Ángela sube al castillo. La joven está de visita familiar en el pueblo y oye que han abierto las fosas comunes. Su bisabuelo, Andrés, es una de las víctimas del franquismo de Jimena de la Frontera (Cádiz). ¿Y si están ahí sus huesos? A pie de excavación encuentra respuestas, datos, fotografías… Memoria viva.
El Gobierno de PP y Ciudadanos, sostenido por la extrema derecha de Vox, no ha aprobado –por ahora– la apertura de ni una sola nueva tumba ilegal con represaliados por los golpistas de Francisco Franco. Han seguido con las ya tramitadas por el Gobierno anterior. Pero en Cádiz sí se han abierto nuevas fosas.
La Diputación de Cádiz continúa en el tajo, apoyando el esclarecimiento de las violaciones de los derechos humanos cometidas por los franquistas y que España continúa sin resolver. Además del proceso arqueológico iniciado en Jimena, el ente provincial sostiene la exhumación de San Fernando y la búsqueda en el parque Scout de Jerez de la Frontera.
Andalucía es la región del país con más víctimas, al menos 45.566 asesinados en 708 enterramientos, según el Mapa de Fosas. Unas cifras que superan al terrorismo de Estado de las dictaduras de Argentina y Chile, juntas. Y la comunidad andaluza ya ha superado las 100 fosas abiertas y las 4.000 víctimas recuperadas desde el año 2003.
“Le botaba la barriga, el feto quería luz”
Ángela Alcaraz Sierra, de Algeciras, es bisnieta de Andrés Sierra Godino. Por teléfono llama a su familia y cuenta las novedades. Tiene delante fotografías donde aparecen sus bisabuelos con sus hijos. Al lado sonríe Enrique Rojas Reyes, al que le faltan dedos en una mano para contar los familiares ejecutados.
“Mataron a mi abuela. Iba en muy avanzado estado de gestación. Cuando yo era pequeño recuerdo un fulano que contaba cómo le botaba la barriga cuando le pegaron los tiros. El feto seguía todavía queriendo luz”. Estremece el relato de Enrique. “La represión franquista dejó bastante historia en mi familia”, dice.
“Sí, Cádiz resiste, y en esta legislatura nueva el apoyo de la Junta de Andalucía es cero”, resume el presidente del Foro por la Memoria Histórica del Campo de Gibraltar, Andrés Rebolledo. El Gobierno andaluz “ni se ha puesto en contacto con nosotros”, denuncia, por eso “sólo estamos trabajando con la Diputación que es la que hasta ahora lleva mostrando durante toda esta década última compromiso y entrega con estas cuestiones”.
Víctimas ejecutadas hasta el año 49
El trabajo arqueológico comenzó de forma simbólica el pasado 1 de julio cuando varios familiares de víctimas del franquismo golpearon con azadas la tierra del patio número cuatro del antiguo cementerio local. Las investigaciones históricas y las fuentes orales aseguran que más de treinta vecinos del municipio fueron ejecutados por los golpistas.
Y ahí, en el Castillo de Jimena de la Frontera, ya han aparecido varios cuerpos con evidencias de muerte violenta. “En las dos fosas que tenemos localizadas, en la primera hay entre cinco y seis personas, en la segunda un mínimo de cuatro. Y se están buscando entre 35 y 40 personas en este cementerio”, explica el coordinador del equipo técnico contratado por Diputación de Cádiz, Jesús Román. En “otros sectores” del cementerio hay “más víctimas”.
Bajo el piso del castillo yacen enterrados en fosas comunes de diferentes etapas de la violencia extrema franquista. Hay “víctimas de la represión caliente, del verano del 36”, apunta Román. “También un grupo de jimenatos que volvieron de Málaga tras la caída de febrero del 37”, prosigue. Y más personas ejecutadas “por aplicación de la Ley de Fugas” con constancia documental que lleva “hasta el año 49”.
“Ya bastante avanzado el franquismo y aquí se seguían cometiendo crímenes de lesa humanidad”, precisa el arqueólogo. Violaciones de los derechos humanos que retratan a la España de entonces. Porque, como canta la comparsa La Gaditaníssima de Juan Carlos Aragón: “Y si algún día la alegría te abandona / y el cielo al despertar parece triste / y el miedo a perder te devora / y el odio otra vez anda libre. / Si los otros pueblos lloran, es la hora. / Cádiz resiste, Cádiz resiste”.