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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

La Audiencia Nacional imputa al presidente saharaui por genocidio

La Audiencia Nacional imputa al presidente saharaui, Brahim Ghali, por genocidio. Tras cerrar hasta en dos ocasiones la causa por no dar con el paradero del entonces embajador del Sáhara en España y en Argelia, el juez José de la Mata cita a declarar como imputado (investigado) por genocidio a Ghali este sábado.

El responsable del Juzgado Central de Instrucción número 5 ha corroborado que el secretario general del Frente Polisario tiene previsto viajar a España con motivo de la Conferencia Internacional de Apoyo y Solidaridad con el Pueblo Saharaui (EUCOCO). Respecto a la solicitud de una orden de detención internacional, el magistrado considera que no procede en este momento.

El juez, según señala la Audiencia Nacional, “solicitó un informe a la policía que ha corroborado que efectivamente el querellado es la persona que tiene previsto viajar a Barcelona en los próximos días y que esa conferencia internacional no está promovida por el Gobierno de España, ni por una organización internacional de la que España sea parte, lo que concedería inmunidad al querellado”. No tiene inmunidad diplomática.

De la Mata toma la decisión tras haber solicitado información a la policía para la identificación y localización de Ghali durante los días 18 y 19 de noviembre, con el objetivo de determinar que el presidente de la República Saharaui (RASD) acudiría a la EUCOCO y es una de la veintenta de personas querelladas por genocidio, asesinato, torturas y desapariciones contra ciudadanos españoles.

La querella se archivó hace dos años por no poderse identificar a los querellados, a lo que el juez Ruz citó sin éxito para declarar como imputados. La querella se presentó en la Audiencia Nacional hace casi una década por víctimas y miembros de la Asociación Saharaui Pro Derechos Humanos (ASADEDH) por genocidio “en concurso con delitos de asesinato, lesiones, detención ilegal, terrorismo, torturas y desapariciones” contra 25 miembros del Frente Polisario y tres oficiales del ejército argelino.

En un auto dictado por el juez Pablo Ruz, a Ghali se le citó para declarar como imputado hace tres años. El líder saharaui, que por entonces era embajador en Argelia, no acudió a la citación. Fuentes del tribunal señalaban hace unos días a este diario que la causa se archivó hasta en dos ocasiones porque no se pudo notificar la querella.

“Los nombres que figuran en la querella no se corresponden con los de una persona física con un pasaporte. Tenían un nombre, pero a la hora de la verdad usaban otro”, indican.

Según la querella, el genocidio de la dirección del Frente Polisario fue “una campaña para eliminar a las élites saharauis de origen español con la intención de romper los vínculos entre las distintas tribus y sus autoridades naturales al objeto de obtener un dominio más directo y efectivo sobre toda la población saharaui refugiada en sus campamentos”.

Una de las víctimas señala al entonces ministro de Defensa, Brahim Ghali, como uno de sus torturadores durante su encarcelamiento en una prisión secreta.

Otro querellante, que permaneció encarcelado y torturado durante seis años (entre 1974 y 1980), fue acusado “en un principio de pertenecer a los Servicios Secretos españoles, al abandonar España el territorio inmediatamente nos acusa de pertenecer a los Servicios Secretos de Marruecos”. Él también reconoce a Ghali como uno de sus “torturadores” junto a otros seis dirigentes argelinos y del Polisario.

Por otro lado, Ruz procesó en abril del año pasado a 11 altos cargos marroquíes por genocidio contra el pueblo saharaui durante la la guerra abierta. En su auto, el ex juez de la Audiencia Nacional sostiene se llevó a cabo “un ataque sistemático contra la población civil saharaui por parte de las fuerzas militares y policiales marroquíes (...) con la finalidad de destruir total o parcialmente dicho grupo de población para apoderarse del territorio”.