Una caravana feminista para dar visibilidad a la mujer rural de la Sierra de Cádiz

Cuarenta coches llegados de la Sierra de Cádiz hasta Jerez para estar presente en una manifestación histórica. Unas 200 mujeres de la serranía gaditana que querían formar parte de ese acto tan visible en el que coincidieron unas 5.000 personas y donde no faltaron muchos hombres que apoyaban las reivindicaciones feministas. La marea

Poblaciones como Ubrique, El Bosque, Vejer, Villamartín, Bornos, Arcos, Puerto Serrano, El Gastor, Olvera, Algodonales, Espera o Prado del Rey estuvieron representados en una movilización organizada por la Marea Violeta de la Sierra de Cádiz y que ni siquiera la lluvia pertinaz logró apagar.

Los coches fueron recorriendo las diferentes localidades para ir uniendo a todas esas mujeres que querían ir hasta Jerez dejándose notar con banderas y pancartas. Tenían claro que “no nos vamos de fiesta porque no hay nada que celebrar”. Era un ambiente de emoción y de rabia contenida y quizá por eso se derramó alguna lágrima en la capital jerezana al comprobar que la convocatoria había sido un rotundo éxito.

Luisa, una de las organizadores, explica que “la idea surgió de mujeres de El Bosque que no se conocían previamente y se ha organizado todo a través de grupos de Whatsapp. Algunas pertenecen a asociaciones de mujeres, a partidos políticos o simplemente son ciudadanas particulares, pero la Marea no responde a ningún signo político. La caravana estaba formada prmujeres de todas las edades y con ocupaciones tan diversas como jornaleras, peluqueras, trabajadoras sociales, enfermeras, maestras o fisioterapeutas.

“El paro de este jueves debe servir de punto de inflexión en la sociedad. Éste es un problema de todos porque todas las mujeres hemos sufrido algún tipo de acoso, ya sea sexual o psicológico. También nos han pagado menos por el hecho de ser mujer y los hombres también lo sufren porque si le pasa a tu madre, hermana o esposa, son víctimas igualmente”, explica Luisa.

Ana, de El Bosque, resume la intención de esta iniciativa del siguiente modo: “Queríamos poner los medios para que no se quedara ninguna mujer de la Sierra sin ir a la manifestación de Jerez. Hay pequeños actos en cada pueblo, pero queríamos unir fuerzas para estar en una manifestación grande y que estuviéramos visibles. Nos unimos y nos fuimos en los coches. La desigualdad se produce en cualquier rincón del mundo y hay muchos tipos de violencia y todas la hemos sentido. Es algo cotidiano y aunque hemos avanzado algo, nos queda mucho camino. Se está viendo una involución y hay que levantarse contra ello”.

Ha sido el primer acto oficial de la Marea Violeta de la Sierra y Susana, una de sus integrantes, comenta esperanzada que “vamos a seguir en contacto para ir haciendo otras acciones reivindicativas y dando visibilidad a las mujeres de la Sierra”.

Para Loli, de Arcos de la Frontera, el objetivo está muy claro: “Las mujeres necesitamos que se reconozca nuestra valía, queremos desempeñar las mismas funciones que los hombres y no se trata de sentirnos superiores, sino simplemente que no tengamos que seguir escondidas como nos ha pasado durante muchos años”.

Un 8 de marzo de 2018 quizá sea recordado como una fecha especial. Es la esperanza de Manoli, a la que se le iluminaba la mirada al llegar a Jerez y ver la repercusión que había tomado una jornada inolvidable. “Quién le iba a decir a Clara Campoamor que íbamos a estar hoy aquí después de tantos años. La lucha de ella sirvió para que pudiéramos votar y ahora seguimos peleando para que nuestras hijas o nietas vean otras mejoras”.