Los cuatro integrantes de La Manada acusados de abusos sexuales contra una joven en Pozoblanco (Córdoba), dos meses antes de la violación en los Sanfermines de 2016 por la que ya cumplen condena, se han negado a declarar en el juicio que ha comenzado este lunes en la Ciudad de la Justicia de Córdoba.
Los acusados, Alfonso Jesús Cabezuelo, José Ángel Prenda, Antonio Manuel Guerrero y Jesús Escudero, se han declarado inocentes ante el tribunal y no han querido contestar a ninguna pregunta, ni del abogado de su defensa, ni de las acusaciones ni a la Fiscalía.
El abogado de su defensa ha pretendido que se anulara como prueba en el juicio el vídeo que los propios chicos grabaron dentro de un coche en el que se ven los tocamientos que le hacen a la joven, en estado de inconsciencia, y que difundieron en el grupo de whastapp de La Manada. Ese vídeo vio la luz en la investigación que se hizo en los teléfonos de los jóvenes por el caso de Pamplona, lo que llevó a ponerlo en conocimiento de las autoridades. Fue entonces cuando su víctima, que no fue consciente de que la grabaran en aquel momento, supo de su existencia.
Polémica a cuenta del vídeo
La defensa ha argumentado, en las cuestiones preliminares, que ese vídeo se obtuvo sin autorización judicial, algo que ha sido rechazado por la Fiscalía y las acusaciones, que han recordado que hubo consentimiento de los integrantes de La Manada a la inspección de sus teléfonos en la investigación del caso de Pamplona. Con todo ello, el tribunal no ha aceptado la petición de retirada del vídeo en este momento del juicio y ha aclarado que tomará en consideración la idoneidad de esta prueba cuando elabore la sentencia.
Asimismo, la defensa ha intentado modificar el turno de las declaraciones, para que lo hiciera primero la víctima y después los acusados, sin que el tribunal haya accedido. Así las cosas, este lunes ha sido el turno de los cuatro jóvenes acusados y el martes será el día en que declare la joven, que lo hará a puerta cerrada por decisión del juez para preservar su intimidad e identidad.
Petición de penas de cárcel
Los cuatro integrantes de La Manada se enfrentan a una pena de cárcel total de 28 años. La Fiscalía ha pedido para cada uno de ellos penas de tres años de prisión por la supuesta comisión de un delito de abusos sexuales hacia la joven, cuatro años más por otro delito contra la intimidad y para uno de ellos, el último conductor, una multa de 720 euros por supuestamente causar lesiones leves. El Ministerio Fiscal también solicita para la víctima como responsabilidad civil una indemnización conjunta y solidaria que deberán pagar los acusados de 4.500 euros por su curación y 6.000 más por los daños morales causados.
Los hechos ocurrieron en la noche del 1 de mayo de 2016 y se hicieron públicos en septiembre de 2016 en la investigación de la causa que se estaba desarrollando en Pamplona y en la que estaban implicados los cuatro acusados en este caso y un miembro más del citado grupo. Los integrantes de La Manada conocieron a la joven, de 21 años entonces, en la feria del municipio cordobés de Torrecampo, y se ofrecieron a llevarla en su vehículo de vuelta a Pozoblanco.
Abusos sexuales
El coche lo conducía Antonio Manuel Guerrero y José Ángel Prenda ocupaba el asiento del copiloto, los otros dos acusados en los asientos traseros y la chica se situó en el centro entre ellos. “Debido, probablemente a la cantidad de alcohol ingerida -señala el escrito de la Fiscalía- sin que haya podido determinarse, si además de ello, tomó de forma deliberada o sin saberlo alguna otra sustancia estupefaciente, la chica cayó en un estado de profunda inconsciencia, hasta el punto de no recordar lo ocurrido en el trayecto del vehículo”.
En el interior del coche, según se visualiza en el vídeo que realiza José Ángel Prenda, con el concierto previo de todos ellos, “aprovechan que la joven se hallaba privada de sentido, todos los acusados, con ánimo libidinosos, comenzaron a realizarle diversos tocamientos de carácter sexual, incluido el conductor”.
Al llegar a Pozoblanco, tres de los acusados bajaron del vehículo y se incorporó como conductor Alfonso Jesús Cabezuelo, quien continuó la marcha con la chica unas calles más y cuando ésta se despertó le pidió que le realizara una felación, a lo que ésta se negó, según detalla el Ministerio Público. En ese momento, el acusado “con intención de menoscabar su integridad física”, según la calificación, la golpeó en la cara, le dio un puñetazo en el brazo y la empujó para que saliera del coche mientras le gritaba “puta”.
Tras ello, la víctima tuvo conocimiento de estos vídeos cuatro meses después, cuando se hicieron públicos, y como consecuencia tanto de los hechos, como de la exposición mediática y social que derivó del tratamiento y divulgación que hicieron medios de comunicación y redes sociales, la perjudicada sufrió estrés traumático y necesitó 90 días para su recuperación.