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Opinión - Cada día un Vietnam. Por Esther Palomera

La complicada tesitura del PSOE-A con Antonio Gutiérrez Limones

El hombre que en 2012 osó disputarle a Susana Díaz el liderazgo del PSOE en Sevilla, el alcalde de Alcalá de Guadaíra desde hace 20 años, Antonio Gutiérrez Limones, y desde las elecciones generales del 20 de diciembre de 2015 también diputado, se encuentra en una situación muy complicada para su carrera política, que en ocasiones ha parecido prometedora. El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción 2 de Alcalá de Guadaíra, que investiga las presuntas irregularidades en la extinta empresa municipal de comunicación ACM, por supuesto desvío de fondos, ha enviado una providencia para que el Congreso de los Diputados confirme su condición de aforado, en cuyo caso, si se iniciara un procedimiento contra él, sería cosa del Tribunal Supremo (TS). Encuentra “indicios de criminalidad” y cree que el TS deberá decidir si asume toda la causa -en la que hay implicados exconcejales del PSOE y otros cargos- o parte.

En este contexto, desde el PSOE-A, cuya secretaria general Susana Díaz fue la que impuso que sus predecesores Manuel Chaves y José Antonio Griñán debían dejar sus actas en el Congreso de los Diputados cuando fueran imputados, entienden que será difícil que Antonio Gutiérrez Limones pueda continuar “si la investigación avanza”, porque asumen que todavía está en un punto incipiente, toda vez que no se ha tomado declaración a nadie. Es más, en esos casos estaba en juego la investidura de la propia Susana Díaz como presidenta de Andalucía, porque C's se lo puso entre sus condiciones, y esta vez no consta que el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, tenga la misma exigencia en su pugna por La Moncloa. Las mismas fuentes reconocen que hay “diferencias” con los otros casos, pero recalcan que con las reglas que se han ido imponiendo en el PSOE-A, su situación es “complicada”.

El propio Antonio Gutiérrez Limones sabe que no está entre las personas de confianza de Susana Díaz, quien en 2014 pretendió incluirlo en la lista para las elecciones europeas para quitarse de en medio a un compañero un tanto incómodo, cosa que él no aceptó. Pero finalmente consiguió incluirlo como número 3 por Sevilla en la del Congreso de los Diputados, en una jugada que muchos interpretaron como una manera de alejar al que ha sido uno de los referentes del partido en la provincia. En este contexto, desde 2013 el caso ACM se cierne como una sombra sobre él. Eso sí, cabe recordar que en 2014 la Fiscalía de Sevilla ya elevó el caso a la del TS, entonces por su condición de senador y por tanto también aforado, pero el alto tribunal la devolvió a los juzgados para que se indagase más. 

El alcalde de este municipio, el tercero en dimensiones de la provincia tras Sevilla y Dos Hermanas, no ha podido personarse en la causa porque hasta el momento no había sido formalmente mencionado. De hecho, lo que existen son unas diligencias previas a partir de un atestado de la Guardia Civil, que es lo que ha llevado a que el juzgado remita ahora la providencia para ver si, en caso de considerar que hay indicios contra él, tendría que corresponder al TS hacerse cargo. Desde el momento en que ya sí ha sido mencionado, sí va a personarse, básicamente porque insiste en su inocencia en la gestión de una empresa municipal en cuyo consejo de administración estaban todos los grupos municipales pero a la que él no pertenecía. La fiscalía señala varios presuntos delitos como malversación de caudales públicos y falsedad documental en la gestión de ACM, en la que se descubrió un agujero de casi medio millón de euros.

Con todo esto en contra, el afectado no se plantea dimitir. Recuerda que ni siquiera está imputado, y los estatutos del partido fijan eso para los procesados. En todo caso, sí dejaría su escaño si fuera imputado porque se ha establecido como norma no escrita en el partido, o por lo menos, para los cargos del PSOE-A, que ha aportado a Pedro Sánchez 22 de los 90 escaños con los que cuenta. “Lo que no es de recibo es el daño que hace una situación como ésta, y que además es aprovechada por otros partidos, especialmente el PP, para convertirlo en un gran escándalo y tapar sus propias vergüenzas”, lamenta Antonio Gutiérrez Limones. De hecho, este viernes el portavoz adjunto del PP en el Congreso de los Diputados, Carlos Rojas, pedía que Pedro Sánchez se fuera a la oposición para “regenerarse” citando expresamente este caso.

Se da la circunstancia de que el último atestado de la Guardia Civil sobre la investigación habla de “responsabilidades” del regidor por supuestas manifestaciones del interventor municipal que le habría avisado de las incidencias en ACM pidiendo más recursos y que el regidor no habría respondido a la petición. Sin embargo, desde alcaldía esgrimen un certificado en el que el interventor municipal se retracta de estas palabras. “Yo mismo envié a la Cámara de Cuentas de Andalucía la contabilidad de ACM tras conocer las posibles irregularidades”, subraya el regidor en declaraciones a eldiario.es/andalucia.

Otros casos con distinto final

Situaciones similares de otros aforados de las Cortes Generales han terminado en Andalucía de diferente manera: por un lado, los socialistas Manuel Chaves, José Antonio Griñán y otros exaforados del caso ERE han sido imputados y con esta condición ya perdida, y por otro, el del alcalde de Tomares con el PP y senador José Luis Sanz. La causa contra él fue archivada por el TS, y que tras haber sido defenestrado por la mayoría de su partido, entre otras cosas porque también tenía sus aspiraciones cuando deseó relevar a Juan Ignacio Zoido en la presidencia de la federación, se mantiene en la alcaldía con mayoría absoluta y se ha revalidado como senador.

Pese a que desde las direcciones provincial y regional ven con temor el futuro de Antonio Gutiérrez Limones, todos quieren ser prudentes y nadie se atreverá a pedir su cabeza en una situación tan embrionaria del proceso. Es más, el regidor asegura que por momento lo único que ha recibido son “apoyos de los compañeros” y “en ningún caso presiones” para que se vaya.

Independientemente de esto, Antonio Gutiérrez Limones sí estaba obligado a dejar la alcaldía, igual que otros dos diputados por Andalucía que son alcaldes (María José Fernández en Lebrija y Juan Jiménez Tortosa de Benahadux). Pero ninguno de los tres ha dado el paso todavía, básicamente porque no se descarta que haya que repetir elecciones generales y nada les garantiza que no se vayan a quedar sin ninguno de los cargos. Pero esto no lo reconoce ninguno, como tampoco los diputados de otros partidos en igual situación. “Estamos pendientes de las negociaciones porque en una situación de gobierno en minoría en Alcalá de Guadaíra, el relevo debe plantearse con calma para garantizar la estabilidad en el municipio”, argumenta el regidor, quien insiste en que, llegado el momento, dará ese paso.