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OPINIÓN | 'Pesimismo y capitalismo', por Enric González

Mal que les pese, la gente en la calle

Mal que le pese al PP, no es un 28F más. Mal que le pese a José Antonio Griñán, tampoco otra manifestación de protesta contra las políticas del Gobierno Rajoy. Esta vez, miles de andaluces marchan detrás de unos sindicatos que acaban de dar un puñetazo en la mesa de negociación organizada por el Gobierno andaluz para cerrar un amplio pacto social por Andalucía. Cuando la semana que viene vuelvan a sentarse, los representantes sindicales se sentirán arropados por ocho manifestaciones en todas las capitales andaluzas.

Griñán confiaba en convencer a los sindicatos para firmar un acuerdo general, que después se iría desarrollando sector a sector, mesa a mesa. Incluido el más importante de todos, un pacto de rentas entre patronal y sindicatos, firmado al margen de sus respectivas organizaciones nacionales. Un acuerdo que, sobre todo en el caso de los empresarios, supusiese un evidente torpedo en la línea de flotación de la reforma laboral de Rajoy. Pero no sólo el presidente de la patronal Santiago Herrero se niega a ello por muy enfrentado que esté con sus compañeros de la CEOE. Tampoco los sindicatos aceptan la idea de romper con las líneas estratégicas de sus compañeros de Madrid.

Así las cosas, Patronal y sindicatos sí aceptan negociar un acuerdo bipartito que ofrezca paz laboral a cambio de desbloquear la negociación colectiva, paralizada tras la aprobación de la reforma laboral, y que aborde conflictos como el de la ultraactividad (que regula la vigencia de los convenios una vez caducados). Pero a cambio, exigen a Griñán que se moje con medidas concretas, reflejadas en sus presupuestos con partidas dinerarias que las hagan realidad.

Le han dado a escoger. Acuerdos concretos sobre el paro, los jóvenes, los servicios sociales, el empleo público… o ningún acuerdo en absoluto. Y hoy, detrás de la pancarta miles de andaluces les apoyan. La pelota está ahora en el tejado de Griñán.

Mal que le pese al PP, no es un 28F más. Mal que le pese a José Antonio Griñán, tampoco otra manifestación de protesta contra las políticas del Gobierno Rajoy. Esta vez, miles de andaluces marchan detrás de unos sindicatos que acaban de dar un puñetazo en la mesa de negociación organizada por el Gobierno andaluz para cerrar un amplio pacto social por Andalucía. Cuando la semana que viene vuelvan a sentarse, los representantes sindicales se sentirán arropados por ocho manifestaciones en todas las capitales andaluzas.

Griñán confiaba en convencer a los sindicatos para firmar un acuerdo general, que después se iría desarrollando sector a sector, mesa a mesa. Incluido el más importante de todos, un pacto de rentas entre patronal y sindicatos, firmado al margen de sus respectivas organizaciones nacionales. Un acuerdo que, sobre todo en el caso de los empresarios, supusiese un evidente torpedo en la línea de flotación de la reforma laboral de Rajoy. Pero no sólo el presidente de la patronal Santiago Herrero se niega a ello por muy enfrentado que esté con sus compañeros de la CEOE. Tampoco los sindicatos aceptan la idea de romper con las líneas estratégicas de sus compañeros de Madrid.