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Inmigrantes desalojados de 'Tierras de Almería' continúan a su suerte dos meses después del derribo de chabolas

Regresa del complejo hospitalario de Torrecárdenas, en Almería, de visitar a un compatriota. Habitaba desde hace años, junto a más de medio centenar de personas, en la infraviviendas del interior de las parcelas agrícolas de El Ejido, en un lugar conocido como Tierras de Almería. Hace ya justo un par de meses, el Ayuntamiento decidió derribarlas y dejó a su suerte a él y a otros inmigrantes que venían trabajando la tierra de forma esporádica. La sede del Sindicato Andaluz de Trabajadores ha servido de alojamiento temporal para algunos pero entienden que esa situación no puede eternizarse.

La mayoría encontró el apoyo solidario de gente del lugar, “muchos se han ido, se han perdido, se han escondido”, apunta gente cercana. “Las emociones no se pueden controlar y la persona que vengo de ver dle hospital entró en estado de shock por esta situación”, señala a eldiario.es/andalucia un senegalés próximo a los afectados y que trata de mantener el contacto con ellos. “No hay trabajo para ellos. A veces vuelven a buscar pero no tiene dónde quedarse”, explican desde la Plataforma por los Derechos Humanos y Justicia Social en Almería. El Ayuntamiento de El Ejido justificó el derribo de lo que hasta ese momento eran las casas de los inmigrantes, ubicadas en una parcela propiedad del Banco Popular, en un acuerdo de la junta de gobierno local, autorizado por el Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 3 de Almería.

El desmantelamiento del poblado quedó suspendido a principios de 2013 cuando la Junta de Andalucía y el Ayuntamiento iniciaron reuniones para establecer un plan para los cientos de inmigrantes que malvivían encerrados tras las vallas de las fincas agrícolas, como informó este periódico hace algo más de un año. Pero aquello quedó en nada y el desalojo se ejecutó este 17 de junio con el derribo de unas 40 chabolas.

El propio Diego Cañamero, en una vista reciente a El Ejido, expresaba su malestar ante la situación creada por el derribo de chabolas de inmigrantes en 'Tierras de Almería'. El líder jornalero exigió a las instituciones que solucionaran el problema que ha creado el gran capital agrícola abandonando a las personas una vez que las utilizan. “Porque han hecho como se hace con las herramientas, que tras usarlas se tiran, y se olvidan que son personas”, dijo.

“La situación está igual o peor que hace unas semanas”, insisten desde la plataforma. Ya criticaron en su momento el procedimiento para su desalojo, ya que muchos perdieron sus pertenencias así como sus escasos ahorros, guardados para enviar a sus países de origen (Marruecos, Senegal, Ghana o Guinea Bissau). La plataforma aspira a convocar más reivindicaciones y a tratar de solucionar la situación pero con “las vacaciones” los apoyos que reciben son menores y las circunstancias no favorecen a que los inmigrantes reciban la atención adecuada ya que, aseguran, hay medios para paliar esta problemática.

Organizaciones suizas y alemanas que han pasado por la provincia almeriense para controlar las exportaciones agrícolas que llegan a dichos países se sorprendían de que una administración de Europa permitiera esta situación de los inmigrantes, denunciaban recientemente ante personas afectadas por la crisis, la falta de empleo y la precariedad en la agricultura, un sector, es de recordar,  fundamental en Almería.