La tirolina hispano-lusa: la ilusión de un británico que cruza el Guadiana

En barco, en coche o en autobús. Hasta ahora eran las opciones para cruzar el Guadiana y pasar a Portugal desde el oeste de Huelva, usando tanto el servicio en barco por el río o los puentes sobre el Guadiana. Pero desde hace no demasiado tiempo hay una opción que ya ha sido usada por cientos de personas, y que, desde luego, es original a la par que pionera: una tirolina.

Como si de un gran parque de atracciones se tratase, el empresario británico David Jarman pensó en su día que las montañas que rodean a la localidad de Sanlúcar de Guadiana le daban una inclinación natural al paisaje que podría tener esa utilidad, y comenzó una serie de gestiones y estudios del terreno, que terminaron con el primer viaje el pasado 5 de noviembre.

Desde entonces han sido muchos los que han utilizado esta tirolina, que es la más larga de España, con 720 metros de longitud, que también es la primera del mundo con carácter transfronterizo, que transporta por el precio de 15 euros a aquellos viajeros que así lo deseen.

Jarman la define como algo “totalmente seguro y novedoso” y que, en menos de un minuto, recorre el camino aéreo entre las pequeñas localidades de Sanlúcar de Guadiana y Alcoutim, con 446 y 3.770 habitantes, respectivamente, que han visto en esta original idea un nuevo recurso turístico para ambas localidades.

No obstante, en los 15 euros que cuesta el billete se incluye la subida en coche todo terreno hasta las inmediaciones del Castillo de San Marcos, punto en el que se sitúa la salida del viaje. Cuando el aventurero llega a suelo portugués tiene también pagado el regreso en ferry a suelo español, cruzando el río desde el municipio portugués de Alcoutim hasta el puerto deportivo de Sanlúcar de Guadiana, con lo que, incluso los barqueros de la zona, han salido ganando con esta iniciativa.

Con todo, el uso tiene algunas restricciones, como tener más de de 14 años, un peso mínimo de 25 kilos y uno máximo de 110. El recorrido tiene varias partes, y lo primero que ve el viajero, justo antes de tirarse, es el vacío, con la montaña y el río al fondo. Después viene el tramo de mayor pendiente y en el que se coge más velocidad, para terminar con un recorrido de unos 20 metros que ya se hace sobre el mismo río, todo ello a una velocidad que no supera los 80 kilómetros por hora, aunque la sensación es distinta para cada persona.

Seis puestos de trabajo

Además de todo lo que lleva consigo haber puesto en marcha esta idea, la creación de esta empresa, llamada 'Limite Zero', da trabajo a seis personas, y ahora se encuentra en plena temporada alta, al ser ofrecida como recurso de ocio activo por varias empresas turísticas en paquetes de visita a la provincia de Huelva. David Jarman cree que no solo los aventureros pueden usar este servicio, “sino cualquier amante de la naturaleza y de visitar los pueblos de zonas interiores”, con lo que la hostelería de cada pueblo gana en clientes “llovidos del cielo”.

El promotor señala que han sido necesarios unos 250.000 euros de inversión para sacar adelante la idea, y casi cuatro años de preparativos para que nada quedase a la improvisación. Lo más complicado, recuerda, han sido los trámites burocráticos que ha habido que salvar, sobre todo porque se trataba de hacer papeleo en los dos lados de la frontera, lo que ralentizó la apertura.

Tras dos meses de apertura inicial, la tirolina ha abierto de nuevo en febrero, con el objetivo de mantener el servicio y culminar esta segunda temporada el próximo mes de diciembre, siempre y cuando la meteorología permita su funcionamiento, aunque desde la compañía confían en la buena climatología existente en la zona durante casi todo el año, ya que ha sido otro de los factores que han sido estudiados.

Jarman, que se ha marcado el reto de superar los 25.000 viajes al año, unos cálculos que espera sobrepasar porque “es un trayecto muy apetecible y el usuario podrá cruzar uno de los ríos más importantes de la península deslizándose por un cable”, ha manifestado que “se notó mucho ambiente turístico en el pueblo” en los meses de noviembre y diciembre, con lo que se muestra satisfecho del recorrido y aceptación que está teniendo su idea.

Amante del deporte de aventuras

David Jarman lleva diez años afincado en la localidad de Sanlúcar de Guadiana. De hecho, este pequeño pueblo cuenta con una población británica estable, que se ha acostumbrado a vivir en él por su climatología y tranquilidad. Se define como un amante del deporte de aventuras y el turismo activo.

Sus primeras experiencias las desarrolló en Costa Rica, país de referencia en actividades de aventura a nivel mundial,donde montó su primera empresa propia ofreciendo viajes a turistas en vehículos 4x4 a lugares remotos de acceso difícil y tours en lanchas por las Islas y reservas naturales del país. También es experto en paracaidismo, senderismo, piragüismo, bicicleta de todo terreno, y buceo.

En barco, en coche o en autobús. Hasta ahora eran las opciones para cruzar el Guadiana y pasar a Portugal desde el oeste de Huelva, usando tanto el servicio en barco por el río o los puentes sobre el Guadiana. Pero desde hace no demasiado tiempo hay una opción que ya ha sido usada por cientos de personas, y que, desde luego, es original a la par que pionera: una tirolina.