Perfil
María del Carmen Castillo Mena (Almería, 1967), encargada de relevar a Patricia del Pozo al frente de la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional, es en realidad un rostro conocido en la administración andaluza y el sistema educativo. Esta inspectora de Educación fue viceconsejera de Educación en el mandato anterior (hasta 2022), cuando estaba en manos de Javier Imbroda y dependía de Ciudadanos.
El presidente andaluz, Juan Manuel Moreno, ha apostado ahora por recuperar su figura encomendándole la misión de dirigir una de las carteras más cuestionadas por la oposición y protestadas en la calle por los sindicatos. El Gobierno andaluz confía en su “amplio conocimiento” de la administración y el propio sistema de Educación, del que forma parte como funcionaria de carrera del Cuerpo de Inspectores de Educación de la Junta de Andalucía desde 2008 y del Cuerpo de Profesorado de Educación Secundaria en la especialidad de Administración de Empresas (desde 1997).
Licenciada en Derecho por la Universidad de Granada, quien fuera número 2 de Imbroda ha desempeñado el cargo de delegada territorial de Educación, Deporte, Igualdad, Políticas Sociales y Conciliación en Almería, así como otros cargos dentro de ese mismo órgano, tales como coordinadora de zona del Servicio de Inspección Educativa hasta 2011, asesora técnica de Régimen Jurídico o coordinadora del área específica de Organización Escolar y Ordenación Académica de Régimen Jurídico.
Desde el equipo de Moreno, destacan también que haya participado como ponente en formación específica para funcionarios públicos, direcciones de centros y equipos directivos e inspectores. Asimismo, ha colaborado como tutora y autora en el Aula Virtual de Formación del Profesorado de la administración autonómica en diversas acciones formativas, relacionadas con la acreditación de las competencias directivas, así como la formación de inspectores e inspectores noveles.
Como viceconsejera de Educación, Castillo Mena jugó un papel importante en la negociación de cuestiones relevantes para la Junta de Andalucía. Haciendo gala de un perfil mucho más preparado y técnico que el consejero Imbroda, en 2021 lideró el pulso entre la Consejería y el Ministerio de Educación para no perder los 123 millones de euros de fondos europeos destinados a crear plazas de guardería gratuitas, que el Gobierno andaluz terminó rechazando para salvar su red de guarderías privadas.
Al igual que la salida de Catalina García del departamento de Salud, la marcha de Patricia del Pozo de Desarrollo Educativo y Formación Profesional también viene precedida de críticas de los sindicatos de profesores, que la acusan de inacción, de no negociar nada con ellos, y de “piratear” los datos de plantilla para “vender que hay más docentes de los que en realidad hay”.
Sindicatos del gremio como Ustea han celebrado “el cese de Patricia del Pozo como consejera de Desarrollo Educativo”, y han tendido la mano “para trabajar por la escuela pública” a la nueva titular andaluza de Educación, a quien presuponen “un mayor conocimiento del campo de gestión que a su predecesora”, habida cuenta de su experiencia en la administración y en el sector educativo como inspectora.
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