El pasado jueves 1 de febrero se celebró la primera gala de los Premios Zentradas de las Artes Escénicas de Andalucía, organizados por La Zentralita. Hace unos meses, también aquí, os hablé un poco de este espacio que desafía en su nombre la regla de ortografía que dice que delante de 'e' se escribe 'c'. Muchas más reglas que esta ortográfica se desafiaron en esta fiesta organizada por La Zentralita (con zeta, sí, la última letra del abecedario) que tuvo lugar en el teatro TNT/Atalaya de Sevilla. Pero comencemos por el principio: el 1 de febrero de 2021, La Zentralita lanza su primera publicación en Instagram. Desde entonces, llevamos tres años dando pequeños codazos para que el teatro se acerque a un público nuevo, para que las compañías autogestionadas tengan un poco más de difusión, para decir las cosas que quizá en otros foros no se pueden decir. Pequeños codazos que, por ejemplo, han abierto las puertas de algunos de los teatros y salas de nuestra ciudad -algunos- invitándonos a sus espectáculos para poder escribir sobre ellos. Pero queríamos más, así que dijimos: “Vamos a organizar unos premios. ¿Unos premios? Unos premios.”
Tras casi tres años de estar moviéndonos en las redes, mi compañera Marina Miranda y una servidora, María Marín, presentamos en el Teatro Alameda de Sevilla la primera edición de los Premios ZENTRADAS de las Artes Escénicas de Andalucía
El 27 de septiembre, y tras casi tres años de estar moviéndonos en las redes, mi compañera Marina Miranda y una servidora, María Marín, presentamos en el Teatro Alameda de Sevilla la primera edición de los Premios ZENTRADAS de las Artes Escénicas de Andalucía. Aquel día no teníamos nada. Nada más que buenas intenciones y la confirmación de que muchos de nuestros compañeros estarían allí para escuchar nuestra propuesta pero, como dijimos el jueves pasado, esa nada tan oscura se ha llenado de gente y el jueves pasado reunimos a más de 250 personas que vinieron a compartir y a celebrar con nosotras.
El jueves pasado se zelebró el teatro, se zelebró la profesión y se puso por delante y en valor el trabajo inconmensurable que las compañías autogestionadas hacemos por seguir ejerciendo nuestra profesión. A partir de las siete de la tarde el patio del teatro TNT Atalaya se fue llenando de gente, de abrazos, de besos, de sonrisas. Hubo comida, bebida, chuches y música en directo. A las 8 entramos en el teatro y Cristina Almazán rompió el hielo con un tema musical cargado de crítica e ironía que nos puso a todos en pie. Los componentes de Sevilla Impro Club cogieron el relevo y fueron los maestros de una ceremonia en la que llevaban trabajando meses. Entre premios y gags de humor, pasaron por el escenario artistas como Miguel Bueno, Susana Villegas, Rosita del Cerro con su compañía (Las Tres Gracias), Noche de Repálagos y el Chipi. Además, para continuar con la fiesta fuera, las componentes de HartaTeatro cantaron a ritmo de flamenco alguno de los temas de su espectáculo Enlorquecidas. Hubo risas y un poquito de llanto… Mucha era la emoción de ver el teatro lleno para Marina y para mí.
El jurado, conformado por Cantelli, Miguel Parra, Lola Solís, Juan Antonio de la Plaza, Antonio Nieto y Verónica Rodríguez, otorgó los siguientes premios:
- Mejor Iluminación: Aitor Palomo por Merak, de Raúl Durán Compañía de Danza
- Mejor Espacio Sonoro: Cristian de Moret por Delirio, de Teatro Incandescente
- Mejor Escenografía: Víctor González por El arrepentido o los demonios de Jasón, de Silencio Danza
- Mejor Dirección: Raúl Durán Merak, de Raúl Durán Compañía de Danza.
- Mejor Dramaturgia Original: Charo Urbano y Mané Solano por Libertá,“ de Cía. Charo Urbano
- Mejor Espectáculo: Libertá, de Cía. Charo Urbano
- Mejor Interpretación: Migue López por Tu hermosura, de Cía. Migue López
La mención especial la entregamos nosotras, tras mucho pensar, a las personas que fueron base y sustento para que esta primera edición saliera adelante: Marta L. Caro, de Dilaab Artes Escénicas, por ser la solucionadora de problemas oficial; a Fernando Brea, encargado de todas las vídeo proyecciones de la gala; a Manuel Ollero “Piñata”, por estar al frente del sonido y la iluminación junto con su equipo de la ECAES; al equipo al completo de Sevilla Impro Club (Javi, Juanma y Fran), por esa escaleta maravillosa y toda la gestión con los artistas además de encargarse de la retransmisión en streaming, y a Álvaro y Manuel, por estar atentos a todos los detalles de cartelería y comunicación en redes durante la gala.
Nuestra zeta está al revés porque el mundo debe estar al revés para que la cultura siga siendo la última de la fila, y desde arriba se siga asfixiando y apretando tanto a los profesionales de las Artes Escénicas
Los premios que se entregaron el jueves fueron hechos a mano por un artesano de la cerámica, concretamente por Darío Rodríguez, el artesano nº410100648, que describe así su trabajo: “El trofeo reúne una serie de requisitos que van de la Z a la Z. Está fabricado con resina acrílica, tinta ferrogálica y pan de oro. Cada pieza es única, es frágil como la porcelana, y representa el trabajo manual de esta profesión a la que me dedico casi religiosamente. (…) Cada vez que María y Marina entraban en el taller me transmitían pasión, trabajo y creatividad. Había siempre muchas ideas sobre la mesa. Por eso el trofeo es brillante, está lleno de mensajes y tiene identidad propia.”
Nuestro premio es una zeta a revés. Al revés. Le hemos dado la vuelta a la ZETA porque queremos mover el foco a los que normalmente han estado detrás, en una sombra muy fría. Las compañías autogestionadas o mal llamadas a veces “emergentes” (es curioso cómo se usa ese adjetivo para calificar a gente que lleva años en la profesión) son la cara B de la cultura, y por eso este premio es la cara B de esta zeta. Las compañías autogestionadas son las protagonistas de estos premios porque para participar en ellos, tenían que haberle dado la vuelta a la nada y llenarla con su trabajo. Nuestra zeta está al revés porque el mundo debe estar al revés para que la cultura siga siendo la última de la fila, y desde arriba se siga asfixiando y apretando tanto a los profesionales de las Artes Escénicas (especialmente a los que estamos en la base). Esta es la razón de ser de este follón en el que nos hemos metido.
En este artículo, Marina y yo queremos volver a dar las gracias a todas y cada una de las personas que hicieron posible que la fiesta saliera bien. Álvaro, Espe, Alba, Fernando, Piñata, Adela, Manuel, Marta… el año que viene más y mejor. La Zentralita seguirá trabajando para que los obreros de la profesión sigan teniendo un espacio seguro al que acudir, y para que esos pequeños codazos de los que hablaba al principio se transformen en lazos que nos unan a todos para seguir construyendo. A partir de ahora no nos queda la nada, nos queda el todo.
Vayan al Teatro, Zéntrense.
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