Álvaro tiene 21 meses de lucha. Tiene dificultades en su desarrollo psicomotor por una lesión neurológica y la estimulación durante estos primeros años es fundamental para su evolución. Hasta ahora, acude a dos sesiones semanales de Atención Temprana en un centro de Sevilla que mantiene un concierto con la Junta de Andalucía. Hace unas semanas, se les comentó que existía la posibilidad de que el concierto podría finalizar, que podrían dejar de atenderle allí y que se le reasignaría a otro centro en alguna localidad de la provincia. La Consejería de Salud advirtió hace tiempo a las entidades que prestan este tipo de servicio que, por imperativos legales, el sistema de conciertos y subvenciones iba a ser sustituido por un nuevo concierto público de Atención Temprana, que este jueves se ha publicado en el BOJA. El nuevo modelo no ha sido especialmente bien acogido por los directamente afectados.
Los padres de Álvaro aún no saben si le derivarán a otro centro en concreto, con qué periodicidad, en qué horario y, sobre todo, qué profesional va a atenderle. ¿Qué va a pasar con él y con los miles de niños que son atendidos en estos centros?los miles de niños, se pregunta su madre. “Para ellos, es fundamental la familiarización con la persona que le realiza la terapia. Es un atropello que esto pueda cambiarse de un día para otro, pudiendo provocar un trastorno importante en el niño y fundamental en la evolución de su tratamiento. Menos rehabilitación pública aún, otro centro, otro horario, otro profesional (obviamente peor pagado...)”.
Es la respuesta que se da a sí misma, en una carta que ha enviado a la misma presidenta de la Junta “apelando a su futura condición de madre”, pero no está muy alejada de lo que opinan entidades y asociaciones que han sido subvencionadas durante muchos años por la Junta y que, según qué caso, seguirán concertando después de conocer el pasado 29 de diciembre la licitación pública publicada en el BOJA. Ahí se establecen las condiciones a que han de ajustarse los contratos de gestión de servicios públicos, modalidad concierto, de los servicios de atención temprana.
Más de 18.700 menores son atendidos en los centros de Atención Infantil Temprana que tiene habilitados la Junta, según los datos aportados a comienzos de este año por la Consejería. Tras aprobarse la Ley de Atención a Personas con Discapacidad, Salud asumió en 2004 las competencias para atender a niños y niñas con trastornos en su desarrollo, o con riesgo de padecerlos, y estableció un sistema de subvenciones. Hasta ahora.
El nuevo concurso público, cuyos nuevos contratos se hacen efectivos desde la fecha de la fiscalización del 1 de julio, supone “garantías” y “en cualquier caso no se merma la calidad ni la atención de los menores”, argumentan desde la Consejería. Fuentes de este departamento comentan que “no ha habido recorte presupuestario” y que “la atención de los menores en tratamiento de atención temprana sigue garantizada”. Sin embargo, confirman que “no se han presentado algunas entidades”, si bien “sí lo han hecho otras que cubren con holgura la atención prevista”. Advierten, en cualquier caso, de que “se mantienen reuniones periódicas con las entidades para detectar necesidades e intentar darles respuestas lo antes posible”.
Un servicio “inviable económicamente”
Entonces, ¿por qué algunas entidades no quieren seguir prestando el servicio como hasta ahora? Los principales inconvenientes se sitúan en las condiciones económicas del concierto público ya que se exigen unos criterios de calidad que no se ven acompañadas presupuestariamente, según las entidades consultadas Asociación Interprofesional de Atención Temprana de Andalucía (ATAI) y Federación Autismo Andalucía. Si ya de por sí las subvenciones no eran especialmente boyantes, según coinciden, las familias no podrán abonar ahora una especie de copago por un servicio concertado cuya calidad, además, se verá afectada. Entre otras consecuencias generales apuntan las entidades están que realmente no se reconoce la Atención Infantil Temprana (AIT) como un derecho del niño o niña con trastorno en su desarrollo y que se cambia de profesional y lugar para las sesiones a los niños, en el mejor de los casos, en los centros que quieran seguir concertando con la Junta.
Según explican desde Autismo Andalucía, “el problema principal es que sea un modelo generalista que prime solo la cercanía al usuario y no la especialización”. Los niños con Trastorno del Espectro Autista (TEA) necesitan profesionales muy especializados “y para nosotros y nuestra filosofía no tiene sentido que tengamos que convertirnos en el corto plazo en centros generalistas”, apuntando “que no se mantenga la convivencia entre centros generalistas y especializados es el auténtico y verdadero problema”.
En el plano económico, las subvenciones son unas ayudas graciables que se pueden conceder o no, y que de hecho se concedían a familias concretas. La Junta pagaba a la entidad conveniada o concertada que prestaba el servicio, eso sí, con al menos un año de retraso, denuncian. Eso supone que la ayuda daba para muchas menos sesiones de las necesarias. “Está demostrado en las investigaciones internacionales que los niños y niñas con TEA necesitan una atención intensiva, de muchas horas semanales. Por lo tanto o bien las familias pagaban el resto de sesiones que decidieran para su hijo/a o bien la asociación intentaba buscar financiación para esas sesiones a los casos con más dificultades que no pudiesen pagar”, detallan.
La diferencia respecto al anterior modelo de gestión es que, en cierta forma, un concierto reconoce la Atención Temprana como derecho y un servicio que está concertado no se puede cobrar a las familias, lo que lo hace “inviable económicamente”. “Para nosotros es absolutamente lamentable que el peso del servicio deba caer en las familias, puesto que somos asociaciones de padres y madres, pero es la única opción que queda si la financaición es insuficiente”. Según señalan, “el presupuesto anual del concierto es exactamente el mismo que el de la subvención de los últimos años” y “las asociaciones no tienen medios económicos para afrontar nada, bastante ahogadas las tienen ya los retrasos en los pagos y la falta de financiación”, dice Autismo Andalucía.
“La administración ha puesto encima de la mesa el mismo presupuesto que existía para las subvenciones. El resultado: los centros siguen financiados muy por debajo del coste real del servicio. En muchos casos atenderíamos a más niños, con un mayor nivel de exigencia y por menos dinero”, apunta en la misma línea Rafael Ibáñez, presidente de la Asociación Interprofesional de Atención Temprana de Andalucía (ATAI).
Es “lo negativo” del cambio de modelo, si bien Ibáñez apunta que “era importante pasar de subvenciones a concierto para dignificar la Atención Temprana prestada por los servicios subvencionados, garantizar su continuidad e ir homogeneizando los distintos centros en cuanto a su manera de financiarse”. Antes del concierto público, según indica el presidente de ATAI, “en Andalucía existían tres modelos de financiación de los centros de Atención Temprana: conciertos (provincia de Almería y conciertos con San Juan de Dios), convenios con ayuntamientos y subvenciones. Estas últimas, además de graciables, eran y son las peor dotadas económicamente”.
También apunta Ibáñez que “se ha optado por que los servicios tengan que ser generalistas, esto y las condiciones económicas han llevado a que alguno de estos centros especializados no se presenten al concierto y continúen prestando sus servicios de forma exclusivamente privada”.
La Atención Temprana, como un derecho
Por esa última razón, la asociación Autismo Cádiz, que viene prestando desde 1996 un servicio de Atención Infantil Temprana (AIT), tras estudiar la convocatoria pública, decidieron no presentar su candidatura a dicho concurso, según expusieron detalladamente hace unos meses en su página web. Entre sus razones para no optar al mismo, “por un lado, que en este concurso no se reconoce la AIT como un derecho del niño o niña con trastorno en su desarrollo, y, por otro, la defensa de la necesidad de un tratamiento específico para los niños y niñas con TEA y sus familias”.
“Las condiciones económicas que tenemos que asumir con el concierto son ruinosas para las entidades que prestan el servicio. No es de extrañar que haya asociaciones que llevaban años prestando el servicio de Atención Temprana que hayan desistido de presentarse al concierto y otras que habiéndose presentado se están pensando desistir”, comenta al respecto el presidente de ATAI. En ese sentido, no todos los Centros de Atención Infantil Temprana (CAIT) se van a ver sometidos al concurso público, ya que los dependientes de los ayuntamientos van a seguir conveniados directamente con la Consejería de Salud, como están actualmente y los centros de la provincia de Almería seguirán con un régimen especial de concierto que ya disfrutan, explican desde Autismo Andalucía.
Según añade Ibáñez, “existe desde febrero de 2011 un borrador de Decreto de la Atención Temprana en Andalucía que la reconocía como un derecho universal, público y gratuito. Lo que ocurre es que un decreto como este debe llevar aparejado un presupuesto. Como no lo hay, se ha optado por cantidad (atender a cuantos más niños mejor) en lugar de calidad. Por todo esto en Andalucía aún no está reconocida como un derecho que proteja la salud física, psicológica y social de todos nuestros niños, sino que tiene un carácter graciable, que no consigue dar respuesta a las necesidades de estos niños y sus familias y que continúan dependiendo de la 'buena voluntad'”, sentencia.
En ese sentido, “como colectivo de profesionales queremos pedir un decreto que rija la Atención Temprana en Andalucía para que la atención en nuestros centros no sea un 'privilegio' sino un derecho, que esté dotada de una partida presupuestaria digna acorde al servicio que se presta, que permita la sostenibilidad de los centros”, añade ATAI.
Un modelo “generalista” y, “en la práctica, hasta los 4 años”
Según considera Autismo Cádiz, “antes de sacar a concurso público la prestación de un servicio cuya responsabilidad es de la Consejería de Salud, debe resultar imprescindible conocer cuál es el coste real de dicho servicio. Y el pliego de condiciones, en su parte económica, debe estar adecuado a ese coste. Si no es así, no se garantizaría, ni por asomo, la calidad del servicio que las entidades que se hagan con el concurso van a prestar a sus usuarios. En su lugar, la Consejería dice a las entidades que vayan a presentarse algo como 'este dinero es del que dispongo, al que acepte dar este servicio por él, le concierto'. Y, aunque no lo diga explícitamente, sí pone como referencias de características de dicho servicio tanto unos estándares de calidad material y organizativa, como los estándares funcionales establecidos en el Proceso y los Subprocesos”, publicados en 2010.
Para su 'hermana mayor', la ya mencionada federación Autismo Andalucía, el modelo de la Atención Temprana en Andalucía presentado en este concurso “es un sistema económicamente insostenible para aquellas entidades que, como nosotros, atendemos exclusivamente a personas con necesidades de apoyo más elevadas, ya que las horas que se cobren no se corresponderán con las que tengamos que ofrecer a nuestros usuarios y usuarias (que siempre serán mayores)”.
El modelo, según denuncian también, es generalista y se basa en la cercanía geográfica, contemplando de forma transitoria (“como proveedores de formación al resto”) a los centros especializados. “Todas las condiciones del concierto están planteadas para centros generalistas”, lamentan. “El hecho de que todos los centros tengan que reconvertirse en generalistas a medio plazo impacta de lleno con la misión (y la propia razón de ser) de nuestras entidades, orientada a la atención especializada de personas con TEA y la creación de servicios que, por su especialización, aporten un valor añadido y unas condiciones de calidad óptimas”, añaden. Por todo ello, la mayoría de entidades federadas en Autismo Andalucía decidieron no presentarse al concurso, como el caso relatado de Autismo Cádiz. Sólo se han presentado dos de doce entidades federadas.
