“Pobre ley, demasiado joven para morir”. Asociaciones de Madres y Padres de Alumnos de Andalucía han asistido en Sevilla al funeral simbólico de la ley de bioclimatización en los centros educativos, que en febrero del año pasado inició su tramitación parlamentaria. La asociación 'Escuelas de Calor. Aulas sí, saunas no', que reúne a 200 AMPAS de Sevilla y provincia, ha convocado este domingo frente al Ayuntamiento hispalense a cerca de un millar de familias que han exigido la instalación de climatización en los centros educativos para combatir las altas temperaturas que los últimos años marcan el comienzo y final de los cursos escolares.
Distinto mes, mismas quejas. El calor de los últimos días de septiembre ha hecho que la polémica que se acrecentó en junio del año pasado se esté repitiendo a la entrada del otoño: en muchos colegios andaluces se padecen altas temperaturas, incompatibles con una educación de calidad. Decenas de familias han vuelto a decir “basta” y con llamativas pancartas y consignas, y una original performance, han cargado contra los responsables políticos que dieron curso a la tramitación de la ley andaluza, impulsada por Podemos, y han exigido una climatización sostenible en todos los centros educativos públicos.
La carga de la protesta, extensiva a responsables de PP y Ciudadanos, se ha centrado en la consejera de Educación, Sonia Gaya, y la presidenta de la Junta. “Si la educación es la joya de la corona, demuéstrelo Susana Díaz. O si no vaya usted todos los días cinco horas a un colegio y a ver cómo aguanta”, ha dicho uno de los portavoces en su alocución. “¿No le da vergüenza decir que ya está aplicando su plan de climatización sostenible?”, ha comentado sobre Gaya dentro de un ambiente festivo y reivindicativo.
“Papi, mi cole está muy mal hecho”
“Papi, mi cole está muy mal hecho y hace mucho calor”, dice Héctor que le dijo el otro día su hia de 4 años al salir del colegio Calvo Sotelo de Sevilla, la provincia que más quejas presenta al respecto. “En muchos centros no hay tendido eléctrico suficiente para soportar las máquinas de aire acondicionado”, explica mientras alude también la “falta de vegetación” en muchos patios. Antonio, otro padre, señala que en su centro se instaló un dispositivo en el comedor “pero no hay en la planta baja donde están los más pequeños”, dice en referencia al colegio Jardines del Valle.
Rocío y Antonio tienen a su hija mayor en el CEIP Huerta de Santa Marina. “Los niños aguantan temperaturas de más de 30º. Eso no puede ser”, lamentan. Desde el CEIP El Manantial, de Sevilla Este, señalan que no hay “ni aire ni sombras ni fuentes de agua fría” y “los ventiladores los compramos nosotros”. “¿Qué es lo urgente para la Junta? Tenemos la azotea recubiertas de chinos que se empapan de calor y hacen insufribles las clases. La ley la tienen metida en un cajón y mientras los niños y los profesores sin poder dar bien las clases”, apuntan Natalia y Esther.
Compra de ventiladores en el centro de Sevilla
Este mismo jueves, padres y madres del CEIP Huerta de Santa Marina, del distrito Casco Antiguo, se concentraron en protesta por las situación del centro, donde los alumnos están obligados a dar clase a temperaturas superiores a 35 grados, según denuncian. Las familias, portando ventiladores, anunciaron que iban a comprar e instalar una aparato de aire acondicionado. “Al parecer está habiendo muchos sangrados de nariz y algún golpe de calor entre el alumnado”, apuntaban.
Como consecuencia del calor en el interior de las aulas, una niña de seis años ha sufrido un golpe de calor esta semana, teniendo que ausentarse durante varios días por presentar mareos y náuseas, indicaron los padres y madres de este centro. Desde hace tres años piden ayuda al centro para combatir las olas de calor y la respuesta que obtienen es siempre que no pueden hacer nada para remediarlo, aseguran.
La situación afecta a otro colegios principalmente de Sevilla y provincia (Cruz del Campo, Vara del Rey,...), algo que está aprovechando el PP para criticar la gestión de la Junta. El presidente del PP andaluz, Juanma Moreno, ha dicho que Susana Díaz “demuestra una vez más su incapacidad de gestión”. El líder de los populares se hacía eco de que un alumno del colegio Marie Curie fuera hospitalizada por un golpe de calor ante la alerta amarilla que en estos días están afrontando distintas zonas de la comunidad autónoma.
Por su parte, la AMPA del Instituto de Educación Secundaria (IES) Pablo Neruda de Castilleja de la Cuesta (Sevilla) celebró esta semana una concentración “como medida de protesta ante las altas temperaturas que se soportan durante la jornada escolar”. La AMPA detalla que las mediciones acometidas la semana pasada arrojaban ya “30 grados en las aulas a primeras horas de la mañana” y 35 grados pasando el mediodía, “lo que en una clase con 30 adolescentes se traduce en una sensación térmica sofocante e incompatible con el rendimiento académico”.
