El alcalde de Carboneras (Almería), el independiente Salvador Hernández, ha lamentado este jueves la decisión adoptada por el Tribunal Supremo tras declarar los terrenos en los que se asienta el hotel de El Algarrobico como no urbanizables, de modo que si bien ha aclarado que “respeta” la decisión de la justicia, opinta que la misma “cercena el futuro esperanzado de la comarca”.
El regidor, quien siempre ha defendido la legalidad del hotel y ha apostado por su apertura para dinamizar la economía, ha asegurado que al final el inmueble “no ha traído ni riqueza ni bienestar” al municipio, de manera que ahora se quedará como “algo estéril”. Para proseguir: “Los ciudadanos y los potenciales trabajadores no entienden de sentencias, si no que ven un establecimiento que estaba prácticamente terminado, que se paralizó y que ha hecho una daño terrible”.
En su opinión, “mediáticamente” el hotel también ha sido perjudicial para el pueblo. Dentro de tres días se cumplirán 10 años desde que frenaron las obras, por lo que se ha preguntado qué pasará ahora con el edificio, que cuenta con una licencia municipal para su construcción declarada legal por el tribunal. “Una cosa es la sentencia y otra es el derribo, yo creo que esto va para largo”, ha opinado.
Igualmente, ha explicado que aún “quedan muchas cosas por decidir” sobre este asunto, como “una potencial indemnización a la empresa” o “de quién es el terreno” en el que se instala el inmueble de una veintena de plantas y 411 habitaciones que promovió Azata del Sol.
En el otro lado, satisfacción para uno de los recurrentes: Greenpeace. Conocida la sentencia, han mostrado su satisfacción y han reclamado su demolición y la restauración del entorno ya. Su responsable del programa de Costas, Pilar Marcos, ha dicho que lo reciben “con mucha alegría” y ha recordado que va en la línea de lo que afirmaba el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) en 2012, aunque “sorprendentemente” dos años después se desdijo en respuesta a un recurso de la propietaria.
En términos parecidos se ha expresado el exdirector de Greenpeace y actual diputado por Equo con Podemos, Juantxo López de Uralde, feliz de este triunfo “tras varios años de lucha” y sostiene que a partir de ahora la Junta de Andalucía ya no tiene excusas para retrasar la demolición del hotel. “Es una gran satisfacción, de sentido común y de la razón porque mantuvimos desde el primer momento que la construcción se asentaba en dominio público marítimo terrestre y por tanto era ilegal y en eso se basó el trabajo de campaña de Greenpeace desde 2005”, ha subrayado a la agencia Europa Press después de conocer la sentencia.
Mientras, el coordinador de Áreas Marinas Protegidas en WWF España, Óscar Esparza, ha celebrado la “buena noticia” y espera que este caso sirva para “que no se vuelvan a producir estas acciones en la costa”. Entiende que “la construcción de El Algarrobico fue un despropósito ecológico para la costa y así lo reafirma ahora el TS, que lo declara ilegal”. Ha aprovechado para pedir a los futuros dirigentes del país, que “no puede llegarse a tanto” nunca más, que “siempre hay que cumplir la ley desde el principio” y “no edificar en suelo no urbanizable”.
En términos parecidos se han expresado desde la organización SEO/BirdLife porque “por fin” el TS, después de más de 10 años, haya aclarado “lo evidente” respecto al hotel: “Que nunca debió construirse”. Lo ha dicho la directora de la ONG, Asunción Ruiz, quien ha calificado de “lamentable” que una cuestión que “debía ser meridiana para autoridades y constructores”, como es el límite de una área protegida, deba ser dirimida una década después por un alto tribunal, tras un camino “largo y en ocasiones incomprensible”.