesita contar con el apoyo y las herramientas adecuadas. Así la llama, lejos de apagarse, se mantiene encendida brillando a pleno calor.