De las 11 provincias (considerando como unidad también las comunidades autónomas uniprovinciales) que encabezan el ranking de las que tienen menos médicos de cabecera en España en función de su población, prácticamente la mitad están en Andalucía, lo que demuestra por qué estos profesionales de la atención primaria se encuentran en una situación límite.
Con. 1.512 pacientes por médico de cabecera, Málaga es la tercera peor provincia en esta ratio, según un informe elaborado por la Sociedad Estatal de Medicina de Familia y Comunitaria (Semfyc), que sitúa a las comunidades autónomas uniprovinciales de Islas Baleares (1.769) y Comunidad de Madrid (1.538 ) como las peores. Del resto de provincias de Andalucía, pese a que no suben a este podio, sí hay otras cuatro que figuran entre las peores del sistema nacional de salud: Sevilla (1.477), Almería (1.465), Cádiz (1.440) y Huelva (1.415). Completando este mapa de las 11 peor dotadas están Las Palmas y Santa Cruz de Tenerife, junto a Alicante y Murcia.
En el extremo opuesto, también otras 11 provincias, pero que apenas superan (o están muy por debajo) el millar de pacientes por médico de cabecera. Están están casi todas las de Castilla y León, lo que puede deberse en parte a su estructura territorial. De hecho, es la que suma más centros de salud y consultorios locales, con 3.912. Eso sí, también Lleida y Cáceres están entre las mejores.
La mejor posicionada en Andalucía es Jaén, que con 1.232 ocuparía una posición 16 en la tabla, empatada con Badajoz. En conjunto, Andalucía es la segunda comunidad autónoma con más centros de salud y consultorios locales, pero tiene la mitad que Castilla y León.
“La dispersión territorial que existe de los dispositivos de salud en el territorio (teniendo en cuenta áreas muy rurales y entornos puramente urbanos) hace que la asignación de recursos sea un cálculo muy complejo para equipararse a todo el territorio”, exponen desde la Semfyc.
La situación, de todas formas, podría agravarse dado que tras la última convocatoria MIR hay 45 plazas en medicina de familia y comunitaria que se han quedado sin cubrir. De ellas, dos en la provincia de Jaén, en concreto para el hospital San Juan de la Cruz de Úbeda.
La autonomía que necesita más inversión
Por eso, proponen un plan de inversión de 1.250 millones de euros en infraestructuras para ejecutar en cuatro años, aprovechando las aportaciones de los fondos Next Generation procedentes de la Unión Europea. Más de 220 millones de euros serían para Andalucía a la que ponen a la cabeza en este aspecto. Inciden también en la importancia de apostar por la telemedicina. Las estimaciones del modelo en lo referente a inversiones en adquisición de tecnologías y digitalización de las consultas de atención primaria necesitaría una inversión de 250 millones de euros para los cuatro años, siendo más de 42 para Andalucía.
María Fernández, médica de familia y presidenta de la Semfyc, es tajante: “Hay que ir más allá de un modelo de medicina de escritorio y de burocratización de los profesionales, cuando la población presenta verdaderos retos de salud, como el aumento de personas con múltiples enfermedades crónicas y su conciliación terapéutica o, por el envejecimiento agravado por la pandemia, el aumento de las enfermedades no transmisibles”.
Desde la Consejería de Salud y Familias indican que “presupuestariamente no hay problema para contratar pero que la cuestión radica en la escasez de facultativos en el sistema nacional de sanidad en determinadas especialidades”. Entre estas, la medicina de familia.
Desde UGT, Antonio Macías destaca el caso de cada verano: “Cerramos centros de salud porque nos faltan profesionales para mantenerlos abiertos, mientras vemos como multitud de enfermeros y médicos se van a otros servicios de salud porque tienen contratos más duraderos y pueden planificar mejor su vida laboral y familiar”.