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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

Nuevo Sonido Sevilla

Rancio

Ricardo Lezón es un vasco de Getxo que ha hecho una de las canciones más bonitas que se han escrito sobre Sevilla. Antes cantaba en McEnroe, un grupo de pop indie, y ahora se lo ha montado él solo. “Arena y romero” retrata Sevilla a través de ese calor que los de allí conocemos perfectamente porque “arden los bares”, las noches de penosas borracheras solitarias por la Alfalfa, o cómo una excursión a la playa planeada desde una mesa del velador del Habanilla es un viaje a Itaca (y no hablo del bar).

Hasta hace unos años, cantarle a Sevilla era propio de artistas más tradicionales en sus formas. “Sevilla tiene un color especial” de Los del Río es un himno para una ciudad que ha sido musa para gente tan importante como Siempre Así, Carlos Cano, José Manuel Soto, Isabel Pantoja o María del Monte.

A Sevilla no se ha parado de escribirle y cantarle con muchísima belleza, pero, es verdad, también moldeando hacia fuera una imagen muy marcada de la ciudad.

Siempre hubo propuestas más fronterizas como Lole y Manuel con “El río de mi Sevilla”, un increíble poema en el que hay flechas como “No te enamores, no te enamores, las caricias soñadas son las mejores”, el “Yo me quedo en Sevilla” de Pata Negra, o por supuesto el gran Silvio, que en “Sureños” lo borda con: “Menos mal que aquí en Sevilla, la vida tengo ganada, porque con tanto calor, sudo aunque no haga nada”.

Pero últimamente, Sevilla y su imaginario más rancio se ha colado en el repertorio de músicos con otras propuestas más modernas. Repaso algunas.

Maga es una de mis bandas preferidas, “Silencio” es una canción crítica pero preciosa de la ciudad. Chencho Fernández, del que muchos dicen que es el nuevo Silvio, tiene una historia de amor maravillosa con epicentro en la “Estación del Prado” y estampas que condensan la ciudad: “Cuando te vuelva a ver, volveré a quedarme contigo en tu portal de azulejos rotos”.

Sr. Chinarro habla también desde su particular “Ángela”: “Si en El Arenal despiertas yo te doy mis horas muertas, llevas dentro tantos días de Cuaresma…”.

El rapero Tote King, que afortunadamente para todos por la creatividad que le genera sigue si resolver su amor – odio a Sevilla, también se acaba rindiendo desde otros ritmos a la ciudad del Guadalquivir. En “Como en Casa”, después de contar mil viajes, geográficos y mentales, hinca la rodilla: “Yo he visto muchos sitios y muchas cosas he probado, pero como se está en Sevilla no se está en ningún lado”.

Sevilla, como Andalucía entera, es estímulo suficiente para una copla, una rumbita, un rap, o un canción pop íntima y sedosa, y lo mejor es que no se agota. Disfruten de la lista (y añadan las canciones que conozcan, que para eso es colaborativa)

Ricardo Lezón es un vasco de Getxo que ha hecho una de las canciones más bonitas que se han escrito sobre Sevilla. Antes cantaba en McEnroe, un grupo de pop indie, y ahora se lo ha montado él solo. “Arena y romero” retrata Sevilla a través de ese calor que los de allí conocemos perfectamente porque “arden los bares”, las noches de penosas borracheras solitarias por la Alfalfa, o cómo una excursión a la playa planeada desde una mesa del velador del Habanilla es un viaje a Itaca (y no hablo del bar).

Hasta hace unos años, cantarle a Sevilla era propio de artistas más tradicionales en sus formas. “Sevilla tiene un color especial” de Los del Río es un himno para una ciudad que ha sido musa para gente tan importante como Siempre Así, Carlos Cano, José Manuel Soto, Isabel Pantoja o María del Monte.