- La convocatoria ha querido dar visibilidad al acto conjunto de abandono de la Iglesia ante las manifestaciones de Demetrio Fernández contra el feminismo o el colectivo LGTBI
Este 28 de septiembre se ha celebrado el Día Internacional de los Derechos Sexuales y Reproductivos y, aprovechando tal fecha, un grupo de cordobeses ha querido apostatar y abandonar la Iglesia en un acto conjunto y reivindicativo en contra de las manifestaciones del obispo de Córdoba, Demetrio Fernández, en contra del movimiento feminista y del colectivo LGTBI.
De un tiempo a esta parte, el discurso del obispo ha estado salpicado de reiteradas declaraciones públicas críticas con el feminismo, el colectivo LGTBI o el derecho al aborto. Comparaciones del feminismo como “una bomba atómica”, declaraciones en contra del derecho a la interrupción voluntaria del embarazo como “matanza de inocentes” , en contra de la fecundación in vitro comparándola con un “aquelarre químico” y palabras en contra de la ideología de género o en oposición a las personas lesbianas, gays, transexuales, bisexuales e intersexuales han sido algunas de ellas.
Y, por todo ello, contra esas manifestaciones de Fernández, un grupo de unas cuarenta personas –hombres y mujeres- han presentado en el Registro del Obispado de Córdoba la documentación necesaria para abandonar de manera efectiva la Iglesia. “Consideramos que el obispo mantiene una actitud misógina hacia las feministas y hacia el colectivo LGTBI”, señala a eldiario.es/andalucia la portavoz del colectivo, Toñi Mudarra.
Ella, como el resto de quienes se han sumado a este acto conjunto de apostasía, han organizado desde la asociación Feminismos Córdoba todo el trabajo de orientación jurídica y burocrática desde el inicio del verano hasta llegar al acto de hoy. “Hemos querido organizar un acto de apostasía colectiva para que también tenga cierta visibilidad y que se note que no dan igual las palabras del obispo”, reclaman.
Un acto que ha servido de llamada de atención y de reivindicación, como “forma de protesta pública” y, también, “!para que todo el mundo sepa que se puede hacer, que una persona puede abandonar la Iglesia si no es creyente ni comulga con sus privilegios, su financiación opaca y sus ideas en contra del feminismo y las personas LGTBI”.
A las puertas del Obispado de Córdoba han mantenido una concentración mientras, en nombre de todos ellos, una abogada registraba la documentación de los 39 apóstatas. Antes de eso, los pasos para poder apostatar no han sido sencillos. “No lo ponen fácil, pese a que cualquier persona tiene derecho a elegir sus creencias”, dicen desde el colectivo. Han debido pedir su certificado de bautismo en la parroquia donde recibieran este sacramento y elaborar un escrito justificando su decisión de abandonar la Iglesia para presentarlo todo en el Obispado.
Ahora, toca esperar. La respuesta del Obispado tras el registro de su decisión de apostatar la recibirán “en unos días”, por carta. “Nos dirán si nos falta algún documento más y, si no falta nada, nos han dicho que se haría efectiva la baja”, relata Mudarra algo sorprendida. Y es que, hasta ahora, los casos de las personas que han querido apostatar han pasado también por una entrevista personal en el Obispado, tras la que se decide finalmente si aceptan la baja de cada católico.
La idea de poner en marcha este acto conjunto de apostasía surgió al inicio de este verano, además de “por no compartir ni ritos ni creencias” con la comunidad católica, como respuesta “ante los ataques frontales y la misoginia de las palabras del obispo” explicaban entonces desde Feminismos Córdoba.
La convocatoria para sumarse a este acto ha estado abierta a cualquier persona, hombres y mujeres, y ahora, la asociación estudia si realizar periódicamente actos conjuntos de abandono de la Iglesia, si se completa la documentación de más personas que han querido sumarse a esta iniciativa y se siguen recibiendo nuevas solicitudes.