El alcalde de Alcalá de Guadaíra (Sevilla), Antonio Gutiérrez Limones (PSOE), ha presentado este jueves su dimisión como regidor, si bien repetirá de número 3 en la candidatura del partido para el Congreso de los Diputados en las próximas elecciones generales. Su salida se produce en medio de una amenaza de moción de censura promovida por los ediles de IU-Alternativa Alcalareña y el PA, junto con los dos concejales de Alcalá de Guadaíra Puede leales a Podemos, con el argumento de la “parálisis” del equipo de gobierno.
Lo hará para dedicarse de lleno a la candidatura para el Congreso de los Diputados, donde ya en las elecciones generales del pasado 20 de diciembre iba de número 3 por Sevilla y logró escaño. Sin embargo, en los cuatro meses transcurridos desde entonces, igual que durante su etapa como senador, ha compatibilizado estas responsabilidades con la alcaldía, cosa que ahora no ve asumible, y de hecho, este jueves se ha referido a que es un compromiso “orgánico” no acumular cargos institucionales.
En este sentido, se había especulado con su salida de la candidatura en la nueva convocatoria de comicios por la investigación de los tribunales en torno al caso ACM, empresa municipal, si bien desde la dirección regional del PSOE han defendido siempre su continuidad con el que argumento de que no hay nada todavía contra él. Cabe recordar que por el momento se sabe el juzgado que lleva el caso ha pedido al Congreso de los Diputados que informe sobre su condición de aforado porque entonces tendría que elevar la causa al Tribunal Supremo.
“No es una mañana de despedidas porque nadie se va de donde tiene sus amores (...). Voy a dar un paso al lado”, ha comentado el propio regidor, quien lleva 21 años con el bastón de mando de su ciudad. En una rueda de prensa en la que ha estado acompañado por la secretaria general del PSOE de Sevilla, Verónica Pérez, gran parte del grupo municipal y compañeros del Congreso de los Diputados, ha explicado que la decisión la ha querido adoptar antes de que se ratifiquen las listas para el 26J. Tampoco ha revelado a quién propondrá el partido para sucederle en el pleno de investidura que tendrá que convocarse, porque habrá que negociarlo “en equipo”.
Se da la circunstancia de que en 2012 Antonio Gutiérrez Limones le disputó la secretaría general del partido en Sevilla a Susana Díaz, actual secretaria general del PSOE-A. Desde entonces ésta había maniobrado para apartarlo de la alcaldía. Primero ofreciéndole que integrara la candidatura para las elecciones europeas de 2014, a lo que él se negó. Posteriormente se le incluyó en la candidatura para las elecciones generales de 2015, con el referido número 3 por Sevilla, cuando ya había perdido la mayoría absoluta en Alcalá de Guadaíra, y desde entonces se esperaba que en cualquier momento dejara el bastón de mando por presiones externas pero también internas.
También ha negado que su renuncia sea una exigencia de C's porque precisamente las relaciones son buenas con este grupo municipal, que le ha apoyado para sacar adelante “asuntos importantes para la ciudad” los últimos meses. “Es cierto que pude haberlo hecho hace un tiempo. Pero siempre he pensado que, igual que he sido el alcalde más votado de España, he considerado que en momentos de crisis tenía que asumir la responsabilidad de liderar soluciones para mi ciudad”, ha reconocido en este sentido, para luego hacer balance de su gestión todos estos mandatos. Entre otras cosas, ha apuntado que “es la ciudad en la que la Junta de Andalucía tiene más inversiones en marcha”.
“Espero que este paso adelante serene las cosas”, ha comentado en referencia a la polémica tanto por el caso ACM como por la negociación de una moción de censura. Ha recordado que él nunca ha sido miembro del consejo de administración de la empresa municipal y que el consistorio tampoco está personado por lo que se entera de la información por la prensa. “Estoy convencido del sobreseimiento y tengo rabiosamente tranquila mi conciencia”, ha remarcado, recordando que en más de dos décadas “jamás” ha sido imputado, igual que sigue con “la misma casa y el mismo coche” que cuando accedió a la alcaldía.
Sobre la posible moción de censura ha rememorado que “la convivencia pacífica” en el consistorio “se rompió hace tres años” cuando una concejal de sus filas -Laura Ballesteros- se salió y lo dejó en minoría. Desde entonces, ha asegurado que ha sido víctima de una campaña “con panfletos y pintadas”. En este contexto, ha dudado de que los cinco partidos de la oposición se puedan poner de acuerdo para la moción de censura, igual que tampoco lo consiguieron para arrebatarle la alcaldía tras las últimas elecciones municipales.
Se negociaba desde hace meses
Mientras, Verónica Pérez ha comentado que “desde su nueva responsabilidad seguirá defendiendo los intereses de los alcalareños”. Ha admitido que “esta conversación” ya la habían mantenido “hace unos meses”, y se ha remitido también a la “norma interna del PSOE que establece la incompatibilidad” de ser alcalde y diputado. “Es un día de emociones encontradas (...) y para los socialistas Antonio Gutiérrez Limones es un referente de buena gestión”, ha proseguido.
“Había que esperar al momento más beneficioso para garantizar la estabilidad”, ha insistido Verónica Pérez para justificar por qué no ha presentado su renuncia antes, negando que tenga que ver con una moción de censura que ha calificado de “venta de humo” porque no tiene todavía ni la mayoría absoluta para su votación, ni candidato ni proyecto. “Sería muy difícil que el PP a meses de las elecciones generales pueda defender que va a gobernar con Podemos en Alcalá de Guadaíra. O que Podemos pueda defender que va a apoyar al PP”, ha opinado.
El Ayuntamiento de Alcalá de Guadaíra, la tercera ciudad en dimensiones de la provincia, por detrás de Sevilla y Dos Hermanas, está gobernado por el PSOE en minoría con sus nueve ediles. En la oposición son 16: cinco del PP; cuatro de Alcalá de Guadaíra Puede divididos entre dos escindidas de Podemos y la otra mitad leales a dicho partido; tres de IU-Alternativa Alcalareña; dos del PA; una de C's; y otra más que concurrió con esta última formación pero fue expulsada y es no adscrita.
En este sentido, la conflictividad ha marcado las relaciones con el equipo de gobierno pero también dentro de los propios grupos municipales. Por un lado, con la citada expulsión de C's de la que era su portavoz municipal, Ester Ruiz Lara, a la que acusó de no hacer su trabajo, por lo que le exigió el acta de concejal y ella se negó. Y por otro, porque dos ediles de Alcalá de Guadaíra Puede, Jésica Garrote y Sheila Carvajal, abandonaron Podemos y este partido las ha acusado de estar aliadas en la sombra con el PSOE, después de haber votado varias propuestas del equipo de gobierno.