En el sentido económico, argumentan igualmente que “el presupuesto anual del concierto es exactamente el mismo que el de la subvención de los últimos años, por lo que resulta económicamente inviable”. A ello se une además, según detallan, que “las condiciones económicas del concierto te empujan (se puntúa hasta en un 50%) a que atiendas a personas que te mande la Administración por encima de las horas que ofertaste. Por explicarlo de forma sencilla, si yo me comprometía a dar por ejemplo 100 horas (y eso es lo que me van a pagar) con la absorción de demanda asumo que puedo llegar a dar hasta 10 horas más sin cobrarlas de casos que me puede mandar la Administración. Es decir, trabajar gratis. Por supuesto, nadie te obliga a hacerlo, pero si hasta el 50% de los puntos que puedes conseguir salen del porcentaje de demanda que absorbas...Al fin y al cabo, al presentarte a un concurso publico tienes que competir con las condiciones de los demás”, explican.
“Es muy triste que se le llene la boca a algunos políticos con la sanidad andaluza y luego estén pegando recortes encubiertos a servicios para niños con enfermedades neurológicas. A Álvaro le dan en el Virgen del Rocío media hora de fisio a la semana. Eso y nada es lo mismo. Si encima ahora, recortan esto, se traducirá en que las sesiones serán mas cortas, o contratarán a un fisio sin experiencia”, lamenta el padre de Álvaro.
“Merma de la calidad de los servicios”
El presidente de la asociación andaluza ATAI corrobora la consideración particular de este padre: “Los cálculos del coste plaza realizados por muchos centros que llevan años prestando este servicio sitúan el coste de la sesión de Atención Temprana de 45 minutos sobre los 30 euros. La asignación máxima que establece este concierto para esas mismas sesiones es de 12,67 euros, menos de la mitad. La consecuencia de estos precios: sueldos muy por debajo de la categoría profesional, condiciones laborales muy precarias y a la postre, merma de la calidad del servicio”.
Autismo Andalucía prevé que estas condiciones económicas “supondrán una importantísima merma a la calidad de los servicios de Atención Temprana, que ya venía siendo mucho menor de lo deseable. La federación apunta, por otro lado, que ”pese a que en el objeto del concurso se circunscribe la atención a 'menores desde el nacimiento hasta el cumplimiento de los 6 años', en la práctica se limita a los 4 años. De cuatro a seis se estudiará según si disponen o no de los 'recursos necesarios en el ámbito educativo'“, lamentando que ”no se especifica más qué criterios se seguirán para determinar lo que es 'necesario'. Pero la experiencia a día de hoy supone 'dar el alta' a todo niño escolarizado con el mínimo apoyo“. En este periodo, recuerdan que se mantuvieron debates limitar la Atención Temprana al periodo 0-4 años y que la Consejería de Educación asumiera el de 5-6 años.
Atención precoz
La Junta, según una información hecha pública hace unos meses, recordaba que el 2,41% de la población menor de seis años en Andalucía presenta algún tipo de discapacidad o limitación (18.700 niños aproximadamente). Para atender precozmente estas situaciones y dar respuesta en el plazo más corto de tiempo a sus necesidades, nació el Programa de Atención Temprana, en el que se engloban un conjunto de intervenciones dirigidas a la población infantil de 0 a 6 años, a la familia y al entorno que rodea al menor. Los beneficiarios directos de estas ayudas son menores con síndrome de down, parálisis cerebral, sordera o autismo, entre otras.
El objetivo principal de la atención temprana, según recordaba recientemente la Junta, es que estos menores reciban todo aquello que, desde la vertiente preventiva y asistencial, pueda potenciar su capacidad de desarrollo y bienestar, posibilitando de la forma más completa su integración en el medio familiar, escolar y social, así como la autonomía personal. En 2006, Salud elaboró el proceso asistencial de Atención Temprana troncal, en el que quedan definidos todos los pasos que tienen que llevar a cabo los profesionales sanitarios en este ámbito, independientemente del centro en el que se realice o el facultativo responsable del caso. En 2010, la Consejería de Igualdad publicó otros cinco nuevos procesos relacionados con Atención Temprana donde se desarrollaba de forma más pormenorizada las actuaciones especificas realizadas a menores con Trastornos del Desarrollo con Discapacidad Motora, Trastornos del Desarrollo con Discapacidad Intelectual, Trastornos Sensoriales, Trastornos del Espectro Autista y Seguimiento del Recién Nacido de Riesgo.