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Hermana, no sé si puedo abortar

2 de abril de 2024 06:00 h

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El título hace referencia a una conversación que tuvimos unas amigas acompañando en el proceso abortivo a una que se encontró con un embarazo no deseado. Pero, antes de nada, contextualicemos.

El aborto, o más bien la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), es un procedimiento sanitario y legal, ¿pero realmente accesible? Es importante una cuestión: aunque el derecho a libertad de decisión sobre el aborto está protegido por la Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo (y su actualización en la Ley Orgánica 1/2023, de 28 de febrero), el acceso a este derecho lo determinan las comunidades autónomas. ¿Y cómo es acceder a este derecho en Andalucía? Pos quilla, jodío.

Si no puedes permitirte los cerca de 600€ de media que cuesta el procedimiento por la privada, y eres una persona a la que la sanidad pública le reconoce su derecho a la asistencia gratuita, el protocolo dicta: primero debes acudir a un centro sanitario público (consigue cita con tu médica de cabecera o trabajadora social del centro de salud que te corresponda) y solicita la hoja de derivación para la interrupción voluntaria del embarazo. Una vez resuelto esto, se te derivará a un centro acreditado y concertado donde tendrás que pedir la cita. Hagamos cuentas del tiempo que transcurre entre que te enteras que estás embarazada y consigues la cita, siendo un elemento de presión ya que tienes el límite de las 14 semanas de gestación para poder abortar con “libertad”

Tan sólo 16 centros (del cual sólo uno es público) notificaron haber asistido este procedimiento. A esto hay que sumarle el eterno problema de Andalucía: el transporte y la conexión

Quiero acentuar lo de centro acreditado y concertado porque la realidad es que casi todos los centros donde se realizan los IVEs son clínicas privadas. Según el Informe Interrupción Voluntaria del Embarazo 2022, en 2022 se realizaron en Andalucía 18.757 abortos (18.725 se realizaran en centros extrahospitalarios y solo 32 en centros hospitalarios) tan sólo 13 se realizaron en centros públicos. Según este mismo informe, tan sólo 16 centros (del cual sólo uno es público, Hospital La Inmaculada, situado en Huércal-Overa, en la provincia de Almería) notificaron haber asistido este procedimiento. A esto hay que sumarle el eterno problema de Andalucía: el transporte y la conexión. 

Te explico, si tu no resides en el municipio donde se encuentre un centro, te va a tocar moverte (contando con las facilidades de no ser interna o temporera, por ejemplo), y especialmente si te encuentras en la provincia de Jaén.

Aunque ella lo decía de manera mucho más amplia en todos los aspectos que nos toca en la vida, Mar Gallego señala siempre como el transporte es, y debe ser, un punto de la agenda feminista de Andalucía.

Pero después de todo esto, ¿qué? Pues a tu casa a llorar, a volver al trabajo en al día siguiente porque de eso depende tu sustento, a hacerte unos macarrones o lo que te apetezca, pero si lo que necesitas es acompañamiento psicoterapéutico, una vez más vas a tener que buscarlo en tus redes o tu bolsillo. Quiero destacar esto para todos los casos, pero especialmente para aquellas mujeres que no han abortado porque no deseaban ser madres, sino que dentro de las 22 semanas se han encontrado con una situación de riesgo y han optado por este procedimiento médico.

Abortar en Andalucía no es accesible ni rápido, pues viendo el protocolo, hagamos cuentas de las trabas que existen, y cuanto más te alejas de ese modelo tipo de mujer, más crecen estas barreras

Retrotrayéndonos al comienzo de este texto y la conversación que lo inspira, cuando hablamos de abortar, lo cerramos en la dicotomía 'sí' o 'no', pero no abordamos otros sistemas de opresión como es no ser blanca, tener o no documentación, la ruralidad, la estigmatización, la relación con el sistema sanitario, etc. Porque si no tengo papeles, estoy de paso en el campo y/o soy de una comunidad racializada, y decido abortar, he de hacerlo con métodos tradicionales (porque no tengo más opciones), contando con suerte con una red comunitaria (amigas, hermanas, compañeras) que acompañen en el proceso completo, sirviendo de escudo ante posibles señalamientos.

Y todo esto te hace pensar cuánto cuesta abortar, no sólo en los términos económicos sino emocionales, físicos, psicológicos, laborales y ambientales. Porque abortar en Andalucía no es accesible ni rápido, pues viendo el protocolo, hagamos cuentas de las trabas que existen, y cuanto más te alejas de ese modelo tipo de mujer, más crecen estas barreras.

Tenemos que dejar de hablar sólo de aborto legal o no, y hablar de la accesibilidad como parte de los derechos sexuales y reproductivos, o quizás mejor aún, deberíamos de empezar a hablar y trabajar por la justicia reproductiva para todas, todas.

El título hace referencia a una conversación que tuvimos unas amigas acompañando en el proceso abortivo a una que se encontró con un embarazo no deseado. Pero, antes de nada, contextualicemos.

El aborto, o más bien la Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE), es un procedimiento sanitario y legal, ¿pero realmente accesible? Es importante una cuestión: aunque el derecho a libertad de decisión sobre el aborto está protegido por la Ley Orgánica 2/2010, de 3 de marzo (y su actualización en la Ley Orgánica 1/2023, de 28 de febrero), el acceso a este derecho lo determinan las comunidades autónomas. ¿Y cómo es acceder a este derecho en Andalucía? Pos quilla, jodío.