El Ayuntamiento de Níjar en Almería (30.000 habitantes), gobernado por el PP, ha dado luz verde al proyecto para construir un hotel de lujo en una zona protegida situada en pleno parque de Cabo de Gata y considerado como Reserva de la Biosfera por la UNESCO. El Consistorio ha aprobado en pleno el expediente que permite construir en suelo rústico un establecimiento hotelero al que se oponen los ecologistas y el PSOE, pero que tiene el respaldo de la Junta de Andalucía.
El equipo de Gobierno de los populares argumenta que se trata de un proyecto “respetuoso con el medio ambiente” y que no aprobarlo implicaría prevaricar porque “cuenta con todos los informes técnicos favorables”, hasta el punto de que la Junta de Andalucía otorgó en otoño la correspondiente autorización ambiental. Sin embargo, el enclave del futuro hotel se encuentra protegido normativa y físicamente. De hecho, para acceder a la zona hay que pagar seis euros y el aforo está limitado, precisamente para evitar el deterioro del medio natural que rodea a la playa de Los Genoveses.
El proyecto es la rehabilitación de un cortijo conocido como “Las Chiqueras”, que pasará a ser un hotel de cuatro estrellas con 30 habitaciones y una piscina. Además, conllevará el acondicionamiento urbano que permita el uso por parte de los turistas que se alojen en él. Estará situado a 900 metros de la playa de Los Genoveses y en un entorno que es parque natural, Reserva de la Biosfera y que, por lo tanto, está regulado por planes especiales. Motivos por el que los colectivos ecologistas llevan tiempo presionando para evitar su construcción.
Tribunales contra el “deterioro ambiental”
De hecho, la Asociación Conservacionista Amigos del Parque Natural de Cabo de Gata y el Grupo Ecologistas Mediterráneo han recogido más de 250.000 firmas en contra y presentaron en abril un recurso ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA), al que ha tenido acceso este medio, contra la autorización ambiental unificada que ha otorgado la Junta de Andalucía al proyecto del hotel y que ahora ha encontrado su respaldo en el Ayuntamiento de Níjar.
Los ecologistas cuestionan qué interés social y utilidad pública tiene el hotel como para que se pueda modificar el uso del suelo, actualmente rústico, en el que se quiere levantar. La Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía (LISTA), elaborada en el anterior mandato del Gobierno andaluz, permite este tipo de cambios de uso siempre que haya planes especiales municipales que los avalen al apreciar alguna utilidad pública o interés social.
Los ecologistas consideran que el interés es de “índole privada” y que el suelo en el que se quiere construir es rústico y de especial protección. Señalan que los Planes de Ordenación de los Recursos Naturales (PORN) y los Planes Rectores de Uso y Gestión (PRUG) que regulan el Parque Natural de Cabo de Gata detallan que todas las actuaciones que provoquen un “deterioro ambiental” carecen de respaldo normativo.
Los conservacionistas alegan que “el mantenimiento de los aprovechamientos tradicionales -como el citado cortijo- es fundamental para los ecosistemas del parque”, pero que las actuaciones contrarias, como construir un hotel, suponen una transformación del entorno que además conlleva una mayor afluencia de personas por un aumento de la presión turística. Por otra parte, el terreno en el que se pretende instalar el hotel está catalogado como C1, que según el PORN, debe “garantizar el aprovechamiento sostenible de los recursos naturales y minimizar los impactos generados por las actividades que se desarrollan en esas áreas”.
Una situación que es especialmente grave, según los ecologistas, porque las aves esteparias de Cabo de Gata están en peligro de extinción por la creciente presencia humana en sus entornos naturales. Recuerdan que el actual cortijo no ha necesitado nunca de agua corriente ni alcantarillado, pero que el futuro hotel sí precisará de ello y que la obra, en la que se incluirá la construcción de nuevos caminos, y su futuro uso tendrá impacto directo sobre el suelo y la fauna.
Para el PSOE, que está en la oposición municipal, la aprobación del proyecto supone un “circo” del que no quieren participar. “Actuaciones que se lleven a cabo dentro de zonas protegidas, que incluso tienen barreras, y que la gente tiene que pagar para poder entrar no nos parecen procedentes”, sostiene Esperanza Pérez, portavoz socialista y exalcaldesa. “Estamos hablando de una zona que tiene una protección especial”.
Por otra parte, los socialistas cuestionan por qué se ha impedido otro proyecto hotelero que sí estaría en zona urbana, pero se le da luz verde a este de Genoveses. A pesar de las críticas de la oposición y de los ecologistas, desde el equipo de Gobierno insisten en que se limitan a cumplir con la legalidad y que cuando se establezca el correspondiente plazo de alegaciones “se atenderán todas”.
“Hablamos de la rehabilitación de un cortijo ya existente, una actuación que es, a tenor de todos los informes técnicos, respetuosa con la legalidad y con el medio ambiente, y que además va a crear puestos de trabajo y a potenciar la calidad de nuestro destino turístico. El Ayuntamiento de Níjar siempre va a estar en el respeto a la legalidad, en la defensa de los intereses de los nijareños y de las actuaciones que impulsen la economía local”, apuntan desde el Consistorio.