“Autoinculpaciones” y miles de firmas contra el desalojo de la Acampada Dignidad

Yo también ocupo el Rey Heredia. Con esa sencilla frase en

un folio se vienen fotografiando en los últimos días decenas de personas en unas imágenes que se

asemejan a las fichas policiales y que forman parte de una campaña de “autoinculpaciones”

solidarias con quienes desde hace ya tres meses ocupan el colegio cerrado Rey

Heredia en Córdoba y desarrollan allí las diversas acciones de la Acampada

Dignidad.

Miembros de los colectivos sociales que llevan a cabo sus

actividades en el colegio, abogados, profesores, otros profesionales, personas

sin empleo y jubilados han querido mostrar su adhesión a la labor de la Acampada

Dignidad con esta suerte de “autoinculpaciones” dando la cara. Entre ellos, el

excoordinador general de IU y promotor de Frente Cívico, Julio Anguita, que

desde el inicio de la ocupación del colegio ha mostrado en varias ocasiones su

apoyo a la iniciativa.

Junto a ello, ya son varios los miles de firmas que llevan

recogidos los activistas de la Acampada en una campaña para expresar el apoyo

de los ciudadanos a su acción, contra la que el Ayuntamiento de Córdoba

mantiene interpuesta una denuncia por usurpación del colegio contra ocho

activistas, a la vez que pidió el desalojo inmediato del centro como medida

cautelar.

Tanto las fotografías de “autoinculpación” como la recogida

de firmas forman parte de las movilizaciones y acciones que los miembros de la

Acampada anunciaron al conocer la denuncia municipal “para evidenciar el apoyo

popular a la liberación del Rey Heredia y a las iniciativas puestas en marcha“

en el colegio cerrado.

La denuncia municipal por un presunto delito de usurpación

en relación al uso que la Acampada Dignidad está haciendo del colegio Rey

Heredia fue presentada en diciembre pasado y ante ella ya presentaron sus

alegaciones los ocho activistas imputados, que el próximo 16 de enero tienen

cita para declarar ante el juez.

De momento, el juez no se ha pronunciado sobre la petición

de “desalojo inmediato” solicitado por el Ayuntamiento, tiempo éste en el que la

Acampada Dignidad ha seguido desarrollando sus acciones entre las que destaca

la cocina abierta y el comedor social, además de ser sede de las actividades de

más de sesenta colectivos sociales y asociaciones de la ciudad.

Desde la Acampada Dignidad mantienen que, en este tiempo de ocupación, “es evidente que el inmueble no solo no ha

sufrido daño alguno, sino que por el contrario ha sido restaurado y recuperado

del estado de abandono en que lo mantenía el Ayuntamiento“, argumentan quienes

ocuparon el colegio que llevaba cerrado dos años y lo han llenado de contenido y actividades.

“El desalojo solo conduciría al abandono del colegio”

“El desalojo solo conduciría al abandono del colegio”

Es más, los activistas señalan que, según la documentación

municipal adjuntada a la denuncia a la que han podido tener acceso, se deduce

que “el Ayuntamiento carece de proyecto concreto de uso para el edificio, a

corto o medio plazo, por lo que el desalojo sólo conduciría a devolver el

inmueble a su estado previo de abandono y desuso“.

Los integrantes del reconvertido Centro Social Rey Heredia creen que la denuncia presentada por el Ayuntamiento “solo puede entenderse

desde la voluntad del alcalde de acabar con una iniciativa que se ha

consolidado poniendo en cuestión su propia incapacidad para dar respuesta a las

necesidades y demandas ciudadanas, evidenciando el abandono de los bienes

públicos“.

E

n ese sentido, alertan de que la decisión de desalojar el colegio

supondría la interrupción de las distintas actividades que en estos tres meses

de vida del centro reabierto se llevan a cabo. Así, por su cocina abierta pasan

al día unas cien personas que se alimentan gracias a la comida del centro e igualmente

se imposibilitaría el desarrollo de las clases de apoyo para niños y adultos

sin recursos, además de otras acciones puestas en marcha, como el punto de

información y asesoramiento socio-laboral, Radio Dignidad y un huerto

comunitario.