Andalucía no tiene suficientes agentes de Medio Ambiente para cuidar sus montes: “El trabajo va más allá de los incendios”

La atención mediática y política se ha centrado en el incendio forestal de Sierra Bermeja en los últimos días, un incendio que se ha llevado por delante la vida de un bombero forestal y ha dejado casi 10.000 hectáreas quemadas. Este suceso dramático ha dejado entrever la falta de personal para la conservación del patrimonio natural andaluz, como lleva años reivindicando la Asociación de Agentes de Medio Ambiente de Andalucía (AAMAA). Los datos de este colectivo detallan que en la actualidad hay 720 agentes medioambientales en la comunidad autónoma. Hace diez años eran 1.300.

“Cada vez que sale una oferta hay una gran demanda. El problema es que no se sacan las plazas ni para cubrir jubilaciones”, dice el presidente de AAMAA, José Miguel Bellido, pese a que en los últimos tres años la administración ha convocado ofertas de empleo público. Además, el cuerpo está envejecido. La media de edad es de 56 años mientras que el 60% de la plantilla supera los 55, según la asociación.

“Podemos hablar de desmantelamiento por jubilación”, dice un agente de Medio Ambiente de la Unidad N°5 Estrecho y Campo de Gibraltar. “Mi unidad es de las mejorcitas. Somos un coordinador y ocho agentes, pero hemos pasado de 28 a 20 agentes en tres años sin que se hayan repuesto las jubilaciones y tenemos otras cuatro en poco tiempo”.

El AAMAA estima que cada Unidad Integradora debería contar con una dotación de entre ocho y doce agentes. La del Valle del Genal, correspondiente a las localidades de la Sierra Bermeja, solo tiene asignadas cuatro personas: un coordinador y 3 agentes de Medio Ambiente aunque uno de ellos desempeña sus funciones en otro destino por cuestiones de servicio. “A todas luces esto es insuficiente pero es un dato que no solo se circunscribe a esta zona sino que es algo generalizado en toda Andalucía”, dice Bellido.

“Multitud de competencias”

“Me acuerdo de un compañero, antiguo guardia forestal, que se ocupaba solo de los montes públicos; de los pinares”, cuenta el funcionario gaditano. Y añade: “Ahora somos como jarrillo de lata con multitud de nuevas competencias”.

Las funciones de un agente de Medio Ambiente se dividen entre la gestión técnica (forestal, caza, fauna y flora, protección ambiental...), las emergencias (incendios, vertidos, inundaciones, búsqueda y rescate...) y la policía medioambiental. “Tenemos competencias de industria, de contaminación, de costas, de gestión de aguas… Lo mismo te llaman porque se han encontrado un buitre herido, para controlar un chiringuito de playa o para determinar el alcance de una plaga”, dice el miembro de la Unidad N°5 Estrecho y Campo de Gibraltar. Con la pandemia de COVID–19 los agentes incluso han controlado tareas de desinfección.

Desde su creación en 2001, la AAMAA ha reivindicado el aumento de los efectivos para “atender de forma eficiente” las labores de gestión forestal ante el “alarmante descenso de agentes sufrido en los últimos años”. Para ello aboga por la “creación de áreas de especialización” que favorecerían el reparto de las responsabilidades y que los agentes medioambientales no se vieran envueltos en el “papeleo”. También piden que se les considere como un cuerpo especial que los distinga de la administración general por la “especificidad de su colectivo”.

El presidente de la AMAA recalca que las funciones de los agentes van “más allá de los incendios” y que dedican “mucho tiempo” a la burocracia. Así, las tareas de gestión forestal quedan diluidas dentro de las labores técnicas y, en consecuencia, la vigilancia en el terreno se reduce.

Dotación presupuestaria

La AMAA estima que –“como mínimo y como ya hubo”– son necesarios 1.300 agentes para garantizar la protección del territorio forestal de Andalucía. Las fuentes consultadas apuntan que la falta de personal y la extensa carta de servicios complica la prevención de los incendios forestales. No es la única.

“Se dedica demasiada atención a sofocar el fuego y muy poco a prevenirlo”, se queja el secretario general de la Fundación Savia, Antonio Aguilera, que considera “insuficiente” la dotación presupuestaria para la gestión forestal en Andalucía. 

El Plan de Emergencia por Incendios Forestales de Andalucía (Plan Infoca) de 2021 tiene una partida para la extinción de incendios forestales de 90,9 millones de euros mientras que 84,2 millones se destinan a la prevención, según la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Medio Ambiente. La consejera del ramo, Carmen Crespo, presumió de que en tres años de legislatura el Gobierno andaluz ha aumentado el presupuesto para el Plan Infoca “un 4,5% más que en el último año del Gobierno anterior”.

“El presupuesto de extinción se aplica a toda Andalucía mientras que el de prevención solo a montes públicos”, aclara la Asociación Forestal Andaluza (AFA–Profor). El territorio andaluz tiene una extensión de más de 87.000km² mientras que la totalidad de montes públicos es de 12.628km², según el Catálogo de Montes Públicos de Andalucía. “La dotación para prevención debe de ser significativamente mayor que la de extinción. Es llamativo porque falta mucha gestión y planificación forestal”, dice Aguilera, que también es Embajador Europeo del Clima.

Cabe resaltar, como publicó este diario, que la Junta de Andalucía solo ha asignado el 0,8% de lo presupuestado para prevención de incendios. Es decir, se han invertido 127.384 euros de los 14,5 millones de euros presupuestados.

Cuestión de política forestal 

Más allá del debate presupuestario, Aguilera tiene claro que una de las consecuencias del incendio de Sierra Bermeja es la “pésima gestión forestal”. Por ello reivindica la actualización del Plan Forestal Andaluz (PFA) que fue aprobado por unanimidad en el Parlamento andaluz en 1989. 

Este documento es la herramienta para “la gestión y planificación del medio forestal de la comunidad autónoma, con el objetivo de garantizar el buen estado de su conservación así como de promover un uso sostenible de su aprovechamiento”. En su aprobación PFA ya avanzó problemas de despoblación, de pérdida de la pluviometría o de subida de las temperaturas como factores para el incremento de los incendios forestales. Hace 32 años.

El presidente de AFA–Profor, Miguel Cueto, reivindica una renovación de la plantilla de técnicos y de agentes medioambientales, pero además urge a la administración a tomar medidas en materia de gestión forestal. “La planificación, la ordenación de montes, los aprovechamientos forestales, la caza, la ganadería extensiva, el uso público, la restauración forestal... Todos ellos, desde un punto de vista científico, técnico y social, suman o restan de cara a los incendios. Por eso la respuesta a los incendios no es ni más gasto en extinción, ni en prevención. La respuesta no puede ser otra que una política forestal que merezca tal nombre, y dé respuesta a los retos actuales. Es evidente que la de los últimos 30 años no ha dado esa respuesta”, expresa AFA–Profor en una nota enviada a elDiario.es/Andalucía.

* Este diario se ha puesto en contacto con la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible para conocer los detalles de la situación de los agentes de Medio Ambiente en Andalucía así como para obtener una valoración sobre las medidas puestas en marcha por el Gobierno andaluz en materia de gestión forestal o si se plantea una actualización del Plan Forestal Andaluz. Este diario no ha obtenido respuesta. 

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