El déficit acumulado por las cuentas públicas de Andalucía hasta julio de este año se ha situado en el 0,83% del PIB (producto interior bruto), lo que todavía le deja un margen para no superar el tope fijado por el Gobierno de la Nación para cuando termine el año: 1,58%. No obstante, ese margen de 0,75 puntos que guarda para los cinco meses que quedan por contabilizar de este año no debe llamar al triunfalismo porque el último trimestre suele ser el que revela mayor desfase en las cuentas.
Los datos, dados a conocer este lunes por el Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, revelan así que en términos absolutos Andalucía es la tercera comunidad autónoma con mayor diferencia entre ingresos y gastos, con un total de 1.143 millones de euros, por detrás de Cataluña (2.039) y Madrid (1.446). En términos relativos tampoco es que se sitúe mejor, porque ese 0,83% del PIB la baja a la cuarta plaza, por detrás de Navarra, Murcia y Cataluña, todas ellas habiendo superado ya la barrera psicológica de un punto. En el caso de Murcia (1,59%) y Cataluña (1,58%), además, tienen un tope parejo al de Andalucía.
En este sentido, la media que deben cumplir las comunidades autónomas a final del ejercicio se ha fijado en el 1,3% de déficit (la Administración General del Estado se ha reservado un margen mucho mayor: 3,8%). Tampoco es igual la exigencia para todas las comunidades autónomas, situándose en un extremo Valencia (que puede llegar a un déficit máximo del 1,6%) y en el otro, Extremadura (que lo tiene fijado en el 1%).
Conviene también tener en cuenta que este es el déficit de las comunidades autónomas, porque en el conjunto de las cuentas públicas (a la espera de conocer las cifras de los consistorios, que concluirán con superávit) se ha situado en el 5,27% de déficit, por lo que la Administración General del Estado es la mayor responsable del desfase.