Debo escribir ahora en Andalucía cuando está acabando 2019 acerca de la situación del Flamenco en Serva la Bari por estos procelosos tramos primerizos del siglo XXI que arrancó antes de hora con los horrores de Nueva York y sus torres gemelas ardiendo en vivas candelas como arde hogaño el mundo en sus esquinas ya sean prósperas o míseras en mil luchas abiertas por doquier a la aventura del avance social o del obsceno retroceso de las criaturas desfavorecidas del planeta hechas ciscos por tormentas terribles no obstante a las cuales y sus inapelables consecuencias trágico dramáticas podemos y aun debemos ocuparnos en debates que saquen a luz pronunciamientos disquisiciones ideas y razones en torno del estado del género a su paso por Sevilla
Referencia baladí al parecer de los gestores próximos a quienes detentan poder y mando en otros ámbitos de la cultura como los teatros mismos principiando por el más encumbrado de la Maestranza al que se señala como faro o mascarón de proa de la considerada “alta cultura” en la ciudad y aún en las Andalucías siendo el coliseo patrio de más alto presupuesto tanto en programación como en sustento de la en él instalada Real Orquesta Sinfónica de Sevilla pese a lo cual sucede que por un lado lo flamenco ocupa una ínfima parte de la oferta y del gasto habituales de esta empresa pública sevillana y es relegado siempre a cubrir “en corbata” huecos de segunda en su preponderante muestrario operístico sinfónico en el que otro sí se echa de menos una vera indagación por el copioso pero relegado al mausoleo de los olvidos fondo en partituras de compositores del país de modo que tanto el teatro como la orquesta manifiesten pudieran manifestar que no solo sirven para traer lo forastero espléndido sino también útiles son a construir y mostrar escénicamente desde lo nuestro el sonde la maravilla en el concierto de las órbitas que más en el mundo brillan
y así desenvolverse con pensamiento propio a la orden primero del Flamenco después de la Ciudad y al lado de la Patria procurando remediar endémicos males como el llamado “Función de estreno y despedida” virus el más malo y extendido en el evento y que engorda en el ilusionado empeño de artistas compañías grupos solistas y colistas que durante los veranos previos se afanan se esfuerzan se embargan se endeudan invirtiendo en un sueño profesional que por desgracia raramente se aproxima a ser real y en él quedan a espuertas euros energías sudores derrochados para nada porque a pesar de que en las Andalucías hay existen se remozaron o se construyeron de nueva planta en los expansivos años 90 del siglo que pasó muchísimos espacios teatrales tantos que su censo supera los trescientos eso de poco y nada sirve pues los mismos en su inmensa mayoría como decirse suele se abren de higos a brevas y para este menester tampoco habiendo como hay legión de talento que no encuentra escenarios ni público ausentes o cerrados a la exhibición y al cómplice aplauso de las gentes
sin necesidad de usar iglesias conventos y palacios como ámbitos idóneos pues no lo son ahora ni por motivación argumental ni por su insuficiente aforo ni por su excesivo coste habiendo como hay espacios escénicos más que adecuados a la par que medios y caminos para otrosí enseñar tales tesoros urbanos a los forasteros sin menoscabo a la exhibición y de tal modo que la Bienal por sus hechuras teatrales sea en cada comparecencia nueva vero
acontecimiento irrepetible único escaparate formidable con mercado abierto y academia con biblioteca paraninfo y con museo siendo feria a la par que cabildo y Ágora propicia a la exposición a la enseñanza al RACIOCINIO y AL DEBATE FUENTE DE GOZOS COMPARTIDOS POR GENTES DEL MUNDO EN REUNIÓN plena PARA ver oír DISCERNIR Y DISFRUTAR estando y APRENDIENDO EN fabuloso ESTADO DE GRACIA.
Debo escribir ahora en Andalucía cuando está acabando 2019 acerca de la situación del Flamenco en Serva la Bari por estos procelosos tramos primerizos del siglo XXI que arrancó antes de hora con los horrores de Nueva York y sus torres gemelas ardiendo en vivas candelas como arde hogaño el mundo en sus esquinas ya sean prósperas o míseras en mil luchas abiertas por doquier a la aventura del avance social o del obsceno retroceso de las criaturas desfavorecidas del planeta hechas ciscos por tormentas terribles no obstante a las cuales y sus inapelables consecuencias trágico dramáticas podemos y aun debemos ocuparnos en debates que saquen a luz pronunciamientos disquisiciones ideas y razones en torno del estado del género a su paso por Sevilla
Referencia baladí al parecer de los gestores próximos a quienes detentan poder y mando en otros ámbitos de la cultura como los teatros mismos principiando por el más encumbrado de la Maestranza al que se señala como faro o mascarón de proa de la considerada “alta cultura” en la ciudad y aún en las Andalucías siendo el coliseo patrio de más alto presupuesto tanto en programación como en sustento de la en él instalada Real Orquesta Sinfónica de Sevilla pese a lo cual sucede que por un lado lo flamenco ocupa una ínfima parte de la oferta y del gasto habituales de esta empresa pública sevillana y es relegado siempre a cubrir “en corbata” huecos de segunda en su preponderante muestrario operístico sinfónico en el que otro sí se echa de menos una vera indagación por el copioso pero relegado al mausoleo de los olvidos fondo en partituras de compositores del país de modo que tanto el teatro como la orquesta manifiesten pudieran manifestar que no solo sirven para traer lo forastero espléndido sino también útiles son a construir y mostrar escénicamente desde lo nuestro el sonde la maravilla en el concierto de las órbitas que más en el mundo brillan