Un párrafo de desahogo, un teléfono de contacto y el horario en que poder llamarle. Celadores, auxiliares, enfermeros y médicos del Hospital Universitario Virgen del Rocío de Sevilla han expuesto sus emociones a compañeros de la Unidad de Salud Mental a cuenta de la emergencia sanitaria que vive el mundo y que ellos mismos, a pie de UCI, viven a diario en su trabajo.
Ansiedad, insomnio y miedo a contagiar a sus familias son las reacciones más comunes que plasman en los escritos y describen en las conversaciones que mantienen con personas como Lola Pérez, facultativa especialista de área en la Unidad de Gestión Clínica de Salud Mental del Virgen del Rocío de Sevilla, uno de los centros sanitarios andaluces que ha puesto en marcha esta iniciativa de apoyo emocional.
La mayor parte de las consultas recibidas se corresponde con personal de enfermería, “quizás el más presionado”, con una demanda mayoritaria de mujeres, explica la doctora a este periódico. “Ansiedad e insomnio” son las sensaciones más comunes, “más que una repercusión afectiva. ”La mayoría dice que tienen miedo al contagio, sobre todo más a las familias que a ellos mismos, y estrés al estar enfentándose a una situación de aceleración“, explica la doctora, que también alude a la ”inseguridad“ de parte del personal solicitante de ayuda ”de si lo están haciendo bien o no“. Asimismo, se ha recibido alguna ”queja institucional acerca de que la falta de protección le genera mucha angustia“.
El aspecto común es que todos los demandantes de ayuda emocional, que debe rellenar en primer lugar un breve cuestionario que se encuentra en la Intranet del Hospital, “están trabajando directamente con el Covid-19, de UCI hay muchos, o de la planta de infecciosos. Es claramente personal que está en primera línea. La mayoría indica que es mucho tiempo seguido, que es mucha la sobrecarga, la angustia de no saber cuándo va a terminar”.
Autocuidado personal
La principal actuación de los profesionales de Salud Mental del Rocío, recuerda Lola Pérez, es “aportarles un espacio de descarga emocional, una escucha activa, además de darles una pautas de afrontamiento de la ansiedad, apoyándonos en las guías que tenemos en la web de Salud Mental, que recomendamos leer”. También se les dan “pautas de autocuidado personal para que tengan un espacio propio al margen del trabajo en el que desconecten y piensen en familia y ocio cuando llegan a casa”.
Pero, sobre todo, este servicio que funciona desde las 08.00 hasta las 20.00 horas, los siete días de la semana, y lo desarrollan más de 100 profesionales de la Unidad de Salud Mental, sirve para que “se desahoguen con una persona ajena a su familia o amigos”. Al fin y al cabo supone “un apoyo emocional al miedo que tienen al contagio, o reforzarles que lo que están haciendo es lo que tienen que hacer”. “Alguno había sido ubicado en puestos que no son los habituales y estaban desorientados, provocando incluso cierta inseguridad en su capacidad laboral”, señala Lola Pérez.
Tras la “evaluación inicial”, a muchos de ellos se les dado directamente de alta, con la posibilidad de que pongan un nuevo aviso si lo necesitan, explica la especialista. A varios se les ha dado una nueva cita telefónica para otra semana, o también se les puede derivar a una consulta programada de salud mental. “En general se han resuelto los casos, que son nuevos y sin antecedentes psiquiátricos, provocados porque la nueva situación les ha podido desbordar”, concluye la doctora.