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Madrid: peligro de atropello

Parece que la capital del reino es un caldo de cultivo perfecto para que las señoras del PP atropellen, con soberbia y sin pudor, todo aquello que le moleste y ponga en entredicho su autoridad. No voy a entrar en el asunto del lamentable episodio protagonizado por la presidenta del PP de Madrid, porque ya se ha escrito bastante y porque, francamente, me da vergüenza ajena.

Hoy me voy a centrar en otra señora madrileña, tertuliana de la COPE en los tiempos de Jiménez Losantos, y autora de declaraciones como estas al hablar de la enseñanza de la religión en las escuelas:

“La religión es una materia importante para todos... Demolerla es demolernos a nosotros mismos...Yo creo que esto es un auténtico suicidio y excluir la religión es parte de este suicidio”.

¿Sí? Pues más le hubiese valido a usted rezar menos y estudiar más si en el futuro iba a ser nombrada por su amiga Alicia Delibes (amiga de la macarra que desacata a la autoridad cuando la multan las fuerzas del orden), nada más y nada menos, que Directora General de Educación Infantil y Primaria de la Comunidad de Madrid. Porque si usted, señora Ruiz Paz, tuviese unos conocimientos matemáticos básicos, si supiese contar con los dedos, cosa que no estaría mal tratándose de una de la responsables de la educación de los niños madrileños, sabría que los sorteos basados en las letras del apellido son absolutamente injustos.

No es la primera vez que me llegan denuncias de este tipo de abusos por parte de la administración y no es la primera vez que escribo sobre el tema, ya traté de explicarlo en este artículo, alertada por la denuncia similar en la Dirección General de Política Educativa Escolar de la Junta de Castilla y León, pero parece que no, no lo entienden. A ver si voy a tener que convencer a Rouco Varela para que lo explique en el próximo sarao para que seenteren...

En este caso, en el caso de los sorteos para resolver empates en el proceso de admisión de alumnos de la Comunidad de Madrid, uno de los profesores del instituto afectado, matemático, dirige una queja, con número 004075/2014 a la Subdirección General de Atención al Ciudadano de la citada comunidad, atencionalciudadano@012.madrid.org.

“Estimados señores:

Según aparece en la página 16 de la resolución sobre la participación en el proceso de admisión de alumnos en los centros docentes (enlace), el desempate debe realizarse mediante un sorteo público de cuatro letras que determina el orden según los apellidos. Este tipo de sorteos son DISCRIMINATORIOS, ya que según el apellido del solicitante se tienen más o menos probabilidades de salir elegido. Por tanto, el proceso es anticonstitucional al producirse una discriminación por el apellido de la persona.(enlace)

Ante cualquier duda, pregunten a alguien que sepa de matemáticas.

En este artículo se explica muy bien por qué este tipo de sorteos no son justos:http://www.jotdown.es/2013/05/la-importancia-de-llamarse-grima/

http://www.jotdown.es/2013/05/la-importancia-de-llamarse-grima/

¿Qué puedo hacer como ciudadano para evitar que sorteos de este tipo vuelvan a celebrarse en asuntos públicos?

Muchas gracias por su atención y un saludo cordial.

Juan José López Ordóñez.“

A lo que la señora Mercedes Ruiz Paz, la ilustrísima Directora General le responde la siguiente estupidez:

Pues no, señora, con este sorteo NO todas las solicitudes de plaza escolar tienen las mismas posibilidades. Déjeme que se lo intente explicar: es una cuestión de, como ya he dicho, contar con los dedos. En primer lugar, la distribución de apellidos en España no es uniforme, existen más apellidos que comienzan con PA que con WX, por ejemplo. Eso hace que algunos apellidos, como por ejemplo Abad, jueguen en este sorteo con muchos pares de letras (WX, WY, WZ, XW, XX, XY, …) mientras que otros apellidos, como Grima (0,041% de los españoles) , no jueguen con casi ninguna, porque la mejor combinación para estos sería GR, y tienen por delante apellidos como Gracia (0,63%) , Granados (0,29%), Grande (0,25%), Grau (0,33%)...

Sé que no lo va a leer y que aunque lo lea, posiblemente, tampoco lo vaya a entender, señora Directora General de Educación Infantil y Primaria, pero he calculado las probabilidades, con su maravilloso sorteo, el de sacar 2 letras para el primer apellido y, en caso de empate, 2 letras para el segundo apellido, para los profesores de mi Departamento y, lo que son las cosas, me ha salido esta tabla.

Como puede observar en la tabla, en caso de empate, si usan ese sorteo para asignar una vacante, Álvarez Solano tiene, con su sorteo, más del 19% de las papeletas, mientras que yo, Grima Ruiz tengo menos del 1%, un 0,41%. Y en el caso de que quedasen 3 vacantes y Álvarez Solano y yo estuviésemos empatados por puntos, él tendría para su sorteo, el 26,47% de las papeletas y yo seguiría con el 0,41%. Esto quiere decir que realizamos un sorteo entre los dos y a el le dan 6.456 papeletas y a mí, 100. ¿De verdad le parece justo? O peor, para una única vacante, mire cuántas posibilidades tiene, por ejemplo, Cañete Molero: NINGUNA.

Va a ser que no todos tenemos las mismas posibilidades.

Lo lógico sería realizar un sorteo como el que se establece en el Artículo 34 de este Decreto de la Junta de Andalucía (gracias a David Orden por esta información). Aunque supongo que debe existir una ley no escrita que permita que gente como usted puedan atropellar, con patente de corso, a una moto de la policía o a las matemáticas, y con ello, a los derechos de sus ciudadanos.

Parece que la capital del reino es un caldo de cultivo perfecto para que las señoras del PP atropellen, con soberbia y sin pudor, todo aquello que le moleste y ponga en entredicho su autoridad. No voy a entrar en el asunto del lamentable episodio protagonizado por la presidenta del PP de Madrid, porque ya se ha escrito bastante y porque, francamente, me da vergüenza ajena.

Hoy me voy a centrar en otra señora madrileña, tertuliana de la COPE en los tiempos de Jiménez Losantos, y autora de declaraciones como estas al hablar de la enseñanza de la religión en las escuelas: