La Capitanía Marítima de Gibraltar ha confirmado que en la tarde de este lunes se logró extraer del mar el pecio del buque OS35, semihundido a 700 metros de La Caleta del Peñón desde el 29 de agosto de 2022. A pesar de que el combustible que almacenaba la nave fue succionado en su día, esta última fase del proceso ha vuelto a provocar vertidos, aunque se desconoce el alcance de los mismos.
En la hoja de ruta original, estaba previsto que los restos del mercante, que chocó contra un metalero y una vía de agua estuvo a punto de echarlo a pique, fueran extraídos a finales del pasado mes de mayo. Las circunstancias meteorológicas llevaron a fijar otra fecha, la del 16 de junio, pero tampoco fue posible cumplir con dicho plazo.
Ahora, finalmente, ha concluido con éxito la operación para sacar del agua las dos secciones del pecio del OS35, que fueron llevadas a bordo del buque semi sumergible Fjord. Se encuentra previsto que este martes comenzaran las inspecciones del lecho marino “para garantizar que el lugar del naufragio del OS35 está completamente despejado”. Será entonces cuando se de por concluido el despliegue.
“Como se preveía, sacar las dos secciones completamente fuera del agua ha provocado el vertido de residuos, entre ellos hidrocarburos pesados en la barrera protectora que se desplegó alrededor del buque. Se está trabajando en la limpieza de estos residuos dentro de la zona acotada por la barrera y también se está abordando la mancha que ha superado su perímetro”, ha informado Gibraltar.
Las autoridades han previsto que las labores de limpieza de dichos vertidos se prolonguen todo el día y posiblemente seguirán este miércoles, por lo que han emitido una nota informativa para que los ciudadanos se mantengan alejados de dicho entorno en donde se han colocado barreras preventivas adicionales.
Las causas del accidente original vuelven a relacionarse, como en muchos de estos siniestros, con un posible error humano. En declaraciones a GBC, tras la también reciente liberación del capitán del OS35, Ghio precisó que el flujo de comunicación tras la colisión inicial del carguero con el granelero ADAM LNG “no ayudó a resolver la situación creada”. Sin embargo, Ghio añadió que no quería ser demasiado crítico con el capitán del OS35, que le avala su experiencia pero que “todos son humanos” y cometemos errores.
El capitán del OS35, Abdulbar Kaddoura, de nacionalidad siria, fue sentenciado a comienzos de junio por el Tribunal Supremo de Gibraltar a una pena de cuatro meses de prisión, cuya aplicación se verá suspendida por un año, por lo que eludió la cárcel y tras ver sobreseído otros cargos, logró recuperar su pasaporte y viajar a su país de origen para reencontrarse con su familia, afectada por el terremoto.
A juicio del magistrado John Retano, que entendió sobre el caso, Abdulbar Kaddoura habría cometido tan sólo “un error de cálculo profesional en el espacio de unos minutos, nada más”.
Ante la Corte, Kaddoura asumió que había calculado mal los vientos y las mareas en su maniobra de salida de la Bahía el 29 de agosto de 2022. Su abogado Freddie Vásquez KC afirmó, entonces, que fue un accidente en cámara lenta, señalando que lleva mucho tiempo mover un barco tan pesado y completamente cargado. En la vista oral, se puso de manifiesto que el OS35 entró en contacto con la cadena de anclaje del Adam LNG, hasta arrastrar a este buque hacia su colisión con la línea de flotación del OS35.
Ahora, se espera, según ha expresado el Capitán del Puerto, John Ghio, que el Fjord permanezca en aguas gibraltareñas durante un par de semanas, mientras las secciones del casco se fijan y “amarran” para prepararlas para el viaje al lugar de su desmantelamiento definitivo en los Países Bajos: “Una vez concluidas las labores preliminares de fijación de las secciones del casco, así como la limpieza de los residuos de la zona acotada por la barrera, el Fjord se alejará de su emplazamiento actual hasta un atracadero de fondeo adecuado”, ha precisado.
