El delgado del Gobierno en Andalucía, Pedro Fernández Peñalver, ha defendido este martes que la tanqueta de las Unidades de Intervención Policial (UIP) que se ha visto durante los últimos días en las calles de Cádiz se utiliza “en momentos críticos” y ha añadido que la respuesta a la huelga de los trabajadores del metal está siendo “equilibrada”, ya que “en ocho días de huelga no ha habido que lamentar prácticamente heridos”.
Así lo ha asegurado en la Cadena SER este martes por la mañana en una entrevista en la que ha confiado en que la manifestación que tiene lugar durante el día “va a ser pacífica”. “El despliegue se hace desde el entendimiento con los manifestantes”, ha señalado Fernández. “La idea es llamar a la calma y que sea compatible manifestarse y la seguridad de las personas, por lo que confío en que la manifestación será pacífica y no habrá necesidad de intervenir”.
Respecto a la tanqueta de la UIP, por la que Unidas Podemos ha pedido explicaciones, Fernández ha asegurado que “es un medio con el que cuenta la UIP pero no está dotado con nada que pueda generar ataques, ya que no es un vehículo militar”. Por lo tanto, ha aseverado que “no es un vehículo militar, sino uno blindado con unas ruedas de mayor resistencia y una pala delantera para retirar las barricadas incendiadas”. “No lleva elementos para hacer defensivas o atacar a manifestantes”, ha insistido.
La presencia de la tanqueta, según ha confirmado el delegado, es una decisión de las fuerzas de seguridad: “Lo sacan cuando hay posibilidad de que se hagan ataques a los agentes, lanzando piedras por ejemplo. También para retirar barricadas o evitar el corte de carreteras, en esos momentos críticos. Hoy espero que no se haga uso de la misma”.
Unidas Podemos ha trasladado de manera interna a sus socios de Gobierno su malestar al ver la imagen de la tanqueta en las protestas por la huelga del metal en Cádiz. Han pedido explicaciones, ya que al tratarse de una protesta de trabajadores consideran que no está justificado el uso de ese material. Concretamente, la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha sido quien ha trasladado este malestar al PSOE, según fuentes del partido.