A unos 20 kilómetros de Sevilla, en el término municipal de Salteras, se encuentra el centro Santa Ángela de la Cruz, el único de España especializado en personas con sordoceguera, que se rige por la misma filosofía que Antoine de Saint-Exupéry plasmó en su mítico Principito: “Solo se puede ver con el corazón, lo esencial es invisible a los ojos”, reza un cartel en la sala de estar de la residencia. Allí conviven 26 hombres y mujeres con edades comprendidas entre los 21 y los 62 años, procedentes de diferentes puntos de la geografía española. Además, en esas mismas instalaciones, atienden diariamente a 14 jóvenes y adultos como beneficiarios de la unidad de día.
Los trabajadores y usuarios del centro han abierto las puertas de su hogar para acoger a elDiario.es Andalucía y permitir que nos adentremos en su realidad cotidiana. Las fotografías recogidas en esta galería son el resultado de compartir su día a día durante varias jornadas a lo largo de tres meses, gracias a la generosidad que nos han brindado profesionales, familiares y usuarios, los verdaderos protagonistas.
Puedes leer aquí el reportaje completo.
Luis Alberto descansa en la sala de estar después de comer
Luis Alberto descansa en la sala de estar después de comer
Jesús al otro lado de la puerta que da acceso a la residencia
Jesús al otro lado de la puerta que da acceso a la residencia
Clara, la residente más joven, sonríe antes de acostarse
Clara, la residente más joven, sonríe antes de acostarse
Los usuarios descansando en la sala de estar de la residencia
Los usuarios descansando en la sala de estar de la residencia
Cristina en el interior de la furgoneta que la lleva a casa
Cristina en el interior de la furgoneta que la lleva a casa
El centro de día arranca cuando se ponen en marcha las rutas a las 7 de la mañana. En la actualidad, tres furgonetas recogen a diario a los 14 usuarios que viven en los alrededores. Después de desayunar, de realizar diferentes talleres, almorzar y descansar, en torno a las 3 de la tarde, parten de nuevo las furgonetas para llevarlos de vuelta a casa.
Una mediadora ayuda a Jesús a lavarse los dientes
Una mediadora ayuda a Jesús a lavarse los dientes
Una trabajadora acompaña a Inés a su cuarto después de la ducha
Una trabajadora acompaña a Inés a su cuarto después de la ducha
Jenny junto a su hermano Paco en su habitación
Jenny junto a su hermano Paco en su habitación
Esta chica de 30 años es usuaria del centro de día. Después de pasar la mañana en Santa Ángela, regresa a casa, donde su familia continúa fomentando su aprendizaje y desarrollo. Para ello, los padres de Jenny han adaptado su cuarto con colchonetas para evitar que se haga daño, al tiempo que le proporcionan un lugar en el que poder jugar y gatear con libertad, más allá de la silla de ruedas en la que pasa el resto del día fuera de su habitación.
Samuel jugando en la sala de los sentidos
Samuel jugando en la sala de los sentidos
Luces, colores, sonidos y sensaciones como el movimiento o la vibración que reciben en la sala de los sentidos ayudan a estimular a los chicos que padecen déficit sensorial.
Valentina y Samuel descansando en los sillones de la sala de estar de la residencia
Valentina y Samuel descansando en los sillones de la sala de estar de la residencia
Abdeslam muestra el bastón rojo-blanco de las personas sordociegas
Abdeslam muestra el bastón rojo-blanco de las personas sordociegas
Una de las monitoras ayuda a Manuel Alfonso a atarse los zapatos
Una de las monitoras ayuda a Manuel Alfonso a atarse los zapatos
María Jesús, una de las residentes, posa en el porche de la residencia
María Jesús, una de las residentes, posa en el porche de la residencia
Samuel recorre el pasillo de las habitaciones junto a una mediadora
Samuel recorre el pasillo de las habitaciones junto a una mediadora
Valentina disfruta de una ducha
Valentina disfruta de una ducha
Entre otros sistemas de comunicación alternativos, las personas con sordoceguera se expresan a través de gestos propios. Los mediadores que conviven con ellos aprenden a identificarlos y, en el caso de Valentina, aseguran que la expresión que se plasma en su rostro en el momento del baño significa entusiasmo.
Marina le da un beso a una mediadora
Marina le da un beso a una mediadora
Para los usuarios que residen en el centro de forma permanente, los trabajadores con quienes comparten su día a día son como su familia. Asimismo, algunos de ellos pasan los fines de semana o periodos vacacionales en casa de sus familiares, que mantienen el contacto con ellos durante todo el año mediante llamadas al centro.
Samuel en el momento de acostarse
Samuel en el momento de acostarse
Por su parte, el gesto que muestra Samuel poco antes de dormir denota una sensación agradable, de sentirse a gusto y cómodo, como explican los profesionales que tratan con él a diario.
En el momento del aseo
En el momento del aseo
Para que las personas con sordoceguera puedan avanzar, es importante que se le anticipen las acciones que van a tener lugar. De ahí las indicaciones de la mediadora durante el afeitado, entre otras actividades cotidianas.
Valentina jugando con una mediadora en la sala de estar
Valentina jugando con una mediadora en la sala de estar
Amanda sentada en un columpio de la sala de los sentidos
Amanda sentada en un columpio de la sala de los sentidos
Una mediadora ayuda a Samuel a meterse en la cama
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