“El hecho de que las secciones del casco estén ya completamente fuera del agua significa que ya no hay peligro de que se viertan más residuos del pecio, después de que se haya eliminado lo que ya se ha vertido”, asegura la Capitanía Marítima.
Ghio, su titular, que ha liderado este complejo procedimiento ha destacado hoy que el mismo atestigua “el duro trabajo y de la minuciosa planificación que han formado parte integrante de toda la operación de retirada de los restos del naufragio”.
El Ministro de del Puerto, Vijay Daryanani, destacó: “Estoy encantado de que por fin hayamos alcanzado este importante hito –aseguró el ministro del Puerto, Vijay Daryanani, que visitó la zona días atrás junto al Gobernador británico sir David Steel--. Quiero dar las gracias a todos los que siguen trabajando para lograr el objetivo final de la salida definitiva del OS 35 de las aguas de Gibraltar con la seguridad y la protección del medio ambiente como máxima prioridad”.
Los ecologistas no están demasiado de acuerdo con ese último aspecto. Aunque la transparencia informativa ha sido una de las claves que las autoridades gibraltareñas establecieron desde el momento del accidente y han sido frecuentes los contactos al respecto con las autoridades españolas, los conservacionistas del Peñón entienden que los diversos vertidos de hidrocarburos no pueden considerarse como un éxito. De hecho, han afectado puntualmente a diversos puntos del litoral gibraltareño, linense y de la Bahía, pero también a zonas de alta riqueza ecológica y patrimonial, como los alrededores del yacimiento de la cueva de Gorham, en el Peñón. Y, a este lado de la Verja, el grupo ecologista Verdemar siempre sostuvo que el rescate del pecio podría haberse realizado con anterioridad pero que el Gobierno gibraltareño había aceptado los tiempos marcados por las aseguradoras, en vez de los que deberían haberse ajustado a la propia emergencia ecológica.
Con todo, la contaminación no ha sido desproporcionada, en una Bahía y en una costa altamente castigada por incidentes de esta misma índole. A juicio de Ghio, el largo periodo que se fijó para sacar de las aguas al OS35 venía exclusivamente motivado por las cautelas que debían establecerse a fin de que no se produjera un desastre ambiental.
El pasado 16 de junio, la Capitanía del Puerto informó que había logrado extraer del agua la sección de popa del buque semihundido y finalmente lograría reflotarla cinco días más tarde. El proceso de izado de los restos del OS 35 comenzó el día 10 tras, garantizar la estanqueidad de la proa y de la popa del pecio.
Los trabajos de rescate han sido desarrollados por la empresa holandesa TMC Marine, que actúa en nombre de los armadores del buque y de las aseguradoras, aunque la propuesta técnica viene corriendo a cargo del grupo Koole Contractors, también con sede en los Países Bajos.
El proceso de licitación iniciado, a tal propósito, por TMC Marine concluyó el 21 de octubre del pasado año. Posteriormente, esa misma firma presentó a la Autoridad Portuaria de Gibraltar su opción favorita. Sin embargo, no fue hasta el mes de enero cuando llegaron al Peñón las barcazas y naves necesarias para ir completando la operación.
La última fase de la misma ha sido “muy compleja”, en palabras de Ghio, ya que las dos secciones del barco requieren una metodología diferente para su elevación. La popa había sido hundida deliberadamente para su estabilización sabiendo que esto era reversible, pero no se trataba de una tarea exenta de riesgos, como cuando el pecio se partió en dos.
“Cada compartimento tuvo que ser revisado y presurizado con parches de soldadura necesarios en algunas áreas”, afirmó Ghio. Según sus palabras, fue una operación lenta que llevó al contratista a confiar en que se pudiera establecer la flotabilidad al tiempo que se garantizaba la estabilidad de la nave semihundida.
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