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Diálogo entre sacerdotes: “La Mezquita es de todos”

Desde que se abriera el debate sobre la titularidad pública de la Mezquita de Córdoba y la inmatriculación que de ella ha hecho la Iglesia inscribiéndola a su nombre en el Registro de la Propiedad en el año 2006 por 30 euros, la plataforma ciudadana que lucha contra esa apropiación tuvo el apoyo de relevantes grupos de cristianos de base que se adhirieron a su petición. Entre ellos, contaron con las firmas de nombres propios de religiosos como son el sacerdote y ex Defensor del Pueblo Andaluz, José Chamizo, y el conocido como ‘cura rojo de Vallecas’ , Enrique de Castro, que en estos días han criticado en Córdoba la apropiación del monumento por parte de la Iglesia.

“Hay que reivindicar que la Mezquita es de todos. Ese hermoso templo es de todos y para todos”, sintetiza Enrique de Castro, que ha participado junto a Chamizo en un encuentro organizado por la Plataforma Mezquita-Catedral Patrimonio de Todos para celebrar los 30 años de la declaración del monumento como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Este cura, como Chamizo, valoran el símbolo que la Mezquita ha tenido siempre como ejemplo “de concordia y diálogo” entre culturas, pueblos y religiones. “La concordia es diálogo y vivimos en un tiempo sin diálogo. La Mezquita es un edificio para dialogar, entre dos religiones, entre dos formas de entender la vida”, reflexiona el ex Defensor del Pueblo Andaluz que, junto a su homólogo, se refieren siempre al templo como Mezquita y no Catedral como la denomina el Obispado cordobés.

Ambos son contundentes a la hora de expresar su opinión sobre el registro del monumento a nombre de la Iglesia: “He aprendido la palabra inmatriculación hace poco”, dice Chamizo. “Lo peor es la clandestinidad con que se ha hecho”. Y apuesta por que “tiene que ser el pueblo quien elija quién administra mejor” el monumento. “Es un bien del pueblo de Córdoba y del mundo”, advierte.

“Se han apropiado de la Mezquita”, dice tajante De Castro sobre la acción de la jerarquía eclesiástica sobre el monumento. Y sobre la lucha que lleva a cabo la plataforma por una Mezquita pública, llama a difundirla a través de las redes cristianas de base. “Y si hace falta, pues venimos todos a apoyaros”, se ofrece.

No en vano, las Comunidades Cristianas Populares de España y Europa, así como Redes Cristianas o la Asociación de Teólogos Juan XXIII ya mostraron desde el principio su adhesión a la Plataforma Mezquita-Catedral para que el monumento sea “patrimonio de todos”. Y, no es casualidad tampoco que el portavoz de la propia plataforma, Miguel Santiago, profesor de Biología y asesor de la Cátedra de Interculturalidad de la Universidad de Córdoba, sea también un reconocido cristiano de base que participó en la fundación de la Escuela Teológica Universitaria de Córdoba.

“La Mezquita es del pueblo y debe gestionarse desde ahí para responder al símbolo que representa”

“Lo excepcional es que haya que hacer una plataforma ciudadana para reivindicar esto”, destaca Chamizo sobre el objetivo de conseguir que la Mezquita sea patrimonio de todos. Y anima a los ciudadanos que la defienden a “no abandonar nunca la lucha” porque, a su juicio, “los movimientos se hacen siempre desde la base, también en la Iglesia”.

Sobre las inmatriculaciones, la apropiación del monumento por parte del Obispado y el modelo de gestión que debería tener, De Castro reflexiona: “La Iglesia tiene muchas posesiones, muchos bienes y es hora de plantearse que ese no es el sistema”. Para él, “la Mezquita es del pueblo y debe gestionarse desde ahí para responder al símbolo que representa. Y si se acepta luego mantener el culto, que se mantenga, pero un culto abierto”.

Chamizo, en ese sentido, aboga por el diálogo entre las partes y defiende un “modelo de gestión compartida entre la administración, el Cabildo y la participación activamente de la ciudadanía. Tenemos esa responsabilidad”. Y, en ese sentido, halaga la lucha emprendida desde la plataforma para hacer del monumento un bien público: “Estáis dando un ejemplo en Córdoba”.

Y aunque la Plataforma por una Mezquita-Catedral Patrimonio de Todos no plantea la eliminación del uso religioso que tiene el monumento, el cura De Castro, sin embargo, da un paso más y aboga por “abrir la Mezquita a todos”. Defiende que “cualquier catedral, si quiere ser símbolo de Jesús, deberíamos poder orar todos juntos en ella. La mesa de Jesús es para todos”, dice en una abierta posición al rezo compartido entre religiones. “Busquemos la convivencia y que esto cambie, pese a quien pese”.