“Las temperaturas y la sensación térmica en las aulas del centro son insufribles, insanas e incompatibles con el mínimo confort exigible. En estas condiciones, ni los docentes pueden trabajar, ni nuestros hijos aprender”, avisaba la AMPA. Las familias recuerdan además que este instituto figuraba dentro del plan promovido por la Junta de Andalucía para mejorar la climatización de 156 centros educativos de toda la región, señalando que dicho programa de actuaciones ha resultado “ineficaz”.
“Peligro para la salud”
Por su parte, el sindicato CCOO reclamaba esta semana que se tomen medidas “urgentes” para evitar que en las aulas se superen los 27 grados, exigiendo que, de no actuarse, se suspendan las clases ante el peligro para la salud que altas temperaturas suponen para trabajadores y alumnado. En estos días no son pocos los centros educativos, especialmente en las provincias de Sevilla y Córdoba, aunque no sólo en ellas, en los que se están sufriendo altas temperaturas en sus aulas, lo que imposibilita el aprendizaje y la labor docente, recordó el sindicato en una nota, que llevaba su petición también a la provincia de Granada.
Según el secretario general de la Federación de Enseñanza de CCOO-A, Diego Molina, “el confort térmico es esencial para el bienestar y la salud de las personas; por ello, es necesario disfrutarlo igualmente en los centros educativos, un hecho que no es posible cuando se está en espacios que alcanzan los 32 grados”.
En este sentido, Molina recuerda que ya en el pasado curso escolar muchos centros educativos andaluces padecieron problemas debidos a las altas temperaturas y añade que “ésta es una cuestión que no ha sido resuelta, como ha demostrado el golpe de calor padecido hace dos días por una profesora en Écija”.
“El derecho a la educación también debe cuidar la salud de los trabajadores y del alumnado, la mayoría de él menor de edad. Superar los 27 grados en un aula es perjudicial para la salud y es responsabilidad de la Consejería de Educación velar por la seguridad de los trabajadores de los centros educativos y de su alumnado”, insiste el dirigente sindical.
¿Qué dice la Junta?
Fuentes de la Delegación de Educación de la Junta en Sevilla consultadas por las protestas de los colegios y por las posibles soluciones concretas en cada centro, se limitan a remitirse a la comparecencia el pasado jueves en el Parlamento andaluz. Allí, la consejera, Sonia Gaya, dijo que su departamento invertirá 17 millones de euros en más de 200 obras para la climatización de centros docentes públicos durante el próximo año 2019.
Las actuaciones, que no se detallaron, se desarrollarán a través del programa de Climatización Sostenible y Eficiencia Energética “con responsabilidad y criterios técnicos”. Gaya explicó que se ha priorizado y planificado el trabajo de mejora de la condiciones de habitabilidad y confort térmico de los centros educativos desde “lo más urgente a lo también necesario pero menos prioritario, un trabajo continúo que aún no ha terminado”. La consejera también afirmó que en los dos últimos años se han realizado 265 obras con una inversión que hasta el momento supera los 13,7 millones de euros.
El PP dice que la Junta “sigue sin cumplir la promesa de dotar a los centros escolares de climatización”. “Este año, además, la Junta se ha confiado por las leves temperaturas que hemos vivido durante los meses de julio y agosto, quería pasar sin invertir en climatización y ahora las altas temperaturas de este mes de septiembre están dejando en evidencia la falta de palabra y de compromiso de Susana Díaz”, opinan desde el PP de Sevilla.
Y es que pese a las promesas de inversión de la Junta, “hay colegios como el de Cruz del Campo de Sevilla en el que alumnos y profesores sufren más de 35 grados en las aulas o el Instituto Nicolás Copérnico de Écija, en el que debido a las altas temperaturas un profesora tuvo incluso que ser atendida por los servicios médicos”. “En dos años, la Junta de Andalucía ha dejado 150 millones sin gastar en inversiones educativas en la comunidad mientras en los centros se siguen soportando temperaturas que afecta a la salud de alumnos y profesores”, ha criticado.
También mucho calor en Córdoba
El sindicato CSIF ha reclamado a la Delegación de Educación de la Junta en Córdoba “que adopte medidas extraordinarias para afrontar las altas temperaturas que se están registrando en las aulas en estas primeras semanas de curso escolar”, como “la interrupción de las clases a las 12,00 horas en los días en los que la previsión de temperaturas supere los niveles normales para la actividad escolar”.
A este respecto y en un comunicado, el sector de Educación de CSIF-Córdoba ha afirmado que, según una encuesta que ha realizado entre los profesores cordobeses, “casi el 70 por ciento de los centros no dispone de climatización en las clases, al mismo tiempo que solo un tres por ciento tiene instalados estos equipos en todas las aulas”, razón por la que “el 96 por ciento de los docentes consultados afirmaba que en su centro no existía una climatización adecuada para hacer frente a las altas temperaturas”.
Según estos datos, CSIF-Córdoba ha instado a la Delegación de Educación a que “tome medidas urgentes en los centros que no cuentan con aire acondicionado en sus aulas, a fin de salvaguardar unas condiciones adecuadas para la docencia y la integridad física del alumnado y del profesorado, evitando así episodios de desmayos, mareos y lipotimias ocurridos en cursos anteriores”.