Andalucía Opinión y blogs

Sobre este blog

Dejadnos al Sur aportar

El 14 de agosto empecé vacaciones tras publicar la entrevista al presidente de la ONG creada en Andalucía con profesionales del rescate, Proem-Aid, Onio Reina, en la que informaba del ofrecimiento que, en reuniones, llevaba meses haciendo al Gobierno central y la Junta de Andalucía para ayudar al Servicio de Salvamento Marítimo en el Estrecho de Gibraltar. La respuesta institucional y de Salvamento fue que el refuerzo de ONGs era innecesario. Proem-Aid, ONG de voluntarios cuyo empleo es de funcionarios, bomberos o del Grupo de Emergencias de Andalucía (GREA), ante el recelo de sus colegas de SASEMAR a que lo altruista derivara en congelación de plantilla, propuso integrarse siquiera “en el catálogo de recursos extraordinarios ante una previsible catástrofe de pateras”. 

El 30 de agosto, en la aldea cántabra a la que vuelvo como descendiente de migrantes, leo en prensa que la ONG catalana Proactiva Open Arms “ha decidido unir sus esfuerzos a Salvamento Marítimo”, lo que comunican ellos y el Ministerio de Fomento. Trabajadores sin identificar de Salvamento divulgan ahora reticencias que me constan, off the record, desde que, del 6 al 8 de julio, en Algeciras y Tarifa, trabajé en un proyecto documental.

Siento enorme gratitud por la labor de los rescatadores y, en particular, de Proactiva y su fundador, Oscar Camps, por salvar a tantos y además dar, lanzándose al Egeo en septiembre de 2015, un aldabonazo a las conciencias que, en mi caso entre muchos, ha marcado trabajo y vida. Proactiva fue, entre otros factores, clave para que Proem-Aid naciera, como cuenta siempre Onio Reina.

Sé, por mis entrevistas a efectivos de Proem-Aid (que, desde el origen, en Lesbos, son andaluces, madrileños, riojanos, valencianos… y, además, están hermanados, hace un año con la ONG vasca Salvamento Marítimo Humanitario (SMH) para su misión en el Mediterráneo central MayDayTerraneo) que, como su prioridad son las vidas de quienes huyen de la guerra y el hambre, si era falsa la versión oficial de que había medios bastantes, aplauden los refuerzos. Pero sé también por cubrir esto de cerca (y el juicio en Lesbos a tres bomberos de Proem-Aid absueltos de la falaz acusación de tráfico de personas en que el respaldo de Proactiva brilló por su ausencia), que yo sumaría injusticia a la injusticia si no recordara que Proem-Aid se ha ofrecido, sin cesar, a ayudar.

Como siempre, la iniciativa sur, la que nace de aquí abajo se ningunea. Escribo esto con un hondo sentido de la responsabilidad. Tanto por el demencial fragor de cebar y enfrentar nacionalismos en nuestro país y la UE como porque ello me ha llevado a releer este verano El mundo de ayer de Stefan Zweig sobre cómo en el siglo XX nos manipularon a los europeos para que nos masacráramos.

No es un tema esencialista entre ONGs de andaluces y catalanes con fuero para actuar en sus costas –ya me extraña que Camps esgrima el argumento de ser “barco de bandera española” que no encaja con rescatar en Grecia o Italia-. En toda ONG hay gente de todas partes y el bien a proteger, la vida humana, es universal.

El tema es que ya harta que el impulso meridional, andaluz, sea despreciado. Para empezar por nuestro Gobierno autonómico –del PSOE hace 40 años-, que mientras se da, la presidenta Susana Díaz la primera, pandereteros golpes de pecho –¡Venga placas a los bomberos de Lesbos!-, niega respaldo efectivo, como la financiación del Gobierno vasco por la que MayDayTerraneo tiene barco y volverá a rescatar frente a Libia, este 15 de septiembre, según le contarán en su reunión de mañana al Delegado del Gobierno, Gómez de Celis, tras la entusiasta bienvenida que él ha dado a Proactiva.

El rodillo uniformizador que en Cataluña tanto molesta, con razón, no es solo, del centro sobre la periferia. Es del poderoso sobre quien también quiere aportar, con toda humildad, pero gran preparación y valía profesional. Oposiciones públicas, nada menos, en el caso de estos bomberos. Pasa en todos los ámbitos. En periodismo con frecuencia pasmosa se informa de lo que ocurre en provincias desde o con “paracaidistas” de Madrid o Barcelona.

Ya cantó Serrat el poema de Benedetti El Sur también existe y el sur protagonista aquí es el de África y Oriente Próximo del que huyen tantos hermanos nuestros. Ojo, para empezar, con que el Gobierno de Pedro Sánchez no use a Proactiva para lavar su Desoladora política migratoria: con la expulsión sin garantías de los 116 migrantes que saltaron la valla en Ceuta y argumentos del Gobierno Rajoy condenado por el Tribunal Europeo de Derechos Humanos por devoluciones en caliente. “Marruecos es un país seguro”, dijo ayer el presidente Sánchez, a Pepa Bueno en la SER. Ya.

Y ojo porque la gran tarea pendiente no podrá ser obra de una sola ONG. En la ayuda humanitaria no funciona el monopolístico acaparar un sector en que nos ha criado el sistema de mercado. Puede que justo el refuerzo de la flota de Salvamento en el Estrecho y Alborán sólo requiera de un único barco y por la pericia empresarial de Óscar Camps vaya a ser el Open Arms. Pero en la segunda acción que Proactiva impulsa, la denuncia de la violación de los derechos humanos, en los países de origen de los demandantes de asilo y migrantes, pero también en nuestro mar y continente, hace falta tejer, cuanto antes, la más nutrida red de personas y organizaciones comprometidas con la fraternidad y un nuevo orden internacional.

Para avanzar hacia ese horizonte de esperanza, contra el que se levanta en marejada un creciente neofascismo, seguro que miembros y colaboradores de Proactiva están de acuerdo, nadie mejor de compañero que los voluntarios de ONGs que palpitan con su mismo impulso solidario, como Proem-Aid, SMH y tantos otros. Cuantos más mejor, no sobra nadie, todos sumando, para remar juntos en el mismo barco.

El 14 de agosto empecé vacaciones tras publicar la entrevista al presidente de la ONG creada en Andalucía con profesionales del rescate, Proem-Aid, Onio Reina, en la que informaba del ofrecimiento que, en reuniones, llevaba meses haciendo al Gobierno central y la Junta de Andalucía para ayudar al Servicio de Salvamento Marítimo en el Estrecho de Gibraltar. La respuesta institucional y de Salvamento fue que el refuerzo de ONGs era innecesario. Proem-Aid, ONG de voluntarios cuyo empleo es de funcionarios, bomberos o del Grupo de Emergencias de Andalucía (GREA), ante el recelo de sus colegas de SASEMAR a que lo altruista derivara en congelación de plantilla, propuso integrarse siquiera “en el catálogo de recursos extraordinarios ante una previsible catástrofe de pateras”. 

El 30 de agosto, en la aldea cántabra a la que vuelvo como descendiente de migrantes, leo en prensa que la ONG catalana Proactiva Open Arms “ha decidido unir sus esfuerzos a Salvamento Marítimo”, lo que comunican ellos y el Ministerio de Fomento. Trabajadores sin identificar de Salvamento divulgan ahora reticencias que me constan, off the record, desde que, del 6 al 8 de julio, en Algeciras y Tarifa, trabajé en un proyecto documental.