Alfonso Guerra (Sevilla, 1940), ex vicepresidente del Gobierno y ex número dos del PSOE de Felipe González, figura clave en la Transición democrática y del socialismo español, está confinado en su domicilio de la capital andaluza, rodeado de libros, y dedicando el tiempo “a lo que suelo hacer también sin confinamiento”: “Leer bastante y trabajar”.
Desde su encierro, Guerra ha analizado la situación que atraviesa el país a consecuencia de la mayor epidemia sanitaria que ha vivido el mundo en época contemporánea, y concluye que el modelo territorial autonómico “falla”. “Esta crisis ha puesto de relieve algo grave: que el sistema de reparto de poder territorial no ha funcionado bien”. Y añade: “Sé que esto no lo quiere decir nadie, porque enseguida aparecen los integristas y te acusan de querer recentralizar. Bueno, no ha funcionado bien y habría que hacer revisiones para que funcione mejor, y si las quieren llamar recentralizaciones, me da igual”.
El ex diputado socialista defiende el papel que han jugado las comunidades autónomas “en el impulso de España”, pero critica que algunas -en referencia a Cataluña- “han aceptado las decisiones del estado de alarma arrastrando los pies, siempre a la contra de las decisiones del Gobierno”. “Ayer mismo [por el martes], alguien decía que si hubiera habido independencia [de Cataluña], habría menos fallecidos por el virus”. “Esto hay que soportarlo en un país que está muy descentralizado, pero que es un Estado unitario. Y cuando viene un acontecimiento como éste, el Estado unitario tiene que saber defender a la gente de la pandemia”, ha asegurado en una entrevista telemática para el programa Acento Andaluz, de 7 Televisión, que dirige el periodista Fernando Pérez Monguió. Guerra alude varias veces, sin llegar a nombrarla, a Cataluña y el papel díscolo de la Generalitat respecto al mando único del Ministerio de Sanidad.
El político socialista aplaude la “responsabilidad de la ciudadanía” en la sexta semana de confinamiento en sus casas. “Es una prueba muy dura, pero los españoles están demostrando una ejemplaridad extraordinaria”, dice. También explica que el coronavirus ha permitido volver a ver la “sanidad y la educación como un derecho”, no como “un sistema para sacar beneficio y un negocio, que es como muchos lo interpretaban”. En este sentido, ha denunciado la situación crítica de las residencias de mayores, uno de los mayores focos de contagio y muertes por el virus, gestionados por empresas privadas con fondos públicos en muchos casos. “Esto ha desvelado que las residencias de mayores eran, en realidad, almacenes de ancianos, que no estaban protegidos por una sanidad vigilante, por eso cuando ha entrado la epidemia en ellas se ha cebado. El modelo debería replantearse y debería invertirse el número de residencias privadas y públicas, porque ahora son mucho más abundantes las primeras”, dice.
El ex vicepresidente del Gobierno ha rechazado la comparación de los pactos para la reconstrucción socioeconómica de España, que el presidente Pedro Sánchez ha propuesto a todos los grupos políticos, con los llamados Pactos de la Moncloa, que Adolfo Suárez impulsó en 1977 -con el PSOE como líder de la oposición- y que sirvieron para allanar la Constitución de 1978. “Son circunstancias muy distintas y los actores también son otros”, advierte. “En los 70, la política reclutó a los mejores (catedráticos, expertos...). Ahora la política está mal vista y los mejores no quieren ir a la política”, dice.
Guerra ha apelado a los partidos políticos, instándoles a postergar la crítica al Gobierno y centrarse ahora en “ayudar y colaborar”. “No es el momento de lanzarse dardos. Hay que tener sentido de la oportunidad y con 21.000 muertos, no es el momento”, afirma. También ha cuestionado el papel de las instituciones de la Unión Europea, “cuya supervivencia”, dice, depende de que sea “solidaria” con los países más machacados por la crisis sanitaria.
Guerra es pesimista respecto a la salida de esta crisis, niega que vayamos a salir “más fortalecidos”, como augura Sánchez. “Saldremos más debilitados porque habrá muchos sectores atascados, pero quizás con mayor conciencia y más valores”, añade. El político socialista recuerda que “los españoles uno a uno pueden verse como una debilidad, pero cuando se unen, tienen una fuerza tremenda. Y cuando miren atrás, esto lo recordarán como una anécdota”.
Sobre Andalucía, el ex vicepresidente ha rechazado “esa teoría del castigo a Andalucía, que cuando uno gobierna aquí dice que el de más allá castiga Andalucía”. “Esa teoría es totalmente falsaria”, afirma, y añade que la crisis afectará más al que menos tiene, viva donde viva.