“No me gustan ni los frentes ni las orillas”, dice Susana Díaz, porque le recuerdan a “otra etapa que no le vino nada bien a Andalucía”. La presidenta alude la pinza con el acercamiento entre IU y Podemos como telón de fondo.
Se ha aprobado sólo una del PP-A: el Parlamento de Andalucía muestra su más enérgica repulsa ante los casos de violencia de género acontecidos en Andalucía, a la vez que muestra su solidaridad con las víctimas, familiares y allegados e insta al Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía a situar al margen del debate político y partidista la lucha contra la violencia de género, a intensificar la labor contra la violencia machista, a favorecer la unidad y coordinación entre administraciones públicas, partidos políticos y ciudadanía, a disponer del presupuesto suficiente para la prevención, protección y asistencia integral a víctimas, así como a la ejecución íntegra de dichas partidas, a la prevención y la concienciación de manera especial a través de la Educación y al desarrollo íntegro y efectivo de la Ley 13/2007 de prevención y protección contra la violencia de género.
José Muñoz hace un alegado en defensa de la política para recuperar “la confianza de la ciudadanía” y para que estos debates “le parezcan útiles” a la gente.
IU enfada a las filas del PP-A cuando su diputada Alba Doblas les recrimina la mayoría absoluta “ilegal” con una ley electoral que discrimina