Andalucía puede perder hasta 500 millones si no se flexibiliza el reparto de ayudas de la PAC, según la UPA

Dentro de dos meses, el Consejo Europeo dará luz verde al marco regulador de la agricultura comunitaria para el periodo 2014-2020. En estos días, y hasta el próximo 14 de mayo, el ‘trílogo’ formado por representantes del Parlamento Europeo, la Comisión de Agricultura y el Consejo Europeo negocian los reglamentos que desarrollarán ese marco: la Política Agraria Común (PAC).

Hasta ahora ha habido algunos avances en el proceso, pero el sector olivarero andaluz se enfrenta a una revisión que puede ocasionarle hasta 500 millones de euros en pérdidas, si la distribución de las subvenciones se hace tal como la plantea el comisario de agricultura, Dacian Ciolos, quien ha propuesto ayudas lineales, definidas como una ‘tasa plana’. Ese es el cálculo de la Unión de Pequeños Agricultores (UPA) que cree que esa fórmula implica que la ayuda sea la misma para una hectárea productiva que para un pastizal.

Hasta el momento el Gobierno español ha defendido una mayor flexibilidad en cada Estado miembro para redistribución de las ayudas. Pero lo que UPA teme es que el marco de tranquilidad en que el que se está desarrollando la negociación signifique que la comisión está imponiendo sus tesis de convergencia interna (distribución lineal) en el reparto de las ayudas.

A finales de marzo comenzaron las reuniones del ‘trílogo’ – formado por representantes de la Comisión de Agricultura, el Parlamento Europeo y el Consejo- que negocia los reglamentos que desarrollarán la PAC entre 2014 y 2020, a partir del documento de la Comisión de Agricultura y con las enmiendas realizadas por el Parlamento Europeo. Este grupo tiene que cerrar sus propuestas a mediados de mayo, coincidiendo con la reunión (13-14 de mayo) del consejo de ministros de Agricultura de la UE.

El mensaje del Gobierno es que 'esto va bien'

Según el secretario general de UPA-Andalucía, Agustín Rodríguez, los argumentos que han llegado a los agricultores “han neutralizado al sector, porque el mensaje que transmiten el Gobierno y el Ministro es: 'esto va bien'”. Sin embargo, UPA cree que no va bien y se consolida el modelo lineal en el que no se distingue agricultura productiva de no productiva. En ese sentido, asegura que “cuando el ministro dice que habrá que llegar a un acuerdo en la conferencia sectorial, nos echamos a temblar”, porque el modelo que hay sobre la mesa “pueden ganar 16 comunidades autónomas y perder una (Andalucía), porque estaríamos en minoría”.

Rodríguez ha acusado también a la Junta de Andalucía de complicidad con su “prudencia y silencio” sobre un tema en el que “nos estamos jugando 500 millones de euros para Andalucía, 200 para la provincia de Jaén”. La Junta reitera su compromiso con el sector aceitero, defendiendo que “los reglamentos de la futura PAC tengan en cuenta las especificidades del olivar”, según ha señalado el consejero del ramo, Luis Planas, en una reciente intervención. No obstante, está previsto que este martes dé cuenta del proceso negociador en su comparecencia ante la comisión parlamentaria de Agricultura.

Según Rodríguez, el reparto lineal de las subvenciones será perjudicial “para el olivar, para el tomate industrial y para el algodón, en ese orden”. Por ello ha pedido más información sobre la negociación. Hasta las sesiones del Consejo Europeo del 27 y 28 de junio, hay previstos otros encuentros decisivos para establecer cambios en los reglamentos de la PAC. El consejo de ministros de Agricultura de la UE se tiene que reunir en tres ocasiones, dos de ellas con carácter formal. El Parlamento Europeo también celebrará dos sesiones plenarias y el Consejo Europeo está convocado en una ocasión antes de la que, en junio, significará la aprobación definitiva de la PAC.

A comienzos de abril, UPA y COAG emprendieron una serie de movilizaciones para llamar la atención del ‘trílogo’ sobre la necesidad de flexibilizar el reparto de ayudas, para acomodarlas lo máximo posible a cada cultivo, e introducir medidas en la PAC que frenen la caída de los precios de la producción agraria en origen.